domingo, 12 de mayo de 2024

Alfonso Orejel / Teléfono

 



Alfonso Orejel

Teléfono


Mamá

toma el teléfono

y dura horas y horas

hablando con Juanita,

su comadre.

De los tamales rojos

de Huajicori,

la enjundia de gallina

para los empachos,

la Chuy que no tiene apuro

para casarse,

de las pitayas sangrientas

o la muy poca nata

que da la leche ahora.

Es un largo monólogo

donde las palabras saltan

como gotas de lluvia.

Las dos se intercambian

recuerdos y lágrimas,

pronósticos de sus hijos,

risitas prohibidas.

Papá toca su hombro

y le dice: – Ya cuelga.

Luego la mira

con cierta compasión.

Mamá se levanta

con dificultad

y mueve las piernas

- con artritis -

que no le duelen.

– Voy a meter la ropa,

se va a serenar.

- Boris ya no se queja.

- Hace un rato El Chino

se puso a contar monedas.

-¿Sabes quién me habló,

Martín?

¡Nacho, mi guero Balí!

Y se aleja hacia su cuarto

con pasos titubeantes.

Él toma el auricular

y escucha el lúgubre

silencio palpitando

en su interior.

Sonríe con amargura.

Desde hace muchos años

el teléfono de casa

está muerto.




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