Erica Jong
ALEJÁNDOME
Ahuyentarme
es más fácil
que decir
adiós:
besar el aire,
la última sílaba
de verdad
siempre son
dos labios apretados
alrededor
del vacío,
el vacío
que temes
pero al que regresas
como justo castigo,
justa recompensa.
¿Quién
te amó
tan implacablemente?
¿Quién te perdió
en ese vacío aullante
entre la infancia
y la muerte?
Está interrumpido
por los cuerpos cálidos
de las mujeres,
que te abrazan un rato
y luego corren
por ese pasillo resonante
haciendo
lo que se les dice.
es más fácil
que decir
adiós:
besar el aire,
la última sílaba
de verdad
siempre son
dos labios apretados
alrededor
del vacío,
el vacío
que temes
pero al que regresas
como justo castigo,
justa recompensa.
¿Quién
te amó
tan implacablemente?
¿Quién te perdió
en ese vacío aullante
entre la infancia
y la muerte?
Está interrumpido
por los cuerpos cálidos
de las mujeres,
que te abrazan un rato
y luego corren
por ese pasillo resonante
haciendo
lo que se les dice.

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