La extravagante vida de Nicolas Cage
en 16 estrambóticos episodios
Dos de sus matrimonios han durado menos de un año,
se enfrentó al gobierno de Mongolia, se niega a medicarse,
se ha convertido en un género en sí mismo...
JUAN SANGUINO
18 JUN 2016 - 12:09 COT
Nicolas Cage y su vida estrambótica
piden a gritos un reality show. El actor que fue apodado como “el James Stewart
marciano” y que según el crítico Roger Ebert tenía dos únicas velocidades,
intensa y más intensa, se ha convertido en un género en sí mismo, interpretando
películas rutinarias tan de serie b que solo se estrenan en los canales
estadounidenses por cable. Tiene un Oscar, sí (porLeaving Las Vegas, 1995) y
actuaciones memorables (sobre todo en Arizona baby, 1987, y Adaptation, 2002),
pero una vida llena de paranoias y malas decisiones le ha llevado a convertirse
en un personaje del que todo el mundo está esperando su siguiente
excentricidad.
Cage se ha casado tres veces (dos de
esos matrimonios han durado menos de un año) y tiene dos hijos, Weston (25
años, de una relación con Christina Fulton con la que no llegó a casarse) y
Kal-El (11 años, con su actual espoca, Alice Kim, con la que anda en estos días
en los juzgados). Seguramente Nicolas Kim Coppola (California, 52 años), su
nombre real, es la estrella más estrafalaria de su generación. Estas son solo
algunas de sus enrevesados episodios...
1. Se arruinó y tuvo que venderlo todo
En 2009 una investigación fiscal
destapó que Nicolas Cage debía 7,5 millones de euros a la hacienda pública de
Estados Unidos. Durante los años posteriores siguió acumulando facturas sin
pagar y en el ejercicio fiscal de 2013 la deuda ascendió a 11,3 millones. En su
defensa, Cage culpó a su contable y argumentó que él no estaba al tanto de
dichas pérdidas. Evidentemente, estaba demasiado ocupado comprando fósiles (una
de sus llamativas pasiones) y, sólo en 2007, 22 coches de lujo. “Tenía que
poner el dinero en algún sitio”, se defiendió Cage haciendo gala de su
nerviosismo, “y creo firmemente en las inmobiliarias. No me fío del mercado de
la bolsa y no me fío de dejar el dinero en el banco”. Llegó a decir que estaba
en la ruina y tuvo que vender bastantes de sus posesiones (muchos coches, por
ejemplo) para estabilizar su cuenta corriente.
2. Su obsesión por los superhéroes le
hizo cambiar su nombre y llamar a su hijo como Superman
Su nombre de nacimiento es Nicolas Kim
Coppola, pero lo cambió no sólo para huir de la presión de su estirpe (es
sobrino del famoso director Francis Ford Coppola), sino por su admiración hacia
el superhéroe de Marvel Luke Cage. Su obsesión por los cómics le llevó a
comprar el primer ejemplar original de Superman por 120.000 euros (y venderlo
por 1,7 millones cuando se arruinó) y a ponerle a uno de sus dos hijos Kal-El,
el nombre original de Clark Kent. Según Cage, se decantó por Kal-El porque es
símbolo de bondad, originalidad y los Estados Unidos de América. Esta
extravagancia nos hace mucha gracia, pero el chaval tendrá que sufrirla toda su
vida.
3. Persiguió a Patricia Arquette
durante 9 años, consiguió que le aceptase como marido y el día de la boda pasó
algo... y se suspendió
En los años 80 Nicolas Cage se cruzó
con la actriz Patricia Arquette (Chicago, 48 años) y se enamoró inmediatamente
de ella. Cuando le pidió una cita, Patricia se lo quitó de encima diciéndole
que sólo saldría con él si le regalaba un autógrafo de J.D. Salinger (escritor legendario por su absoluto
aislamiento) y una orquídea negra, ejemplar que literalmente no
existe. Mientras Patricia Arquette se olvidaba de la anécdota, Nicolas debió
tomárselo como un “acepto el reto” y unos días más tarde se presentó en su casa
con una carta que incluía la firma de Salinger (a saber cómo la consiguió) y
una orquídea modificada genéticamente para lucir pétalos oscuros. A Patricia
Arquette debió de hacerle gracia (o aterrorizarle por completo) y aceptó no una
cita, sino una petición de matrimonio. De camino a la boda Nicolas tuvo un
ataque de ira en el aeropuerto y Arquette canceló la boda. Pero le dio una
segunda oportunidad en 1995, y entonces sí que se celebró la boda.
