La frescura de los clásicos
Por José María Guelbenzu
Nuevas ediciones de Humphry Clinker, Bel Ami, Humillados y ofendidos, Caballería Roja, Banderas Negras... muestran la hondura extraordinaria de los relatos de Smollett, Maupassant, Dostoievski, Bábel, Strindberg y otros autores.
En el XVIII inglés, junto a Fielding,
Defoe y el excéntrico y genial Sterne, brilló con luz propia -y lo
sigue haciendo todavía- el escocés Tobias Smollett. Fue autor de varias
novelas en las que mostró la cara sórdida de una picaresca donde su
carácter pesimista se luce a fondo realzando la fealdad y brutalidad del
mundo; con una sola excepción: la que representa su muy divertida
novela La expedición de Humphry Clinker, una novela epistolar
donde relata el viaje por la Inglaterra del rey Jorge III, el rey loco,
de un caballero misántropo y atacado de gota como corresponde a su
dignidad de tal, el señor Matthew Bramble; un viaje en el que lo
acompañan sus sobrinos, su hermana solterona y un tal Humphry Clinker,
un mozo de cuadra abandonado al nacer que se les incorpora como criado.
La trama es simple, pero lo que convierte a esta obra en una delicia es
tanto el cuadro de costumbres y peripecias que retrata como las voces de
los diversos miembros del grupo que van contando y complementando desde
sus diversos puntos de vista el fascinante transcurso del viaje, todo
ello expuesto con un humor excelente para regocijo del lector.
Un siglo después, otro inglés, Charles Dickens -cuyo itinerante y maravilloso Pickwick emparenta con la no menos itinerante novela de Smollett- publica, entre Nicholas Nickleby y Cuento de Navidad, una novela peculiar, La tienda de antigüedades,
que, como las obras de su primera época, incide en el tono social y de
denuncia que lo caracterizaron. Se trata de una variante del tema de los
niños maltratados, utilizados y perseguidos que ya inició con su
aclamada Oliver Twist y que rematará con La pequeña Dorrit,
aunque este tipo de personaje no lo abandona nunca. La pequeña Nell es
una niña angelical que acompaña a su abuelo a lo largo de una serie de
desplazamientos mientras es perseguida por el malvado enano Daniel
Quilp. El peregrinaje, muestra de la importantísima influencia de
Cervantes en la novela inglesa desde el XVIII, ofrece, como en la novela
de Smollett, una variedad de personajes y situaciones extraordinarias.
Aún no estamos ante la hondura y calidad humana de sus grandes
personajes y secundarios ni de la densidad y complejidad de sus últimas
novelas, pero en su estructura y desarrollo está ya presente el poderío
novelesco del autor de David Copperfield. Es una de las novelas menos frecuentemente editadas en España y su lectura es una garantía de emoción y entretenimiento.
En lo que respecta a la lengua francesa, hay dos libros que destacan sobremanera. El primero es Bel Ami,
de Maupassant, en nueva y muy cuidada traducción, una historia bien
conocida que trata el tema del ascenso de un emergente en una sociedad
cerrada; del mismo modo que el desclasado Julian Sorel de Rojo y Negro
alcanza un lugar en la sociedad que no le pertenece por nacimiento
valiéndose de su cualidad de trepador y del camino que se le abre como
educador y seductor a partes iguales, el joven y guapo exmilitar Georges
Duroy inicia su sórdida ascensión social de trepador sin escrúpulos
como periodista, que era en la época el otro camino para hacerse un
hueco en la cerrada sociedad clasista. El relato de esa época y de esa
sociedad es estupendo; el héroe ya no pertenece al romanticismo sino al
más duro realismo y es de notar la formidable serie de personajes
femeninos que retrata. Por cierto que se acaba de publicar también una
antología de relatos de Maupassant, reunidos y traducidos por Mauro
Armiño, bajo el título Todas las mujeres donde aparecen los
personajes femeninos de sus cuentos haciendo un total de 73. Es una idea
excelente con un resultado soberbio.
