martes, 20 de enero de 2015

Michel Houellebecq / La exhibición impúdica

Michel Houellebech

Exhibición impúdica

El director Guillaume Nicloux recrea el periodo en que estuvo desaparecido el autor francés Michel Houllebecq quien se representa a sí mismo

Las verdades de Houellebecq

JORDI COSTA 29 AGO 2014 - 00:02 CEST

Houllebecq en un fotograma de 'El secuestro de Michel Houellebecq'.

En septiembre de 2011, en plena gira promocional de la traducción al holandés de su novela El mapa y el territorio, diversos medios se hicieron eco de la enigmática desaparición del escritor Michel Houellebecq, que no acudió a los actos programados en Amsterdam, La Haya y Bruselas. Con la complicidad del escritor y cineasta Guillaume Nicloux —que le había confiado un pequeño papel en su película para televisión L’affaire Gordji, histoire d’une cohabitation (2012)—, Houellebecq representa su propia versión de los hechos en El secuestro de Michel Houellebecq, una película donde parece empeñado en destronar al Truman Capote de Un cadáver a los postres (1976) como literato capaz de asumir un papel más delirante e impúdico en la gran pantalla.

El secreto de Michel Houllebecq

Dirección: Guillaume Nicloux.
Intérpretes: Michel Houellebecq, Maxime Lefrançois, Mathieu Nicourt, Françoise Lebrun, Luc Schwarz, Veran Mauberret, Ginette Suchotzky, Marie Bourjala.

Género: comedia.

Francia, 2014.

Duración: 93 minutos.

En El mapa y el territorio, el propio Houellebecq se autorretrataba como una “oveja torturada que ahora balanceaba la cabeza devorando lonchas de paté de campaña, manifiestamente indiferente de pronto a todo lo que pudiese asemejarse a una pasión amorosa, y también seguramente a cualquier relación humana”. En la película de Nicloux, el escritor se hace su propio celebritieschanante, aceptando su destino de secuestrado por unos matones desconocidos con la estratégica mansedumbre de quien revelará un gran poder para la erosión pasivo-agresiva de sus captores. Houellebecq negocia con poemas para obtener la compañía de una joven prostituta, fuma y bebe (Ribera del Duero) como si no hubiera un mañana, se enfurece discutiendo sobre Tolkien y aprende, en un incómodo recital de humor físico, algunos rudimentos de lucha libre. Quizá esta película divertidísima, pero muy consciente de su poca importancia, no le ayude en su prestigio literario, pero le acredita como eficaz comediante y gran caricatura de sí mismo. Gustave de Kervern y Benoît Delépine también le han fichado para protagonizar su próxima comedia, Near Death Experience, cuyo estreno francés será en septiembre.

EL PAÍS

¡Alguien ha secuestrado a Michel Houellebecq!

Por: Gregorio Belinchón | 22 de julio de 2014

Una de las comedias más delirantes de la temporada es El secuestro de Michel Houellebecq, una comedia francesa presentada en la pasada Berlinale, que juguetea con la realidad y la ficción, en la que Michel Houellebecq se encarna a sí mismo. El escritor y pensador francés, tan polémico como genial, lo borda en este thriller cómico en el que es secuestrado por tres criminales aficionados. Aquí tenemos su tráiler.

Michel Houllebecq desapareció durante unos días de 2011. El director Guillaume Nicloux,con quien ya había trabajado en el telefilme L'affaire Gordji, histoire d'une cohabitation, le planteó un buen día crear una ficción sobre esas jornadas, y el escritor, según contaba en Berlín, aceptó: "Tenía miedo de no ser lo suficientemente bueno, de no resultar interesante. Y todo fue como si me estuvieran haciendo fotos. Me decían que mirara allí, que mirara allá... Yo nunca sabía por qué me decían las cosas". A Houellebecq se le ve en la película crecido: "Me parece que nunca fui realmente consciente de que la película se iba a estrenar, que iban a proyectarla en los cines y la gente podría pagar por verla. Esto ahora es lo que más me asusta. Sé que va a parecer que no pienso en las consecuencias de mis actos, pero no, no me dio miedo el rodaje. Fue peor el de la anterior cinta, porque trabajé con actores profesionales y eso me intimidaba. Aquí soy yo mismo, el protagonista soy yo".

EL PAÍS