Jane March |
Las tres mujeres de 'El amante'
El director Jean-Jacques Annaud y la actriz Jane March presentan la película en Madrid
ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS Madrid 25 MAR 1992
Tres mujeres han sido claves para El amante, la última película del director francés Jean-Jacques Annaud: Marguerite Duras, autora de la novela; Jane March, la joven protagonista del filme, y Jeanne Moreau, la voz en off que narra la historia. "No quería la voz de Duras, quería su fuerza. Tenía que ser una voz con edad, amor, tabaco y el poder de una vida difícil y maravillosa al mismo tiempo. Sólo podía ser Jeanne Moreau", dice el director, que vio esa misma fuerza en el perfecto rostro de Jean March, una chica de los bajos fondos londinenses.
"Jeanne Moreau y Marguerite Duras, que se conocen desde hace muchos años y son grandes amigas, se han peleado. Ahora se odian, pero en realidad se aman. Así son estas mujeres tan fuertes. Para ellas es difícil ser encantadoras. Son demasiado vulnerables. No pueden sobrevivir de otra manera", cuenta Annaud."La actriz también es de esta naturaleza. Oculta su fragilidad con una dureza insoportable", dice mientras mira a Jane March, la joven protagonista de El amante, que se estrena el viernes en España. Annaud desafió a Duras, que tenía sus propias candidatas, y eligió a la inglesa para el papel. "Fue el silencio de Jane lo que me impresionó. No es un silencio forzado, tiene el misterio y la fuerza que requería el personaje", dice el director.
"No podía complacer a Duras porque sabía que cambiaría a la chica una y otra vez. No le gustaba Jane porque la elegí yo. Pero en realidad no le gustaba ninguna porque ninguna era ella. Y es lógico, porque es duro ver la memoria de uno en imágenes que por mucho que se parezcan a la realidad son una recreación", añade el director de En busca del fuego, El oso y su gran éxito, El nombre de la rosa. "Nadie daba un duro por el proyecto; Umberto Eco vendió los derechos de su libro por tan poco dinero que sólo pudo comprarse un coche con el dinero de una película que ha dado millones", dice.
Annaud, que se crió cinematográficamente en la publicidad -ha rodado más de 500 anuncios-, dice que de francés sólo tiene el pasaporte. "Vivo en los países en los que proyectan mis películas, mi casa son los hoteles y mi dinero me lo gasto en viajar por países exóticos", añade. A sus 49 años brinca, se exalta, se ríe y exagera mientras habla sin parar. Jane March, de 19 años, no se mueve. "Ahora vivo en París y quiero estudiar francés", dice. "Leí la novela el mismo día de la selección. Me lo he pasado bien rodando la película, pero las escenas de sexo fueron duras. Lloré mucho, lloraba todo el día. Odiaba al actor chino, a todo el equipo y a mí misma. Estaba muy nerviosa", cuenta mientras saca un cigarrillo y pide fuego. Jane March va pintada y lleva unos tacones enormes que no disimulan su pequeña estatura.
"Cualquier actriz joven es comparada con una Lolita, pero no se puede decir que Duras haya sido una Lolita, no tiene sentido", dice. "Nunca había venido a España. Ayer estuve paseando por Madrid, qué bonito", añade con la voz muy baja. "Sé que mi personaje es muy cruel, pero ella también es víctima de esa crueldad. Todos podemos ser crueles, no importa la edad, aunque quizá la crueldad de una adolescente es la más terrible porque no es consciente de ella. Creo que todas hemos pasado por historias parecidas a la de El amante,porque llega un momento en que queremos conocer nuestros límites, aunque lo que a Duras le ocurrió con 15 años ahora sucede con 12".
Amigos
Annaud, que lleva una camisa tan blanca como su pelo y unos pantalones tan azules como sus ojos, cree que Marguerite Duras, que ha criticado violentamente la película y al director, siempre será su amiga. "Así es su carácter", dice. "Lo cierto es que todos los que intentan escribir un guión juntos acaban odiándose, aunque en el fondo se crean unos lazos que jamás se romperán. Además, ahora ha ocurrido algo curioso. Marguerite, que niega haber visto la película, me ha llamado y me ha dicho que quiere conocer a Jane. Se van a conocer, algo que Marguerite no había querido hasta ahora"."Duras, que era una mujer bellísima, preciosa, no entiende cómo ha podido transformarse en lo que es ahora. El paso del tiempo ha sido muy cruel con su cuerpo, y eso es algo que ella reconoce y dice, pero que no consiente que nadie se lo diga, que nadie se lo recuerde. Ver a Jane será un insulto para ella y su fragilidad".
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