Marlon Brando cumplió 100 años. Aquí lo vemos en La Habana tocando tumbadora, en una de sus visitas en los años 50, siendo ya todo un mito. De pie, le observa Guillermo Cabrera Infante. |
Marlon Brando, centenario
Están en el hotel Packard y Cabrera Infante lo entrevista para la revista Carteles. “Por un momento siento una fuerte sensación de irrealidad. Frente a mí está el mejor actor de Hollywood y uno de los primeros del mundo contestando mis preguntas”, escribe. “Tiene fama de huraño y de tener malas pulgas con los periodistas, y todavía no me ha mordido”.
—La tumbadora es una verdadera ganga, dice Marlon, noventa pesos. Es cara para un cubano, pero para un americano es muy barata, siendo un turista.
Mira a Pepe Agraz (al autor de las fotos) y sonríe:
—Yo tengo seis congas más como esta. I just love tumbadoras!
—¿Por qué no ha comprado unos bongoes de los grandes, no este de juguete?
—Oh, este es un regalo. A mí no me gustan los bongoes. Además, tengo un par en Hollywood.
La entrevista continuó, en un segundo momento, en la noche, en uno de los cabaret de la playa: El Chori. Y en ella Caín asegura: "Brando desempaca la tumbadora y comienza a tocar, desentendiéndose de Agraz y de mí. Toca concentrada, furiosamente. En su actitud tensa y ágil y en el sonido del parche aparece la técnica de un verdadero profesional de la tumbadora. Brando parece saberlo y sigue tocando".
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