Detalles desconocidos de la vida de María Félix
Vivencias de María Félix a lo largo de su vida que no sabias aquí te las contamos
María Félix la mujer que nos enseño a ser mujeres de gran carácter, porte y ante todo apasionada, con su vida nos dio ejemplo de cómo enamorar por completo al mundo y decirle ¡aquí estoy!
Como nuestra musa inspiradora y modelo a seguir es hora de que conozcamos un poco más de su historia, así que recopilamos datos que pocas sabíamos de la Doña…
Su nombre verdadero era, María de los Ángeles Félix Güereña. Nació en Álamos, Sonora, el 8 de abril de 1914.
Su madre Josefina Güereña, tenía una frase especial para su hija esta decía: "Una mujer nunca es demasiado alta ni demasiado delgada. Cuida tu figura porque la armonía es la base de todo", así que para corregir su postura le hizo usar unos tirantes.
Pasó su niñez en casa de sus padres en Álamos, su relación con Pablo, su hermano era muy estrecha, se enamoró profundamente de él y decía:
"El perfume del incesto no lo tiene otro amor" es por eso que mandaron a Pablo a estudiar a un colegio militar.
El primer susto mortal que tuvo fue cuando una noche en casa de sus abuelos, su hermana la aventó a un pozo seco y su padre tuvo que ir a su rescate.
Nunca superó la muerte de Pablo, tanto que la llamó asesinato a traición, más tarde la familia se mudo cuando su padre Bernardo Félix fue nombrado Jefe de la Oficina federal de hacienda, por el presidente Obregón.
La Doña amaba Guadalajara y siempre decía que era tapatía. En su casa de Polanco conservaba gran parte de la biblioteca que había sido de du padre, siempre decía ser una gran lectora.
Su madre siempre insistía en que tuvieran una educación religiosa, así que la envió con las monjas del sagrado corazón y con las adoratrices.
Era sonámbula y a veces fingía para ir a su ventana y deleitarse la pupila con algún galán, aunque más tarde conoció a su primer esposo en una fiesta de disfraces, ella llevaba el vestido de novia de su madre.
María se caso con Enrique Álvarez porque su madre precipito la boda. La doña siempre vio su boda como un escape al yugo de su padre, quedó embarazada pocos meses después. Ella siempre envidió la libertad de su esposo.
Cuando encontró una receta médica que era de su marido con una prescripción para gonorrea no dejó que la tocara de nuevo, quería devolverle el engaño a su marido, tenía sed de venganza y quería libertad.
Su madre tuvo que encargarse de los trámites del divorcio, pues ella era demasiado joven y eso no se lo permitía.
Vivió por un tiempo con su hijo Quique en una casa de huéspedes en Hamburgo, no dejó esta casa hasta que empezó a trabajar en el cine, mas tarde Enrique Álvarez se llevó a Quique y peleó su patria potestad. Para María el perder la patria potestad de su hijo fue un golpe demasiado duro, más tarde Agustín Lara le ayudó a recuperarlo.
Antes de ser “la Doña” trabajó como recepcionista de un cirujano plástico, él la llamaba Miss Happy, a su amigo Ernesto Alonso lo conoció antes de que alguno de los dos fuese famosos, el hacia casting para entrar al medio artístico, en cambio ella aun no tenía planes de nada.
Su entrada al cine fue en un momento inesperado, caminaba un día por la calle Palma en el centro, se detuvo a ver antigüedades cuando escuchó a un hombre que de la nada le preguntó: ¿Le gustaría hacer cine? Era Fernando Palacios quien descubrió su talento y la impulso a lo alto.
Apareció por primera vez en el baile blanco y negro de country club, ahí tuvo contacto con directores y productores.
Estuvo por primera vez en los Ángeles representando a la mujer mexicana, la querían para vestirla de china poblana. Los productores querían ponerle un nuevo nombre artístico, entre ellos estaba Diana del Mar, Marcia Maris, ella solo quería su nombre pero al ser muy largo le dejaron solo María Félix.
