viernes, 20 de mayo de 2016

Sofi Oksanen / Una nación que escribe, existe



Sofi Oksanen


Sofi Oksanen: "Una nación que escribe, existe"

Estonia es parte de Europa, pese a que su historia no sea muy conocida. Sofi Oksanen, escritora finlandesa con orígenes estonios, está convencida de ello. Entrevista a una de las novelistas más influyentes del norte de Europa sobre el papel de la literatura, la identidad y los recuerdos de la ocupación soviética.

Lorenzo di Stazi
19 de mayo de 2016

En 2008, los lectores descubrieron a Sofi Oksanen, escritora y dramaturga finlandesa, a raíz de la publicación de Purge [Purga]novela que fue traducida a más de 50 lenguas y que se llevó el Premio Fémina Extranjero en Francia. El título alude a las deportaciones de estonios acusados de colaboracionismo con el régimen nazi entre 1941 y 1944, organizadas por Stalin. Entrevistamos a las ganadora del Premio literario del Consejo Nórdico de 2010.

cafébabel: ¿Puede la literatura poner de manifiesto lo que lo común deja en la sombra, o asume un papel asignado a historiadores, periodistas y también a la opinión pública en su conjunto?

Sofi Oksanen: El arte puede ser eterno, mientras que el periodismo siempre está vinculado al momento de la publicación. Y lo mismo sucede con la investigación histórica. Cuando la leemos, podemos notar el paso del tiempo. Si pensamos en un periódico de un determinado siglo o en un libro de historia, nos parece que están fuera del tiempo, en cambio una novela publicada hace un siglo puede seguir siendo de actualidad. Svetlana Alexievich, la escritora bielorrusa que ganó el Premio Nobel en 2015, representa un buen ejemplo de escritura de investigación a la vez que eterna. Sus libros relatan la realidad del período soviético, un tema que los medios de comunicación han olvidado. 

cafébabel: En el aeropuerto de Tallín, me llamó la atención una frase: "Una nación que escribe no se puede borrar del mapa". ¿Qué piensa de la relación que tienen los estonios con su identidad y su historia? 

Sofi Oksanen: Seppo Zetterberg, un profesor finlandés, estudió la historia de Estonia durante los años de ocupación soviética. Suelen preguntarle cómo pudo llevar a cabo semejantes estudios ya que los documentos relacionados con la República estonia fueron censurados durante el período soviético. Según Zetterberg, se puede fomentar un proceso de censura en un país, pero no se puede oscurecer el material escrito en su integralidad. Si se cierran los archivos durante la Estonia soviética, ni siquiera los oficiales soviéticos pueden recuperar las fotos, las cartas o los libros que habían sido mandados fuera del país antes de la ocupación. 

Durante el período soviético, numerosos estonios les contaban a sus hijos las historias de los viejos libros escolares del período que siguió a la primera independencia del país en 1920. Me encontré con una librera que había abierto un negocio durante el llamado "período de finlandización". Muchos libros considerados como antisoviéticos fueron eliminados, pese a que el país ya era independiente, por lo que tuvo que retirar las obras de las estanterías. Sin embargo, decidió guardarlas en su casa. Hace poco, organizó una exposición con esos mismos libros prohibidos. Es uno de los motivos por los que prefiero los libros de papel a los ebooks: siempre se puede controlar y borrar el contenido digital, en cambio no resulta tan fácil hacerlo con libros de papel.Cuando los finlandeses y los estonios se pusieron a pensar en su independencia a mediados del siglo XIX, se plantearon la necesidad de tener una literatura escrita en su lengua materna. Hasta la fecha, las lengua de enseñanza y literatura eran el sueco para Finlandia y el alemán para Estonia. Las poblaciones de ambos países poseen una antigua tradición oral, pero a pesar de su importancia, no logra ser tan poderosa como lo escrito. A todas las minorías con tradición oral pero sin tradición escrita en su lengua nativa les cuesta afirmarse en el mundo: lo escrito es importante para poder contar nuestra historia a los demás.

cafébabel: Durante su infancia, usted conoció parte del período de "finlandización" [un fenómeno que se refiere a la época en que los estonios descubrieron por primera vez el mundo occidental mediante la televisión finlandesa, nota de la editora ]. ¿Tiene algún recuerdo de aquellos momentos, y ¿qué significan para usted? 

Sofi Oksanen: Estonia fue ocupada tres veces seguidas antes de poder conseguir su independencia de forma definitiva. Finlandia mantuvo su soberanía durante un período algo más largo. Esto influyó en el reflejo de nuestra memoria nacional en la literatura y en el relato de nuestra historia reciente. Ambas literaturas contribuyen a formar una plataforma en una época en que las situaciones políticas imposibilitan cualquier discusión pública estructurada. La literatura resulta esencial para una nación.

Tres de mis novelas ["Las vacas de Stalin", "Purga", y "Cuando las palomas cayeron del cielo"] tratan de la historia estonia reciente y del período de la ocupación. Suelen preguntarme a menudo si son antisoviéticas mis novelas. Pero esta expresión se vincula al pasado y a todo lo que prohibían decir o hacer al vecino ruso. En Finlandia durante el período de "finlandización" la censura recayó muy a menudo sobre las editoriales, la publicación de novelas o de películas críticas hacia Rusia. Se llegó incluso a enseñar cosas falsas en las escuelas. A los niños se les decía que la colectivización de la tierras había sido voluntaria, que la revolución de Praga fue causa de una minoría contrarrevolucionaria, que el socialismo era un sistema que funcionaba bien, y que "el Ejército Rojo había liberado a los Balcanes de la ocupación alemana". Todo era falso, pero nosotros pensábamos que era cierto.

Durante mi infancia, usaba las mismas expresiones que los estonios con respecto a los campos, las deportaciones y demás operaciones de represión: "se fue al bosque", "ha vuelto", "no ha vuelto", "se lo han llevado a Siberia", "lo han detenido". Las personas de mi edad oyeron hablar de Estonia por primera vez cuando estudiábamos los idiomas de origen finlandés. Es una extraña situación para un país tan cercano cultural y geográficamente a Finlandia, pero la llegada de la Unión Soviética influyó en otros países vecinos.

CAFE BABEL



No hay comentarios:

Publicar un comentario