Miguel Ángel López
UN MONSTRUO EN MI PIEZA
En mi pieza hay un monstruo. No está siempre. Aparece de noche, bueno, algunas noches. Se esconde en las esquinas oscuras y desde ahí me observa. No dice nada, y tampoco me deja decir nada mí. Me obliga a guardar silencio bajo amenazas.
Una vez le quise contar a mi mamá, pero la vi tan preocupada y tan triste, que mejor me callé la boca. ¿Mira si el monstruo después la lastima?
Porque él me dice eso, se pone cerquita de mi oído y me susurra que si digo algo, le van a pasar cosas feas a mi mamá, y yo no quiero eso, así que aguanto.
Pero me da miedo, mucho miedo. A veces lloro porque no quiero ir a dormir, o no me quiero quedar sola, pero mi mamá me manda igual. A veces me acompaña y revisa debajo la cama y en los rincones, y me dice: ¿Ves? ¡No hay nada acá!, pero cuando ella se duerme, aparece el monstruo y me atrapa.
Tanto miedo tengo, que hoy no me aguanté las ganas de hacer pis. La seño me llevó a cambiarme y me hicieron muchas preguntas. También hice dibujitos y me hicieron jugar con unos muñecos.
Llamaron a mi mamá y me llevó a casa de mi tía. Estaba triste. Se le veía en los ojos que había llorado. A mí no me gusta molestarla así que no le pregunté nada. Me quedé con la tía, que también estaba preocupada. Se le notaba en la cara. Me ofrecía muchas cosas todo el tiempo, y hasta me pareció que se puso a llorar en un momento.
Esa noche, en la casa de mi tía, dormí re tranquila: me dejaron tener la luz prendida y ya no sentí miedo a que viniera el monstruo.
Sabía que no iba a aparecer porque nunca viene cuando la luz está prendida.
Cuando la luz está prendida, el monstruo se queda al lado de mi mamá, y le dice “mi amor”.
Miguel Ángel Lopez
Aranjuez, Medellín.
Cuento ganador de un concurso en Colombia en 2022.
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