El segundo autor francés es el prolífico y fascinante Jules Verne.
Esta vez nos lleva nada menos que hasta Transilvania donde vamos a
encontrarnos con un misterioso castillo abandonado que, de pronto, da
señales de vida. Una pareja complementaria -un guardabosques valeroso y
un atemorizado médico- se disponen a desentrañar el misterio de la torre
humeante y correrán aventuras netamente vernianas, esta vez de corte
sobrenatural, hasta el punto de que se ha venido a decir que la novela
anticipa el mundo de los zombis que tanto predicamento tiene en la
actualidad. Para que no falte de nada, un joven conde cree escuchar en
el mismo lugar la voz de su amada, una famosa cantante muerta en plena
representación. Amor, terror y leyenda se aúnan para ofrecer una
historia ciertamente atípica de este formidable inventor de historias.
Humillados y ofendidos es la primera novela propiamente
extensa de Fiódor Dostoievski. Anteriormente, Dostoievski había logrado
un gran éxito con su primera novela, Pobres gentes, a la que siguió El doble,
una obra maestra que nadie apreció (ni entonces ni ahora). Dostoievski
tomó el camino del radicalismo político, lo que le valió una condena a
ocho años de trabajos forzados en Siberia, donde, con inusitada
crueldad, fingieron fusilarle junto a sus compañeros, lo que le marcó
para siempre. A la vuelta de Siberia cuenta su terrible experiencia en Recuerdos de la casa de los muertos y posteriormente, convertido a una especie de cristianismo sui generis, escribe Humillados y ofendidos.
Es importante relacionar estas obras porque en todas ellas encontramos
el mismo asunto: el del hombre aplastado por la burocracia y el poder,
roto y desplazado, carente de todo consuelo. En realidad, Humillados y ofendidos
es una vuelta de tuerca al mundo de las "pobres gentes", pero escrita
después de su traumática experiencia y en ella se marcan las grandes
líneas de lo que será, en palabras de Nabokov, el "sentimentalismo
melodramático" que va a caracterizar toda su obra posterior.
El protagonista de la novela en un escritor que, como el propio
autor, ha publicado una primera novela con éxito y cuya incapacidad para
las relaciones sociales lo aíslan del mundo intelectual y literario. La
galería de personajes humillados es amplia y sugestiva: la novia que
abandona al escritor para fugarse con el hijo de un príncipe contra la
voluntad de los padres de éste; el padre de la novia, que vive con
vergüenza la fuga y la repudia; una niña a la que el escritor rescata de
las garras de una alcahueta... en fin, puro Dostoievski en una novela
que no está considerada entre las grandes, pero que está escrita con una
convicción y una compasión memorables.
Ruso es también Isaak Bábel. También como Dostoievski vio pronto
reconocida su obra y se mantuvo en buenas condiciones dentro del régimen
soviético gracias a la protección de Máximo Gorki, que lo admiraba. Caballería Roja,
su obra más famosa, es un conjunto de relatos que tienen como fondo su
propia experiencia al servicio del Ejército Rojo, primero en la defensa
de Petrogrado contra la Guardia Blanca del general Yudénich y luego en
la célebre Caballería Roja de Budionny en la guerra contra Polonia. Los
cuentos que integran este libro fueron publicados en 1924 y son una de
las cumbres de la literatura rusa del siglo XX. Dedicado al arte de
manera absorbente escribió relatos breves y luminosos, de apariencia
sencilla y rara intensidad, trabajados con un cuidado obsesivo, que
presentan personajes heroicos y complejos a la vez, con algunos toques
de erotismo; aunque están basados en la mencionada campaña de la
Caballería Roja se encuentran perfectamente fundidos en la ficción, por
lo que poseen una alta autonomía literaria. Leídos hoy, muestran una
frescura incomparable. A la muerte de Gorki, Bábel perdió todo apoyo y a
causa de una injusta acusación fue depurado y asesinado por la policía
de Stalin.