Filmó 47 películas, consideraba sus primeras actuaciones como ¡pecado de principiante! Su consagración llegó con “Doña Barbará” ella decía que ese film le cayó del cielo.
Con “Enamorada” actuó como una mujer sin alma, ahí fue donde apareció el famoso close up de su mirada, mezclada con la de Pedro Armendáriz mientras sueña la malagueña.
De todos los galanes con los que actuó el que le parecía más guapo más varonil y quien fungió un mejor papel era Pedro Armendáriz.
La primera vez que vio a Agustín Lara, no era famosa. Estaba caminando por Reforma y entró al bar California para hablar por teléfonos, en la cabina había un hombre muy delgado que tardaba muchísimo.
Desesperada, tocó el vidrio para que se apurara... era el Flaco de Oro, quien tiempo después sería su pareja.
La boda con Lara fue el 24 de diciembre de 1945, en una reunión íntima a la que asistieron Renato Leduc, Ernesto Alonso, Fernando Félix y Rebeca Uribe, secretaria de la Doña.
La luna de miel fue en Acapulco, en el hotel Papagayos, frente a playa de Hornos. Ahí el flaco le compuso María bonita.
La ruptura con Agustín fue escandalosa. Ella había regresado de Nueva York con unas joyas regalo de un admirador, él la acusó de serle infiel. Entonces María lo expuso, le reclamó a Lara que él había tenido una relación con una bailarina del teatro Arbeu.
Luego le mandó al chofer con toda su ropa al teatro en donde trabajaba y cuando empezó a interpretar Mujer, el chofer tiró todas las cosas en el escenario, frente al público.
"Tuvo que suspender la pieza para recoger sus calzones", contaba María.
Una mañana del año 1947, María se preparaba para salir de la casa e ir al rodaje de río escondido, fue ahí cuando Agustín sacó la pistola y le disparó, ese evento fue la gota que derramó el vaso. Con el tiempo ella lo perdonó, pero nunca quiso regresar a casa.
Con el tiempo le salieron varias propuestas para trabajar en España pero decidió esperar para estar libre de Agustín.
Al llegar a España decidió sacar a Quique del internado militar para enviarlo a Toronto, al despedirse él la tacho de ser una mala madre.
Siempre viajaba con su equipo de peinadoras, maquillistas, costurera, secretaria.
Era amiga de Pedro Corcuera, a quien conoció caminando en la gran vía, para posteriormente presentarle al duque de Alba. Quien también fue su entrañable amigo.
Su capricho fue un madrileño llamado Luis Miguel Dominguín, él gozaba de mucha popularidad en España.
Cuando terminó su primer película española, pasó unos días en la palma de Mallorca, ahí conoció a unos pescadores que la llevaron a un museo de caracoles y conchas y le regalaron todo lo que ella deseaba conservo siempre uno en especial era un precioso caracol verde.
También apareció en la sección policiaca de los periódicos, fue en 1949 cuando una mañana de agosto encontraron el cadáver de su secretaria Rebeca Uribe en un motel al que había entrado con una amiga de estatura alta y traía un abrigo de pieles, la policía no dudaba que María fuese culpable, aunque pronto salió la verdadera culpable y salió ilesa.
En la Habana recibió la medalla a de ciudadana de honor de manos de el presidente Carlos Prío Socarrás.
Durante la filmación de “la corona negra” todo el equipo de producción se vio obligado a comer un platillo con el Jeque del pueblo este platillo era hecho a base de carne de niños sacrificados, María dijo: “por miedo al Jeque y por amor al cine tuvimos que comer carne humana”.
Cuando empezó a trabajar e Italia ella no hablaba Italiano así que se aprendió los diálogos, en el transcurso de su estancia ahí recibió la peor noticia de su vida, su padre había muerto y ella no podía asistir al funeral.
Durante su noviazgo con Jorge Negrete, no le gustaba que le cantara todo el tiempo, en ese tiempo vivía en el hotel Regis el cual abandono para habitar su casa en Tlalpan, conocida como la finca Catipoato.