4. Se casó con la hija de Elvis (su
ídolo) después de ¡10 días! de relación
La relación entre Patricia y Nicolas
tardó 9 años en florecer (literalmente), pero sólo 9 meses en romperse, aunque
la pareja ocultó su separación hasta 2001. Aquel año, Nicolas se había
encaprichado de otra obsesión. Desde que interpretó a un delincuente imitador
de Elvis Presley en Corazón salvaje (David Lynch, 1990) Cage añadió el rey del
rock a su lista de mitos personales. Y ya sabemos que cuando a Nicolas Cage le
gusta algo, le gusta con una pasión barroca. Por eso acabó casándose con la
hija de Elvis, Lisa Marie Presley (Memphis, 48 años) tan
sólo 10 días después de conocerse. “Aquella relación estaba basada en el
humor”, confesó el actor hace unos meses. “Nos reíamos mucho. Pero hace muchas
vidas de aquello”, ironizó. Al parecer, Lisa Marie no había tenido suficientes
emociones fuertes tras su matrimonio con Michael Jackson, pero las risas
acabaron pronto y su relación con Nicolas Cage duró menos de 4 meses.
5. Tiene como mascotas un pulpo, un
tiburón, un cocodrilo y dos cobras gigantes
La actriz Kathleen Turner contó en su
autobiografía que durante el rodaje dePeggy Sue se casó (Francis Ford Coppola,
1986) Nicolas Cage fue arrestado por conducir borracho y robar un chihuahua que
se encontró en la calle. Cage la denunció y consiguió que Turner reconociera
que la historia era falsa, disculpándose por el perjuicio causado a la
reputación profesional de Nicolas y por la angustia y el bochorno que la falsa
anécdota le había ocasionado. Lo más asombroso de esta historia es que Nicolas
Cage considerase que el robo de un chihuahua era un episodio vergonzoso cuando
él mismo ha reconocido que entre sus mascotas se encuentran un pulpo, un
tiburón, un cocodrilo y dos cobras albinas gigantes.
6. Se enfrentó al gobierno de Mongolia
por una calavera de dinosaurio
Tras una ajustada subasta en la que Leonardo DiCaprio también estaba pujando,
Cage consiguió hacerse con una calavera de tarbosaurio por el módico precio de
347.000 euros. El problema vino cuando las autoridades de Mongolia le exigieron
devolverla, al haber sido excavada allí, ya que en Estados Unidos la propiedad
privada de fósiles es legal (afortunadamente para la decoración de la casa de
Nicolas) pero en Mongolia no. El actor se negó hasta donde pudo, con un
conflicto internacional a la vista. Finalmente, el actor tuvo que devolver la
calavera al gobierno de Mongolia. Y no consta que pagase al actor ni un
céntimo.
7. Se arrancó dos dientes, sin que
nadie se lo pidiera
¿Por qué lo hizo? Por exigencias del
guión que nadie le había pedido. Durante el rodaje de Birdy (Alan Parker, 1984)
Nicolas Cage decidió extirparse cuatro muelas para sufrir el dolor físico
insoportable que según él le ayudaría a ponerse en la piel de los soldados
combatientes en Vietnam.
8. Ya tiene construído su sarcófago,
donde se le enterrará con su colección de calaveras de animales y pigmeos
Más vale prevenir. Cage ha decidido
pasar la eternidad en Nueva Orleans (donde también compró una mansión encantada
y la capilla de Nuestra Señora de la Ayuda Perpetua) y obviamente no va a
hacerlo en una tumba barata, que eso es para la gente que no sale en películas.
El actor tiene reservado un mausoleo de casi tres metros donde podrán darle
sepultura acompañado de su colección de calaveras de animales exóticos y
pigmeos, con las que habitualmente mantiene conversaciones en el salón de su
casa.
9. Se enzarzó con el cantante de Mötley
Crüe
Hace un par de meses Nicolas se enzarzó
con Vince Neil, cantante de Mötley Crüe, a la salida de un hotel en Las Vegas.
Inicialmente fue imposible entender qué estaba pasando según unas confusas
imágenes (grabadas por el móvil de alguien que pasaba por ahí) en las que Cage
zarandeaba a Neil con un brazo, le acariciaba con el otro y le suplicaba a
gritos que parase. Luego se descubrió que Vince Neil había agredido a una fan
de Cage que le estaba pidiendo un autógrafo, así que Nicolas le arrastró fuera
para que se calmase. El problema es que Cage acabó siendo el más nervioso de
todos.
