David Troncoso |
Elsy Rosas Crespo
La diatriba de Juan Sebastián Lozano
El viernes pasado hubo una discusión en Facebook sobre si peca más el que reparte plata para que elogien su libro recién publicado o el que la recibe a cambio de la lisonja aunque el libro halagado no sea precisamente una obra maestra.
Yo, como enemiga de la prostitución, me siento en actitud de lucha contra el putero y me compadezco del que tiene que cobrar por escribir. Juan recibió plata por halagar a David Troncoso, yo escribí sobre el escritor, no sobre el crítico, y los insultos los recibí de forma desproporcionada de parte de Juan, que se decía admirador de mi integridad y de mi valentía, era el que en otro tiempo me decía:
Usted es punk sin saberlo
Usted es como Fran Lebowicz
Usted no necesita alas para volar
Hay personas que no necesitan hacer una obra, su vida ya es la obra y eso es suficiente
Yo escribí esto en Facebook:
Horrible como David Troncoso paga para que lo lean y paga para que hablen bien de su libro aunque ese libro no tenga nada especial, es un libro más autopublicado por una persona común.
¿Mucha gente cae tan bajo para hacerse «famosa» y asumen que todos se venden por plata?
A mí me pagó para que lo leyera y luego me preguntó cuánto cobro por escribir sobre el libro. Ese tipo de trabajo no lo hago, le dije.
Sé de tres personas encantadas recibiendo plata por entrevistarlo y por decir que su libro sin gracia la tiene.
¿Dónde queda la ética y el respeto por la escritura propia o por los autores talentosos que no tiene plata para repartir?
Y esta fue la respuesta de Juan:
Soy Juan Sebastián Lozano. Escribo desde esta cuenta, una de mi papá, tengo la clave, porque tengo bloqueada a Elsy Rosas Crespo en mi cuenta principal, motivos: fue una amiga con quien compartí bastante tiempo de amistad y ahora por algún tipo de rencor parece querer emprenderla contra mí, no sé si porque, después de ser amantes, decidí no serlo más, no correspondí a su amor. Es horrible hacer públicas las diferencias con ella, pero es lo que a ella le encanta, le excita, es su estilo, porque entrar en conflicto en redes es su manera de sentirse viva, de creer que tiene alguna importancia intelectual. He hecho muchas entrevistas, no sé cuántas, tal vez cincuenta, artículos, reseñas, periodismo del yo, en medios con relevancia como El Malpensante, Bacánika, Cáñamo, El Espectador y otros. Escribo sobre todo sobre libros que me gustan, algunas entrevistas las he hecho por encargo de medios. En dos ocasiones, para entrevistas, los autores me han aportado un dinero porque el medio en el que publiqué no pagaba. Lo hizo Marco T. Robayo, quién me buscó, le hice una entrevista sobre un cómic, en la introducción dije lo que pienso del cómic, de lo que trata, una labor divulgativa. Colaborarme con algo fue iniciativa suya, entendió que en Colombia los periodistas estamos en crisis económica, el sistema periodístico-literario está precarizado. Él tiene dinero e insistió en aportarme algo independiente del contenido de mi artículo. Lo acepté. Aportó lo que vale un artículo, una suma menor. El otro caso es el del mencionado aquí, David Troncoso, estuvimos hablando en redes, compartiendo anécdotas, música porque ambos somos amantes del rock. Me habló de su libro, le dije que si quería hiciéramos una entrevista. Acordamos que era justo, racional, que me aportara algún dinero por la entrevista porque el medio no pagaba, le dije que la haríamos y diría lo que pienso del libro: si me parecía genial, excelente, bueno, regular, lo diría, la introducción sería divulgativa. Igualmente me envió lo que pagan por un artículo. El principio del libro no me gustó, pero después me atrapó, me parece que el estilo es original, que explora la nostalgia de una manera interesante, me gusta la idea de la novela detrás de la novela, como en la literatura de Raymond Chandler y Edgar Allan Poe, autores en los que pensé cuando leí el libro. No estoy diciendo que Troncoso escriba como ellos, pero en el libro hay ecos, lo dije en el texto. Me gustó el estilo original del libro, me parece que no intenta copiar a nadie y eso es muy valioso. El narrador me pareció un poco clasista, pero es el narrador, supongo que esa era la intención, también lo dije en el artículo. David Troncoso me cae bien, compartimos gustos, es un señor amable, de buen gusto a mi parecer, la entrevista me parece que salió muy bien, sus respuestas son encantadoras. Fue una entrevista admirada, en Libros y Letras, la pueden leer en mi página y en su página.
