Mujer sentada en la ventana Pablo Picasso |
La amante de Picasso que ahora conquista a los coleccionistas
Amparo Polo
Londres, 3 de febrero de 2013
Marie-Thérèse Walter tenía 17 años cuando conoció a Pablo Picasso. Salía de los almacenes Lafayette, en París, y el pintor se fijó en ella. "Tienes una cara interesante. Me gustaría hacerte un retrato. Soy Picasso", le dijo.
La joven debió quedarse poco impresionada, porque el artista español tuvo que llevarla a una librería para mostrarle un libro con sus pinturas. La pareja se hizo inseparable y ese día, el 8 de enero de 1927, empezó una parte fundamental de la vida del pintor malagueño.
Marie-Thérèse se convirtió en la mujer que más influyó en la carrera del artista. Fue su musa y su inspiración durante años. Su pelo rubio, ojos azules y piel blanca protagonizan los retratos más admirados del pintor que hoy baten records en las subastas. La próxima semana, uno de sus cuadros, Mujer sentada junto a la ventana, será la estrella de la subasta de arte Impresionista y Contemporáneo de Sotheby´s en Londres. El precio estimado de venta está entre los 25 y 35 millones de libras (32-45 millones de euros) y ha levantado una gran expectación.
Los cuadros de Marie-Théresè tienen un atractivo especial. En los últimos años, se han convertido en objeto de deseo por parte de los coleccionistas. La lectura, una de las obras más conocidas, fue vendida en febrero de 2011 por 25 millones de libras, el doble de lo estimado inicialmente. Otro cuadro, Naturaleza muerta sobre tulipanes fue vendida en noviembre de 2012 por 41,5 millones de dólares.
La relación clandestina entre Picasso y Marie-Thérèse -por entonces, el artista estaba casado con la bailarina rusa Olga Khokholva- se ha convertido en un emblema del amor, el sexo y el deseo en el arte del siglo XX. Hoy, los coleccionistas quieren tener una parte de esta historia y por eso están dispuestos a pagar fortunas. "En los ultimos años ha habido un creciente interés por los restratos de Walter entre los coleccionista", asegura Helema Newman, presidenta del departamento de Arte Impresionista y Moderno de Sotheby´s. El cuadro, que se pone a la venta el próximo 5 de febrero, "es rompedor y con un aire muy moderno", añade.
La relación entre la joven y Picasso fue un secreto durante años. Pero todo saltó a la luz cuando en 1932 Picasso mostró sus obras en la Galerie Georges Petit en París. Demasiados cuadros y esculturas del artista mostraban el mismo rostro, marcado por una potente nariz. Olga pensó que había alguien más en la vida de su marido. Acertó.
La volcánica relación de la pareja siguió igual hasta que Marie-Thérèse dio a luz a una niña, Maya, en 1935. La joven escultural y atlética pasó a ser pintada como una madonna y la relación se enfrió.
Picasso, que tenía muchas virtudes entre las que la fidelidad no se encontraba, buscó nuevas compañías. Dora Maar, una fotógrafa medio francesa, medio yugoslava, se convirtió en la nueva amante del malagueño. Marie-Thérèse murió trágicamente. Se suicidó en 1977, cuatro años después de la muerte de Picasso.
Hoy, muchos críticos siguen considerando la época con Marie-Thérèse como uno de los periodos artísticos más sobresalientes de Picasso. El récord de una obra de Picasso en subasta es, precisamente, otra obra cuya protagonista es Walter. Nu au Plateau de Sculpteur, de 1932, fue vendida por 106 millones de dólares en una subasta organizada por Christie´s en Nueva York en 2010.
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