Alissa Walser Poster de T.A. |
Alissa Walser
Detrás del síntoma
La historia del doctor Franz A. Mesmer en una novela que narra una época contradictoria de la medicina.
El doctor Mesmer cree haber descubierto lo que él llama el magnetismo animal, un fluido etéreo que incide en la salud de sus pacientes. Sus colegas, abocados a distintas prácticas terapéuticas de la época, descreen de su teoría y el pueblo vienés lo hace objeto de maledicencias. Sin embargo, a Mesmer se le presenta la oportunidad de atender a una joven pianista ciega que gracias a su talento se ha ganado los favores de la emperatriz. Si la cura de su ceguera, especula Mesmer, él también llegará a ser tenido en cuenta por la soberana.
A partir de este episodio en la vida del célebre médico (Franz A. Mesmer 1733- 1815), la escritora, traductora y también pintora alemana Alissa Walser construye su primera novela, Al principio la noche era música. En ella, María Teresa Paradis, también personaje histórico, es una joven alta y gorda oculta bajo una enorme peluca. La narración se inicia la mañana en la que Mesmer baja las escaleras camino a esta consulta y gira en torno a las peripecias del singular tratamiento, basado en sesiones grupales alrededor de una cuba magnética y la aplicación de imanes sobre el cuerpo.
Efecto de sordina
La prosa de Walser, en una tercera persona muy cercana a los protagonistas, enhebra al mismo tiempo acción, recuerdos, elucubraciones y diálogos logrando un interesante efecto de sordina, como si el lector fuera un espectador que asiste a una obra de teatro que transcurre detrás de un telón. Abundan las frases breves y mínimos apuntes axiomáticos al estilo de: “Y un buen día siempre comienza con música”, pensamiento de Mesmer aquella mañana, dando cuenta de su pasión melómana. Al ver el tocado de la paciente, el doctor describe: “En el cabello le han colocado árboles artificiales y pájaros embalsamados en pequeños nidos, empollando. ¿Puede ser que le hayan puesto huevos reales a los pajaritos? De los padres se puede esperar”. Paródica, grotesca y con un tinte de bufonada surrealista, la imagen no es más que una muestra del tono de la novela. Aunque el mismo tono en sordina, que al principio resuena como una melodía lograda, sostenido a lo largo de toda la novela orilla el riesgo de aplanarla. Pero de todos modos es original la elección del tema.
En la mirada sobre los efectos de los tratamientos médicos que recibe la pianista ciega, entre líneas y no tanto, se leen los padecimientos a los que fue sometida, desde las sangrías con sanguijuelas para equilibrar sus “humores” hasta las experimentaciones con descargas eléctricas. Paradójicamente, la hipótesis de Mesmer acerca de un flujo vital modificable por la acción de imanes, en la lógica de la medicina alopática occidental, tiene puntos de contacto con las concepciones holísticas de la medicina oriental, sin ir más lejos el concepto de chi o energía vital en la medicina china.
Y la novela da cuenta de cómo, detrás de los síntomas, hay un ser íntegro, un enfermo físico y psíquico. Situando la acción en tiempos anteriores a Sigmund Freud y sus seguidores, Alissa Walser da carnadura a una figura de médico frente a estas contradicciones, que percibe cómo la sola presencia de los padres afecta a la muchacha, así como el vínculo con la doncella la contiene y la comunión que se establece entre ellos –médico y paciente– a través de la música, también incide en la curación. Desde este punto de vista, el de la enfermedad como metáfora de un cuerpo que habla de un malestar humano más allá de los síntomas, el epígrafe elegido –“Cada sonido que emitimos es un pequeño fragmento de autobiografía”– dialoga con la historia y le aporta sentido.
CLARIN
RETRATOS AJENOS
Alissa Walser
DE OTROS MUNDOS
Literatura alemana actual / Las novelas de la era Merkel
Alissa Walser / Al principio era la música
Alissa Walser / Detrás del síntoma
RIMBAUD
Alissa Walser / Au commencement la nuit était musique
DANTE
Alissa Walser / La musica della notte
No hay comentarios:
Publicar un comentario