Me alargo porque es necesario. Trabajo como periodista freelance, escribo literatura de a poco, tengo que hacer otras cosas también para sobrevivir. Amo el periodismo y la literatura y soy un hombre obsesivo, mi apuesta es a todo o nada, espero vivir de escribir, de lo que paguen los medios y las regalías de libros. En Colombia estamos en un sistema laboral precarizado y peor para los trabajadores de la cultura, es comprensible que un autor le aporte algo a un periodista que haga una labor divulgativa sobre su libro. Hay periodismo divulgativo y hay periodismo crítico, lo enseñan en la universidad. Yo no soy crítico literario, he hecho reseñas, muy pocas negativas, escribo sobre libros que me gustan, me gusta evangelizar, dar la buena nueva, decir «lean esto».
No soy crítico literario, no creo que tenga la formación para eso ni me interesa. Pero soy un lector empedernido desde muy jóven, sé de literatura y por eso escribo sobre libros, estudié periodismo y la cultura es mi tema: los libros, la música, sobre todo el rock, y lo audiovisual, soy un nerd del consumo cultural. Me interesa la divulgación de libros y autores nuevos en un país con tan bajo nivel de lectura, en mi inocencia e ingenuidad creo que puedo aportar a que esto mejore. Repito, no me siento un crítico literario, lo que me interesa en literatura es la creación, escribo una novela, escribí un libro de cuentos, y creo que un crítico solo debe ser crítico. En mi trayectoria elogiada como periodista cultural, que pueden revisar y leer en mi enlace de linktree que encuentran en mis redes sociales, repito, solo dos personas han querido aportarme un dinero y lo he aceptado, dos personas que viven en EUA y que tienen recursos y que buscan promocionar sus libros en un medio en el que se sabe hay elitismo, amiguismo, roscas como les dicen, y es importante el espacio para libros que no sean de editoriales grandes o de escritores renombrados. La acusación de Rosas Crespo pretende manchar mi nombre, por rencor personal pretende enlodarme, que me cancelen o algo así, porque es una persona profundamente envidiosa y resentida. Ella intentó escribir en El Malpensante y su texto fue rechazado, saca pecho diciendo que escribe solo en las redes porque es muy rebelde y los editores no saben y todo eso. Ella se cree genia y la que lo sabe todo. Bueno, la genia intentó escribir en la revista El Malpensante y su texto no dió la talla. Entonces entiendo el resentimiento.
Los interesados en este tema le pueden preguntar a los autores que he entrevistado o reseñado si yo les he cobrado por eso. Por supuesto que NO. Son bastantes autores, consúltenlos. Lo repito, de los varios artículos que he hecho ha sucedido en dos casos, uno por iniciativa del autor, lo acepté. En el caso de Troncoso porque hablábamos de lo difícil que estaba el medio, acordamos el aporte.