En Suecia no sólo se escribe macabra novela negra, como piensan
muchos hoy en día, sino alta literatura; tan alta como la que firma
August Strindberg, uno de los genios del siglo, autor dramático
excepcional que no dudó en tocar otros géneros como la novela.
Precisamente su última novela, que muchos juzgan testamentaria, se acaba
de publicar en España: Banderas Negras, un panfleto
particularmente cruel contra el mundo intelectual y literario de su
tiempo que no deja títere con cabeza. Strindberg tenía una personalidad
"que ofrecía componentes psicótico-paranoides que se manifestaban en la
relación con casi todas las personas de su entorno y que se agravaron en
alguna de sus crisis a causa del abuso del alcohol y los
estupefacientes". La novela posee manifiestas irregularidades de
estructura y a veces se apelmaza, pero en su escritura emerge un autor
cuya fuerza expresiva supera todos los obstáculos con una fuerza
satírica demoledora.
Sueco es también Hjalmar Söderberg, autor de una obra excepcional: Doctor Glas.
La publicó con escaso éxito Carlos Barral en formato bolsillo gracias a
la recomendación de Gabriel Ferrater, traductor de la misma. Los
editores han tenido el acierto de añadir como prólogo el informe de
lectura del propio Ferrater. Publicada en 1905, está escrita en forma de
diario por el propio doctor Glas, que cuenta cómo una atractiva mujer
-casada con un sacerdote al que no ama y cuya ansiedad sexual es
recibida por ella como una agresión permanente- se enamora de otro
hombre y reclama su ayuda para salir de la complicada situación; pero el
verdadero protagonista es el doctor Glas que, a cuenta de su
intervención, muestra una compleja personalidad brillantísimamente
desarrollada por Söderberg que acaba ahondando en la clásica relación
entre Eros y Tánatos.
Joaquim Maria Machado de Assis es un caso literario singular. Nació
en 1839 en Río de Janeiro, en una familia humilde; era nieto de
esclavos, mulato, epiléptico y tartamudo. Apenas pisó la escuela y fue
un completo autodidacta; su perseverancia y coraje lo convirtieron en el
más grande autor brasileño del siglo XIX llegando a fundar y presidir
la Academia Brasileira de Letras. Es autor de grandes novelas, como las Memorias póstumas de Bras Cubas, Quincas Borba o Don Casmurro. Como cuentista es contemporáneo de Maupassant y Chéjov, a los que antecede en el género. Estos Cuentos de madurez
son una antología de treinta relatos. En ellos Machado aborda una gran
variedad de temas, todos ellos referidos a los grandes asuntos que
sacuden el alma humana, como la avaricia, la envidia, la locura, el
sentido de la culpa, etcétera. En realidad, Machado es uno de los
fundadores del género cuento y, como tal, su audacia, sus
investigaciones formales, su variedad de recursos es apasionante y
refrescante a la vez. Un clásico indiscutible de obligada lectura.
Y siguiendo con cuentos, hablemos de dos antologías. La primera, al cuidado de Antonio José Navarro, es La cabeza de la Gorgona,
una colección de relatos que tienen por aglutinante lo monstruoso, la
concepción del monstruo concebido como una especie de contradicción con
el orden establecido, un enemigo de la normalidad, un engendro diabólico
y una visión absolutamente negativa de la vida. Los hombres-lobo, los
poseídos, la mujer pantera... todo el imaginario del horror de la
anormalidad nos es presentado aquí en una serie de relatos firmados por
maestros del género como Beresford o Langelaan o por inesperadas
sorpresas: ¿se imaginan ustedes a la Louisa May Alcott de Mujercitas relatando la historia de la maldición de una momia egipcia? Pioneros
es una antología de relatos norteamericanos del siglo XIX. Una
antología en la que no falta nadie con cuentos verdaderamente
representativos, nada de gato por liebre. Encabezados por el Rip van Winkle
de Irving, por aquí desfilan Hawthorne, Poe, Melville, Twain, Bierce,
James, Stephen Crane, London y Wharton, además de otros menos conocidos
en España como Sarah Orne Jewett, Mary Wilkins Freeman o Kate Chopin, de
quien encontrarán ustedes un comentario especialmente destacado en este
mismo artículo.
