John Neil Rodgers
LUZ DE SUDÁFRICA
John Neil Rodgers nació en 1941 en Mowbray, junto a Ciudad del Cabo. Ahora vive y trabaja en Eastern Cape (Cabo Oriental), también en Sudáfrica, donde disfruta de la austeridad y de la soledad de la región. Parece que este entorno es propicio para el silencio enigmático, tan característico de su mejor trabajo.
A pesar de la frescura y modernidad de sus imágenes, que pudieran hacernos pensar en este dibujante como una promesa emergente, lo cierto es que John es ya todo un ‘viejo profesor’ muy reconocido como uno de los mejores y más cotizados pintores sudafricanos, uno de los mejores críticos de arte de su país y uno de los catedráticos de arte más exigentes de su principal Facultad de Bellas Artes.
Rodger pertenece a los realistas individuales que, a lo largo de la era moderna, desafiaron la clasificación de su pintura. Su mundo de iconos es muy particular y restringido, a pesar de que en los últimos tiempos se ha visto muy ampliado, en especial tras los últimos viajes realizadas por Europa.
En cambio, su arte se caracteriza por su búsqueda de la universalidad, atemporalidad y la armonía que se encuentran en todas las grandes obras de arte, independientemente del periodo o lugar. Se trata en gran medida de su convicción sobre la continuidad que deben tener las grandes obras de arte, que permanecen impasibles ante las revoluciones, la moda o el cambio de actitudes en torno al artista.
Sus conexiones culturales son frecuentes con Europa -con el Mediterráneo por inclinación personal y con los Países Bajos por su formación- tanto que las influencias europeas son rotundas: Sus paisajes surrealistas y sus caprichos arquitectónicos, su control tranquilo, sus interiores contemplativos, sus animales estáticos… todos estos motivos denotan estas inspiraciones. Roger ha mantenido un taller durante varios años en Alemania, además de haberse formado en Holanda, y es un gran conocedor de Inglaterra, Italia, Francia y sobre todo España.
Hay una ambigüedad confesada en el arte de Rodger. Su temas son muy tranquilos, pero difíciles de captar, a menudo quedan incomprendidos. Por ello os sugiero que no solo veáis las obras de este pintor, sino que después penséis sobre ellas y volváis a contemplarlas en busca de un nuevo mensaje. Hay una atemporalidad clásica en estas escenas contemplativas, y sin embargo sus obras siguen siendo, sin lugar a dudas, actuales. Su búsqueda de un refinamiento cada vez mayor en la concepción de la obra y en los medios de desarrollarla se mantiene constante.
Rodger ha trabajado con gran variedad de materiales en la pintura y escultura, y su obra abarca una gama excepcionalmente amplia de contenido. Es igualmente competente en el paisaje, los interiores, retratos, desnudos y bodegones. También retrata magníficamente animales, sus toros y gallos logran una casi emblemática presencia. En sus retratos, tan característicos, se propuso lograr mucho más que simples semejanzas con la persona retratada, y la mayoría hoy se consideran pinturas evocadoras y memorables más allá de su función como retratos.
Quizá por ello es uno de los retratistas más relamados del país, aunque fuera del tiempo docente, se queja de dedicar demasiado tiempo y esfuerzos a la organización de exposiciones en el extranjero. Y es que Rodger es actualmente uno de los más populares, respetados y admirados artistas de Sudáfrica y es justamente considerado como uno de los grandes artistas de su generación. En cuanto a su escultura trata generalmente de la mujer y el material es el bronce, madera o marfil. Pero su actividad artística abarca también la creación de tejidos o la concepción y diseño de joyas.
“Creo firmemente que las imágenes no necesitan ningún comentario por el artista, y no creo que habitualmente les hagan sino un flaco favor. La única concesión que hago a la explicación pública de mi trabajo es que me puse a crear un clima en lugar de transmitir un mensaje. A partir de ahí, mi trabajo debe hablar por sí mismo. “
Ya sabéis que en este blog no somos dados a ensalzar el currículum oficial de ningún dibujante o pintor, por lo que solemos obviar la relación exhaustiva de sus actividades, pero creednos si decimos que el palmarés de John Neil Rodger es digno, aunque muy largo, de ser analizado. ¡Lástima que pueda encontrarse tan poca documentación, no solo impresa sino también en Internet, sobre este autor!
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