‘Blade Runner’
30 años de búsqueda de humanidad
En 1982 Ridley Scott estableció las pautas de la nueva ciencia ficción
Tres décadas después, el cineasta prepara una nueva película ambientada en su clásico
ÁLVARO P. RUIZ DE ELVIRA Madrid 28 JUN 2012 - 20:35 CET
La identidad, el temor, los dioses (como creadores o padres), la rebelión contra estos, la humanidad y la tecnología al servicio del hombre son las ideas con las que Ridley Scott ha formado su universo de ciencia ficción con el que sorprendió hace décadas con dos hitos de la cinematografía: Alien (1979) y Blade runner (1982). Temas que continuará explorando en Prometheus y en una nueva película ambientada en el mundo de Blade runner. "Está ocurriendo. Está en proceso de evolución", aseguró Scott. El 25 de junio se cumplieron 30 años del estreno en Estados Unidos de esta última. Han pasado tres décadas en las que esta película se ha afianzado como el pedestal de parte de la ciencia ficción posterior, tanto en la gran pantalla como en la literatura.
En el cine actual no es fácil encontrar una película de estas características, que sorprenda, que aporte algo nuevo y que logre permanecer. Y con muchos detractores también, por supuesto, que acusan al cineasta británico de preocuparse más por lo visual que por el contenido. Scott logró todo esto hace 30 años con la adaptación de la novela de Philipp K. Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?(1968) y la clara influencia de la obra maestra de Fritz Lang Metrópolis (1927), las publicaciones de los artistas de la revista Metal Huriant (en especial las visiones futuristas de Moebius), la sensación de vacuidad representada en el cuadro Nighthawks, de Hopper. y las películas de cine negro de Hollywood. Scott dijo cuando se estrenó la película en 1982 que era una historia "ambientada dentro de 40 años hecha con el estilo de hace cuarenta años".
Del trabajo de K. Dick, los guionistas y Scott tomaron la idea de un cazarrecompensas acabado, deprimido y frío —casi inhumano— que trabaja para la policía matando (retirar es el verbo usado en la película) androides ilegales que pretenden ser lo más humanos posibles. Algunos detalles permanecen entre libro y filme: el ambiente posapocalíptico de Los Ángeles (en la novela es San Francisco), la idea de que apenas quedan animales vivos y hay que crearlos artificialmente y, por supuesto, la confrontación entre lo que es humano y lo que no. Todo esto, aderezado con la sugerente música de Vangelis y la maestría de Scott y su equipo en el trabajo visual han hecho de Blade Runner una de las obras cumbre del género, pese a las numerosas críticas que recibió, y sigue recibiendo.
Su estreno en 1982 no fue afortunado. Tras la gran sorpresa de Alien, la nueva película de Scott levantó una expectación que se fue apagando al ser tildada de lenta y falta de acción. Con Harrison Ford como protagonista, parte del público esperaba un filme de aventuras al estilo de La guerra de las galaxias o Indiana Jones. También tuvo la mala suerte de estrenarse el mismo fin de semana que La cosa, de John Carpenter, y solo dos semanas después del gran bombazo de principios de los 80, E.T., el extraterrestre, de Steven Spielberg. Tampoco ayudó la imposición del estudio de incluir una voz en off, la del personaje de Harrison Ford, explicando la trama con un tono a lo Philip Marlowe que fue quitada a posteriori. Scott y Ford siempre han renegado de ese aspecto de la película y han defendido el último montaje de la misma en el que incluso se cambió el final feliz por uno más ambiguo.
30 años después son decenas las películas que se han basado en Blade Runner, desde su ambiente opresivo —en el que siempre llueve, siempre es de noche y las calles están sobrepobladas— hasta la suciedad y abandono de la ciudad pasando por un mundo dominado por asiáticos e hispanos y donde la publicidad y los neones son parte intrínseca del paisaje urbanístico. La lista es larga, pero se pueden destacar Matrix, El quinto elemento (que contó también con las ideas de Moebius), Ghost in the shell, Robocop o Batman begins.
Queda por ver por qué caminos quiere Scott volver al universo de Blade Runner. Desde hace años son numerosos los rumores en Internet y en la prensa especializada al respecto y todo apunta a que conoceremos cómo es la vida fuera de la Tierra, en las colonias humanas donde los replicantes (los androides) son usados como esclavos. Igual veremos cómo arden las naves más allá de Orión.
Rutger Hauer |
Ciencia ficción y fantasía en 1982
Tras el éxito de La guerra de las galaxias (1977), Alien (1979), El imperio contraataca (1980) e Indiana Jones y el arca perdida (1981), los géneros de ciencia ficción y fantasía coparon las mentes e imaginaciones del público joven. 1982 fue un año que los seguidores de este tipo de películas adoran. Llegaron a las pantallas clásicos (cada uno a su forma) como E.T., La cosa, Tron, Poltergeist, Conan, Creepshow, Star Trek II, Cristal oscuro y la propia Blade Runner. Un año redondo solo igualado en 1985 con Regreso al futuro, Los Goonies, Brasil, Enemigo mío, Cocoon, Lady Halcón, Mad Max, Re-Animator, El secreto de la pirámide y Exploradores. ¿Sería posible repetir años como estos?
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