Broncia Koller-Pinell / La pintora que brilló hace un siglo
El óleo se exhibe junto a una serie de témperas que Schiele realizó durante su estancia en Oberwaltersdorf. A su lado están los obituarios de Edith y Egon Schiele que conservó la familia. Murieron con apenas tres días de diferencia ese mismo otoño durante la epidemia de gripe. Klimt lo había hecho en febrero. “El 31 de agosto —escribió Silvia Koller en su diario—, ¡exactamente hace dos meses!, él [Egon Schiele] me dibujó mientras yo dibujaba a su mujer. Nunca nos atrevimos a dibujarle, aunque tal vez le hubiera gustado sentarse a nuestro lado; las veladas después de cenar siempre eran muy agradables”.
La figura que más influyó en Koller-Pinell fue Klimt. La disolución del grupo de la Kunstschau en 1932 aisló a la artista de su prestigioso círculo artístico. Como mujer y judía tenía prohibido el acceso a la Secesión. “La atmósfera antisemita de la década de 1930, el giro nacionalsocialista y el vacilante redescubrimiento de su obra hicieron que su representación en los museos fuera tardía. Con esta exposición individual mostramos la calidad de su pintura y recordamos su importante contribución a la escena artística de la Viena de 1900″, dice la directora del Belvedere, Stella Rollig.
El óleo 'Silvia Koller con jaula', de Koller Pinell.MUSEO BELVEDERE DE VIENA
Su carrera fue marginada primero por el austrofascismo, después por el nazismo y por una sociedad conservadora tras el final de la Segunda Guerra Mundial que no halló los motivos para despertar la obra de una mujer artista judía. El Belvedere no adquirió su primera obra, La cosecha (1908), hasta 1961. El desdén se prolongó hasta finales del siglo XX. En 1980 el periodista del diario Kurier Jan Tabor presentó una exposición de Koller-Pinell como “las obras de arte de un ama de casa pintora”. Ese año la historiadora de arte Sieglinde Baumgartner defendió su tesis doctoral en la Universidad de Salzburgo con el título Broncia Koller-Pinell. 1863-1934. Una pintora austriaca entre el diletantismo y la profesión.
La comisaria de la antológica, Katharina Lovecky, responde: “Una diletante no hubiera expuesto sin interrupción entre 1890 y 1931 en las principales muestras de arte de Viena, Múnich, Chicago, Varsovia o Roma, por citar solo algunas de las metrópolis donde exhibió su pintura, y donde también formó parte de los comités de selección”.
Retrato de Anna Mahler pintado por Koller-Pinell.MUSEO BELVEDERE DE VIENA
En los últimos años se han celebrado dos exposiciones que arrojan luz sobre las mujeres artistas en Viena: The Better Half en 2017en el Museo Judío y City of Women en 2019 en el Belvedere. “Estas dos exposiciones”, explica Lovecky, “han sido declaraciones feministas contra la falta de resonancia que padecieron las artistas debido al borrado del régimen nazi y el tiempo posterior. La obra de Koller-Pinell se exhibió en ambas citas, lo que ha contribuido a encender el interés por ella”. El apagón nazi fue eficaz: durante los preparativos de la segunda muestra colectiva se encontró por azar Frühmarkt en los fondos del Belvedere (la galería nacional de arte austriaco, no lo olvidemos, y por tanto en manos nazis durante el Tercer Reich), un óleo de 1907 de Koller-Pinell que se creía perdido. Un crítico coetáneo de la artista lo comparó con la obra de Pieter Brueghel el Viejo. Fue cuando Broncia Koller-Pinell brillaba en el modernismo vienés.
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