domingo, 5 de octubre de 2014

Federico Moccia / El profeta del amor

Federico Moccia, ante los candados del Puente Milvio de Roma.
Como en sus libros, las parejas los cuelgan y se juran amor para siempre.

Federico Moccia

El profeta del amor

TOMMASO KOCH 23 JUL 2010

700.000 copias en España. Tres millones en Italia. Federico Moccia, el último fenómeno editorial teen,no habla de magos ni vampiros. Lo suyo es romanticismo en vena.
En el puente de Triana de Sevilla hay cerca de cien candados sujetos a las rejas. Llevan dos nombres y una fecha escritas con un rotulador. Hace un año llegaron a ser tantos que el Ayuntamiento ordenó quitarlos cada 15 días. Algo parecido ocurrió en Barcelona, París y Roma. Tras el derrumbe de una farola por el peso de los candados, el entonces alcalde Walter Veltroni colocó una valla de acero en el Puente Milvio. La razón de todo esto tiene un nombre: Federico Moccia.




El escritor romano de 47 años se ha convertido en una especie de profeta del amor. En Tengo ganas de ti (Planeta, 2008) los protagonistas se juran amor eterno colgando un candado en el Puente Milvio y tirando la llave al Tíber. "Es un libro sobre las ganas de volver a enamorarse tras el primer trauma sentimental. Buscaba una leyenda romana sobre el amor, pero no existía y la creé: uní la idea del candado de acero con la de lanzar su llave al río, algo definitivo", cuenta por teléfono. Desde entonces, miles de personas hacen lo mismo en toda Europa. En España hay 9.232 "candados del amor", según un mapa en la web de Moccia.

Acepto las críticas. El próximo libro hablará de gente normal"
Al principio no fue fácil. En 1991 Moccia escribió su primera novela, A tres metros sobre el cielo (Planeta, 2008), "la historia de un chico violento por culpa de una decepción familiar que encuentra el amor y cambia", resume Moccia. Nadie quiso publicarla. "Al final, una editorial pequeña me imprimió 1.500 copias por 1.500 euros. Las puse en venta en la librería de un amigo y se agotaron. Cuando volví a la editorial, para imprimir otras, había quebrado. Tiré la toalla". Pero los lectores empezaron a fotocopiar la novela y a pasársela de mano en mano, "hasta que un día encontré un mensaje en mi contestador: 'Si usted es Federico Moccia, llámeme". Era el productor Riccardo Tozzi y quería hacer un filme de A tres metros sobre el cielo.
En 2004, coincidiendo con el estreno de la película, se volvió a publicar el libro. Desde entonces ha habido 40 ediciones y los lectores se han multiplicado sin parar. Sus otras novelas, Perdona si te llamo amor, Tengo ganas de ti y Perdona pero quiero casarme contigo (Planeta), estuvieron varias semanas entre las más vendidas de España. "Los sentimientos son internacionales", razona el autor; "italianos y españoles tienen una sensibilidad parecida y las mujeres son igual de bellas".
El propio Moccia dirigió la versión cinematográfica de Perdona si te llamo amor, estrenada en España el 30 de abril. Hace dos semanas, terminó el rodaje de la adaptación española de A tres metros sobre el cielo. Llegará en diciembre a las salas. Su director, Fernando González (Fuga de cerebros), da fe del nivel de entrega de los fans del escritor: "Cada día recibía mensajes de lectores preguntando por qué iba a cambiar los nombres a los personajes, si mantendría el espíritu del libro…".
El amor es el protagonista en las novelas de Moccia. Para sus seguidores, un amor eterno y romántico. Para sus detractores —que se multiplican—, lleno de estereotipos. En Facebook abundan grupos que juegan con sus títulos: Perdona si te llamo horror, Vete a tres metros bajo tierra… Otro hasta afirma que Moccia es el anticristo. Él reacciona divertido: "Es normal que una moda nueva divida. Muchos de los que me critican lo hacen solo por estar en contra y ni se han leído los libros. Otras críticas, en cambio, sí son acertadas: por ejemplo, aquellas que dicen que siempre hablo de gente guapa y rica. El próximo libro tendrá protagonistas normales, más cercanos a la gente".
Los críticos literarios también albergan sus dudas. Algunos acusan a Moccia de llenar sus libros de ropa de moda y filosofía barata para captar a los chavales. De ser una operación de marketing. El crítico de cine italiano Paolo Mereghetti definió Perdona si te llamo amor como anticine.
El romano se echa a reír: "¡Vaya estrategia tener que esperar 12 años para que te publiquen una novela! Quien tiene una actitud romántica hacia la vida se identifica con mis libros, prescindiendo de la edad". Las sucursales de La Casa del Libro en Madrid, Sevilla y Valencia confirman lo evidente: que sus principales lectores son niñas adolescentes. "Es cuando se tienen más sueños y entusiasmo", argumenta. Y sobre los filmes añade: "Si los resultados son los de Perdona si te llamo amor, encantado de hacer anticine".


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