miércoles, 3 de septiembre de 2025

Triunfo Arciniegas / La corrupción y las burradas de Petro

Triunfo Arciniegas

LA CORRUPCIÓN Y LAS BURRADAS DE PETRO

No puede considerarse un tipo inteligente, como pregonan, si dice y hace tantas burradas. Para empezar, Petro cree que los pobres nos transportamos en burro. Y ni burro tenemos. O el apoyo al dictador Maduro y la negación del cartel de los soles, de donde se desprende el espantoso riesgo de una guerra de tigre y burro amarrado con los Estados Unidos. O los numerosos y corruptos funcionarios de su Gobierno, encabezados por Armando Benedetti.

Nos transportamos en buses, busetas, motos y taxis, y todos funcionan con gasolina. El transporte de los alimentos requiere gasolina. Cuando vamos al médico, nos transportamos en un medio que necesita gasolina y no en el burro que no tenemos. Lo mismo sucede cada día que vamos al trabajo. Verdad de Perogrullo: con el alza del precio de la gasolina sube el transporte. Sube todo, en realidad.

Petro se gasta tres millones de pesos diarios en alimentación cada vez que sale del país, y sale mucho, y ocho millones por noche de hotel. Petro despilfarra cuatrocientos millones de pesos en diez días de viaje. Ningún presidente de Colombia ha viajado tanto. Mueven una cama en Panamá, Francia o China, y Petro organiza un viaje.

Y así es toda su corte. La supuesta primera dama nos cuesta millones a los colombianos. ¿O alguien cree que se sostiene en Europa por sus propios medios?

Su propio hijo Nicolás Petro se robó mil millones de pesos y por ahí anda campante. Es el mismo que hizo campaña con la expresión “plata, no”, enseñado una carreta llena de plátanos, y luego resultó un ladrón más, un corrupto más del Pacto Histérico.

La vicepresidenta Francia Márquez, la inepta, la misma que va y viene en helicóptero, la de los suntuosos viajes a Africa, con novio incluido, la del inútil ministerio de la igualdad, nos ha costado miles de millones de pesos a los colombianos.

Petro sostiene un Gobierno corrupto y despilfarrador.

Petro quiere meter su profunda y corrupta cuchara no sólo en las necesidades de la gente sino en su propia felicidad. Por las dos horas de un concierto nos quiere cobrar diecinueve por ciento de impuesto. Lo mismo por una cena en un restaurante, una entrada a cine, unos tiquetes. Y lo mismo por la administración del edificio: un asunto privado. Si por fin conseguimos apartamento, luego de décadas de calvario, seremos castigados contribuyendo con más impuestos para la corrupción. Y si se nos ocurre venderlo, debemos ceder el treinta por cierto al Gobierno malparido. Y si tenemos la luminosa idea de ahorrar comprando un CDT, igualmente seremos castigados con IVA.

Con razón es un Gobierno de vagos sostenidos con millones de pesos mensuales, de asesinos perdonados, de corruptos que se vuelan a Nicaragua.

¿El descarado impuesto a la cerveza es para los cuatro mil colombianos más ricos? ¿Los pobres beben tequila, mezcal y whisky? Que Petro viaje por Boyacá y otros departamentos, que revise cantinas y restaurantes, para que verifique que están bebiendo los colombianos.

Hace rato Petro le impuso impuesto a las gaseosas y un montón de alimentos, y ahora pretende seguir jodiéndonos. 

No soy borracho, no soy alcohólico, pero considero que este impuesto a la cerveza es un descaro. Un impuesto para que se lo roben quienes disfrutan las mieles del poder.

Petro gana cincuenta millones de pesos mensuales, aparte del despilfarro y de los numerosos privilegios (come gratis y no paga arriendo)  y seguirá con el suntuoso salario cuando deje la presidencia. ¿En qué lo pueden perjudicar estos desmanes? Vivirá en Italia como un rey y le van a valer mierda los millones de colombianos que perjudicó.

3 de septiembre de 2025


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