Quien no figura es un representante legendario del cuento
norteamericano, O. Henry, del que se publica aparte un libro de relatos
de tema neoyorquino bajo el título de La voz de Nueva York. Con
un excelente sentido del humor, una mordacidad llena de chispa y una
envidiable soltura, O. Henry escribió numerosos cuentos llenos de
encanto, dentro del orden establecido y, digámoslo así, "para todas las
almas" como el celebérrimo Regalo de reyes.
Bibliografía
La expedición de Humphry Clinker. Tobias Smollett. Traducción
de Miguel Temprano García. Mondadori. Barcelona, 2011. 456 páginas.
23,90 euros (electrónico: 15,99).
La tienda de antigüedades.
Charles Dickens. Traducción de Bernardo Moreno Carrillo. Nocturna
Ediciones. Madrid, 2011. 792 páginas. 27 euros.
Buen amigo (Bel Ami). Guy de Maupassant. Traducción de María Teresa Gallego Urrutia. Alba Editorial. Barcelona, 2011. 528 páginas. 26 euros.
Todas las mujeres. Guy de Maupassant. Traducción de Mauro Armiño. Siruela. Madrid, 2011. 800 páginas. 29,95 euros.
El castillo de los Cárpatos. Jules Verne. Traducción de Elena Bernardo Gil. Alba Editorial. Barcelona, 2011. 256 páginas. 22 euros.
Humillados y ofendidos.
Fiódor Dostoievski. Traducción de Fernando Otero y José Ignacio López
Fernández. Alba Editorial. Barcelona, 2011. 440 páginas. 28 euros.
Caballería Roja. Isaak Bábel. Traducción de Ricardo San Vicente. Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2011. 233 páginas. 17,50 euros.
Banderas Negras. August Strindberg. Traducción de Elda García-Posada. Funambulista. Madrid, 2011. 380 páginas. 23 euros.
Doctor Glas. Hjalmar Söderberg. Prólogo y traducción de Gabriel Ferrater. Alfabia. Barcelona, 2011. 204 páginas. 20 euros.
Cuentos de madurez.
J. M. Machado de Assis. Edición, traducción y prólogo de Bethania
Guerra de Lemos y Juan Bautista Rodríguez. Pre-Textos. Valencia, 2011.
462 páginas. 25 euros.
La cabeza de la Gorgona y otras composiciones terroríficas. Edición de Antonio José Navarro. Traducción de Marta Lila. Valdemar. Madrid, 2011. 496 páginas. 25 euros.
Pioneros. Cuentos norteamericanos del siglo XIX.
Ambrose Bierce, Kate Chopin, Stephen Crane, Nathaniel Hawthorne,
Washington Irving, Henry James, etcétera. Edición de Santiago Rodríguez
Guerrero-Strachan. Traducción de Ignacio Ibáñez Fernández. MenosCuarto.
Palencia, 2011. 432 páginas. 27 euros.
La voz de Nueva York. O. Henry. Traducción de María Teresa Sánchez Montesinos. Traspiés. Granada, 2011. 126 páginas. 14 euros.
Cuentos de Maupassant
Hjalmar Söderberg / La carne y el espíritu
Hjalmar Söderberg / El juego serio / Reseña
Hjalmar Söderberg / La carne y el espíritu
Hjalmar Söderberg / El juego serio / Reseña
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