jueves, 6 de noviembre de 2014

Jorge Zepada Patterson / Somos corresponsables de la corrupción


Jorge Zapeda, durante la presentación de su novela
 'Milena o el fémur más bello del mundo',
ayer en Madrid. /
 ALVARO GARCIA (EL PAÍS)

Jorge Zepeda Patterson 

“Somos corresponsables de la corrupción”

El ganador del Planeta da claves sobre su novela: 'Milena o el femur más bello del mundo'



La realidad se hizo ficción y fragmentos de la ficción realidad. La semana pasada Jorge Zepeda Patterson, director del periódico digital Sinembargo.mx, recibió amenazas de muerte por su labor periodística, ayer presentó su novela Milena o el fémur más bello del mundo y hoy, 6 de noviembre de 2014, empieza el desenlace en la propia historia que le mereció el 63º Premio Planeta. Y con ella la invitación a los lectores a la autocrítica frente a problemas como la corrupción política, el proxenetismo y el desmoronamiento de valores exacerbado por la globalización.
Son los temas de la segunda y premiada novela de este periodista, sociólogo y economista mexicano (Mazatlán, 1952) que llega hoy a las librerías de España y México, con más de 200.000 ejemplares. Un thriller sobre una red de trata de blancas y prostitución esclavizada de mujeres. Aquí protagonizada por Milena, una chica croata de 26 años que lleva secuestrada diez, de los 16 a los 26, cuya tragedia, por culpa de su belleza y sensualidad, se desenvuelve entre su país, Marbella y México, y cuyo penúltimo episodio es su intento de fuga.

No hay combate que valga contra las mafias mientras haya demandas millonarias sostenidas por gente de diferentes partes del mundo
“La globalización ha exacerbado la peor cara de la prostitución. No hay combate que valga contra las mafias mientras haya demandas millonarias sostenidas por gente de diferentes partes del mundo. Somos corresponsables de la corrupción”, se lamenta Zepeda, que ha hecho una larga investigación sobre el tema durante años y que empieza así su novela:
“No era el primer hombre que moría en brazos de Milena, pero sí el primero que lo hacía por causas naturales. Aquellos a los que había asesinado no dejaron rastro ni remordimiento en su ánimo. Ahora, en cambio, la muerte de su amante la sumía en la desolación”.
Jorge Zepeda

Una montaña rusa de acontecimientos sucede a este arranque en una historia, narrada de manera coral, que busca liberar a Milena y resolver un enigma con la entrada en acción de los Azules, tres amigos de la anterior novela de Zepeda, Los corruptores (Destino), una política, un periodista y un especialista en seguridad.
Más que una novela de denuncia, Jorge Zepeda muestra la despiadada e inimaginable realidad de ese submundo al servicio del poder. Describe, cuenta como un testigo, y con ese retrato increpa al lector sobre los grados de responsabilidad en la podredumbre del tejido social que permite el éxito de mafias como esa y otras.

La corrupción se ha convertido en el ambiente de la sociedad. Es tan vieja como la misma prostitución que hoy encuentra un caldo de cultivo en una sociedad que premia el cinismo y el éxito rápido
Más que un subgénero literario, afirma el autor, “la corrupción se ha convertido en el ambiente de la sociedad. Es tan vieja como la misma prostitución que hoy encuentra un caldo de cultivo en una sociedad que premia el cinismo y el éxito rápido. Es parte de la cultura globalizante que arrasa con el desplome de los códigos morales como consecuencia de las exigencias sociales”.
Y el horizonte parece más resquebrajado. Alerta Zepeda de las alianzas entre las mafias. Una sincronización del lado oscuro con piezas que otrora eran impensables. En México, advierte “todo es más complicado porque los cárteles de la droga han entrado en el negocio del proxenetismo”. Mientras, el periodismo de denuncia intenta ser amordazado. Un episodio parecido al que escribe en la novela le acaba de suceder al escritor con las amenazas recibidas por otras investigaciones que realiza desde Sinembargo.mx.
El periodismo es otro de los pilares de Milena o el femur más bello del mundo. La resolución de la trama se hace, prácticamente, desde un periódico, bajo la dirección de uno de los tres Azules. “Debemos regresar a las mejores prácticas del oficio, y dar puntos de vista distintos para que el lector tenga una visión del mundo más completa y tome decisiones”, dice este periodista con más de 30 años en la profesión, que fue director fundador de los periódicos Siglo XXI y Público, de Guadalajara, y director de El Universal. Por eso reivindica “la función del curador en las informaciones. En un mundo con millones de accesos a las noticias más que nunca se necesita del prescriptor, del curador, de alguien que oriente y dé los elementos para aprender a valorar un hecho”.

En un mundo con millones de accesos a las noticias más que nunca se necesita del prescriptor, del curador, de alguien que oriente y dé los elementos para aprender a valorar un hecho
Recuerda que, como en su novela, el periodista crítico siempre es amenazado por el poder. Advierte que Internet es el nuevo escenario de esa batalla, como le está ocurriendo a su medio digital: “Usan la Red para desprestigiar y de ahí en adelante”. Sobre los asesinatos y desapariciones en Iguala, cree que el gobierno mexicano no ha reaccionado a la altura. “Parece que cada mes inauguramos una cota más de inverosimilitud”, dice, y añade que espera que en España no suceda lo mismo tras la cascada de corrupciones destapadas.
La novela le sirvió, también, para ajustar cuentas sobre lo que sucede entre las bambalinas del poder. Todo eso para una historia que describe un tejido social que tiende a pudrirse pero con unos hilos sentimentales y amorosos esenciales para el devenir de la narración y sus personajes.
Detrás de Milena o el fémur más bello del mundo hay dos autores. En el primero de ellos están las influencias de los clásicos de la novela negra hasta los Connolly, Chandler y, “de manera muy consciente Stieg Larsson, muy bueno y eficaz, pero como los muebles de Ikea: gusta a todos, pero a sus novelas les falta sensualidad, cultura mediterránea y sentido del humor. Lo que he pretendido es dar más verosimilitud y humanizar los personajes con sus matices”. Detrás del segundo autor está el Zepeda más auténtico. Son los textos que la protagonista escribe a lo largo de su cautiverio dispersos en la novela a manera de faros, “los pasajes más literarios donde los hombres dan las razones de por qué recurren a la prostitución. Buscan justificarse”.
Lo que Milena escribe son las páginas de las que más orgulloso se siente Jorge Zepeda Patterson. Con una historia tan vieja como la humanidad que sirve para mostrar cómo el presente “ha hecho casi anacrónica la sinceridad y la honestidad”.


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