Creo que la señora Elsy Rosas Crespo es una mujer mezquina y mediocre. En una época según me contó fue juiciosa en la universidad, hizo una labor crítica académica interesante. Vocifera que es crítica literaria, da la impresión de que lo ha leído todo y tiene serios vacíos de lecturas. Creo yo que un crítico debe conocer la tradición literaria, la conoce Harold Bloom, ella no ha leído por ejemplo el Quijote, la divina comedia, Shakespeare, debería ponerse en la tarea para ganar seriedad. Esas son las cumbres, Elsy, son las cumbres, lo dice tu admirado Harold Bloom. No es suficiente haber leído Madame Bovary para ser crítica. Leíste libros de análisis literario en tu paso por la universidad y el posgrado, cómo no, pero escribes sobre literatura, deberías llenar vacíos, actualizarte, en vez de ocupar el tiempo enlodando a la gente que sí hace cosas, en tu profunda impotencia. Estás muy desactualizada en literatura contemporánea, lo nuevo no se reduce a Carolina Sanín y un par más, lee lo que hacen hoy las mujeres latinoamericanas. Lee a los norteamericanos, a McCarthy, a Foster Wallace, a Denise Johnson, a Lorrie Moore, a Mary Karr, para que sepas lo que es bueno, estoy seguro de que no los conoces. Te quedaste en Vallejo, no conoces a Roberto Bolaño, a César Aira, por ejemplo. Eres una crítica literaria profundamente mediocre y mezquina, debería darte pena. Es mejor que te dediques a la sociología del chisme, tu experticia, que te dediques a bardear (como dicen los argentinos) mujeres, lo que te excita. Me dijiste que considerabas que los hombres son más inteligentes que las mujeres. Deja el complejo y haz algo que sirva, escribe algo de verdad valioso. Si vas a hacer crítica literaria, hazlo con seriedad y responsabilidad, no publicando en redes lo primero que se te ocurre, lo primero que vomitas a partir de tus problemas de ira y manejo de las emociones.
La señora Crespo, que alardea de su ética, es un personaje lamentable y muy criticado en twitter, por su matoneo a tuiteros famosos, su obsesión con gente como Carolina Sanín, de quien escribe constantemente, a quien trata de bruta, etc. Yo he criticado ideas desatinadas y literatura de Sanín en ocasiones, pero lo tuyo con ella es preocupante, de psicólogo. La debes amar y desear en el fondo, claro.
La señora Elsy ha sido amiga intensa de tuiteros y usuarios de redes y después al dañarse esa amistad ha atacado sistemáticamente y con insultos a esos examigos de manera pública, algo que no me parece muy ético. Es un comportamiento horrible. Es lo que pretende hacer conmigo, desprestigiarme, hacer que me cancelen, pero no lo lograrás, Elsy, yo soy muy fuerte, he resistido situaciones muy fuertes en mi vida que conoces. Voy construyendo mi camino en la escritura, voy muy bien y me irá bien. Creo que tengo talento y la envidia e intención de enlodarme de gente de redes no me va acabar. Al contrario, me da ánimos para seguir
La señora Elsy, que alardea de su ética, también le robó dinero una vez a Levy Rincón, que le pagó un curso, parece que él no asistió a algunas clases, tal vez el curso no era muy interesante, y ella decidió cancelarlo y quedarse con el dinerito. También escribió unas reseñas para el medio El blasfemo de Daniel Mendoza y le pagaron por eso, no le iban a pagar para que destruyera esos libros, lo que le gusta, habló bien de ellos, claro, y la plata te la tomaste en cafecito y postres, querida.
La señora Rosas es amiga de un escritor paisa de extrema derecha que admira a Hitler, el gran genocida. Te cae tan bien ese hombre…mal ahí, Elsy.
Entonces, examiga que ahora quiere ser mi enemiga, no eres tan ÉTICA.
(Me divierte mucho dirigirme a veces a Elsy y a veces al público lector y curioso. Me perdonarán los críticos tan correctos).
Tonces, Elsy, mi recomendación no pedida es que si quieres ser crítica te pongas a leer en serio, a llenar tus vacíos, y que dejes reposar tus textos, lo que escribes por aquí; que no publiques lo primero que se te ocurre por ganar favs que no es que te den muchos. Escribes bien, pero eso sí, una genia no eres, no eres una genia incomprendida, solo un ser tal vez con complejos con un ego desmedido. Trabaja en serio para que hagas algo que sí brille. Repito, lo que te gusta es enlodar al prójimo, lanzarles tus bultos de mierda, sé que no irás al psiquiatra o al psicólogo para tratar de explicarte eso, de mejorar en ese sentido. Eres testaruda, un caso perdido. Yo decidí bloquearte porque me pareces insoportable. Espero no tener que seguir discutiendo contigo, te he gastado mucho más tiempo del que debí gastar. Que tengas un buen día.
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