10. Considera que el sexo de los cerdos
es indigno (tal cual)
En Besos de vampiro (Robert Bierman,
1989) Cage, actor de método sin escrúpulos, prefirió comerse una cucaracha de
verdad en vez de un huevo crudo tal y como indicaba el guión. “Cada músculo de
mi cuerpo me decía que no lo hiciera”, recuerda Cage, “pero lo hice de todas
formas”. Lo que nunca come es cerdo porque considera que el sexo de los cerdos
es indigno, a diferencia del de las aves y el pescado. A principios de los 90
Cage tenía un aura de actor siniestro y, tras ganar el Oscar por Leaving Las
Vegas (Mike Figgis, 1995), se dio cuenta de que su esperpéntico modo de vida
podía ser mucho más emocionante si conseguía hacerse millonario.
Así fue como se despidió para siempre
del cine vanguardista y de bajo presupuesto y se reconvirtió en una improbable
estrella del cine de acción gracias a ahora películas como La roca (Michael
Bay, 1996), Con Air (Simon West, 1997) o Cara a cara (John Woo, 1997). Los
críticos se mostraron desconcertados ante el ímpetu de Cage por abrazar el
exceso del cine comercial pero, vista hoy, aquella decisión tiene mucha lógica:
¿por qué conformarse con comer cucarachas cuando puedes comprar calaveras de
dinosaurio?
11. Se alojó en el castillo del conde
Drácula
Durante el rodaje de Ghost Rider.
Espíritu de venganza (Mark Neveldine, 2012) en Rumanía, el actor aprovechó un
par de días libres para hacer turismo como cualquier otro visitante, pero como
es Nicolas Cage su alojamiento fue el castillo del conde Drácula. “Quería
canalizar la energía, pero fue escalofriante”, le aclaró Cage a su compañero, el
actor Idris Elba.
12. Comió setas alucinógenas con su
gato
A la atracción de Nicolas por la magia
sólo le hacía falta un empujoncito psicotrópico para convertirse en catarsis.
El propio actor contó en un programa de televisión que un día pilló a su gato
comiendo unas setas alucinógenas del frigorífico, así que decidió acompañarle
en el viaje. Ambos se pasaron horas mirándose fijamente a los ojos, convencidos
de que eran hermanos. Y sí, en efecto, Cage guarda sus drogas en el
frigorífico.
13. Llegó a ser propietario de 15 casas
Esa fascinación por las fuerzas oscuras
y los viajes astrales llevó a Nicolas a comprar 15 casas alrededor del mundo.
Algunas estaban encantadas, otras eran castillos y las demás las mandó constuir
él en las dos islas privadas que se compró (en Leaf Cay, Bahamas). El éxito de
sus películas le había reportado más dinero del que se podía gastar. O eso
pensaba él.
14. Se niega a medicarse
“Invito al espectro total de los
sentimientos. Es mi mayor recurso como actor. Necesito poder sentirlo todo y
por eso rechazo cualquier tipo de medicación”. Con esta declaración, mientras
usted se toma un Ibuprofeno para calmar un dolor de cabeza, el actor lo
rechaza. El dolor es sano.
15. Se ha convertido en un género
cinematográfico en sí mismo
Después de arruinarse, Nicolas Cage se
sumió en una filmografía plagada de subproductos que además de un escaparate de
malas decisiones capilares son una muestra de la necesidad de Cage de hacer
dinero fácil: Bangkok dangerous,Señales del futuro, Furia ciega, Bajo amenaza,
El pacto o Desterrado han mantenido a flote la cuenta bancaria de Nicolas Cage,
pero han dañado, quizá de forma irreparable, su estatus de estrella. La mayoría
de estas películas se han estrenado directamente en plataformas digitales en Estados
Unidos sin pasar por los cines. Además de thriller, comedia o drama, está el
género Cage.
16. Y actualmente come un menú de 9
euros y va a un gimnasio 'low cost'
En 2011 Nicolas Cage tocó fondo cuando
su actual esposa, Alice Kim (a quien conoció en un bar para solteros donde las
chicas siempre son más jóvenes, en este caso 20 años) le denunció por violencia
doméstica. Según ella, Cage la agarró del brazo y la arrastró para entrar en
casa. Cage no habla de Alice, con la que sigue casado, pero sí de su país de
origen: “Siento mucho respeto por Corea y sus industrias. Samsung es de Corea.
Me quito el sombrero ante cualquier país que trabaje tan duro como ellos”. Tras
vender la mayoría de sus posesiones, Cage vive actualmente en Las Vegas, come a
diario en la misma cafetería a 9 euros el menú y va a un gimnasio low-cost
donde se cambia de ropa obsesionado porque nadie le haga fotos en el vestuario.
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