Misma que estrenó en su boda con Jorge donde hubo cuatrocientos invitados, ochenta fotógrafos y sesenta periodistas. Ahí estuvieron Diego Rivera, Frida Kahlo, Salvador Novo y Renato Leduc, entre muchos otros personajes.
"Conmigo no tuvo tiempo de ser fabuloso, ni malvado ni espléndido. Se fue cuando lo empezaba a conocer" y es que Jorge murió al año de haberse casado con ella.
Después de la muerte de su marido, ella regreso a Francia a seguir trabajando en la película “Bella Otero” este filme le costó mucho, era demasiado el tiempo que pasaba en él y las horas restantes las tomada de clases de francés.
En París llevó a una joyería todos sus brillantes para que le crearan una nueva joya ahí conoció al rey de Egipto, quiso seducirla con la corona Nefertiti. María lo rechazó y no volvió a ver la corona, tiempo después a Faruk se lo encontró en Montecarlo, derrocado.
"Diego me amó sin esperanzas durante casi diez años", afirma la Doña sobre Rivera, quien se volvió uno de sus más cercanos. Compartieron viajes, cenas y secretos, el famoso retrato que el muralista le hizo quedó como testigo de esa idolatría.
A Alex Berger, su esposo durante dieciocho años, lo conoció cuando estaba enamorada de Agustín Lara. Su reencuentro fue en México, coincidieron en una fiesta y tan pronto él le pidió que se casaran, la Doña dijo que sí. La boda fue en 1956, en Curbevoir, en las afueras de París.
Dejó de fumar de un día para otro, pero como su marido fumaba puro ella empezó a hacerlo, decía que era un homenaje a Berger.
Con Alex quiso tener otro bebé, se embarazo y estaba feliz por ello, pero en una caída durante el film “flor de mayo” perdió al bebé y no quiso intentarlo más.
Cuando la invitaron a hacer la película de Tizoc, ella no quería hacerla, "Tizoc es un indio pendejo y los indios no son así...", le dijo a quien la invito a participar en la película.
Era fan de la opera ella y su marido Berger. Mientras estuvo con él, él se encargaba de firmar los cheques por ella al morir él, no querían aceptar su firma en los cheques, pues las firmas no coincidían.
Para adquirir una joya que la cautivo fingió el secuestro de él pello bull dog de Alex le dijo que pedían 150 mil dólares de recompensa y en cuanto tuvo el dinero hizo regresar a su mascota, y compró la fabulosa joya que tanto llamo su atención.
Amaba a los caballos, y todos sus caballos tenían nombres muy mexicanos, Pancho villa, Zapata y a otro les pusó nombre en honor a sus películas, Doña Bárbara, Doña diabla…
Cuando vivía en Francia y atendía la cuadra tenía que salir cada seis meses para renovar su visa. Venía a México en cada ocasión posible, su madre estaba enferma.
Se la llevó a vivir con ella a su casa de la Ciudad de México. La noche de su muerte cenó en familia. Se retiró a su recámara y falleció en silencio.
La última vez que salió a comer con Alex descubrieron que tenía cáncer de pulmón. Murió en 31 de diciembre de 1974.
Ella se sumió en una terrible depresión, perdió 18 kilos, tomaba pastillas para dormir, y también para permanecer despierta así que tomo la decisión de internarse en Rochester, en la Clínica Mayo.
Durante esa lucha contra la depresión tuvo que luchar legalmente con la hija adoptiva de Beger, pues en el testamento el estipulaba un 25 por ciento de su fortuna para ella pero ella peleaba un 50.
Tenía 87 caballos, mismos que le ayudaron disipar sus penas. Antoine Tzapoff fue su último compañero, tenía 22 años, fue la sacudida que terminó por llevarse su dolor, le llamaba “el gato” estuvieron juntos hasta el ultimo día de su vida.
Murió el 8 de Abril de 2002, justo el día que cumplía 88 años. Siempre la recordaremos como la mujer fuerte, imponente que no se dejaba de nada ni de nadie, su vida es ejemplo del empoderamiento que toda mujer debemos tener.
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