jueves, 25 de abril de 2024

Triunfo Arciniegas / El dragón viejo

 




Triunfo Arciniegas

EL DRAGÓN VIEJO Y LOS SECRETOS DEL GUARAPO


1

En algún momento de la conversación alrededor de ‘El dragón viejo’, anoche, en Babel, Margarita Valencia mencionó la calidad de editoras que he tenido y estoy absolutamente de acuerdo: María Osorio Caminata, María Fernanda Paz Castillo, la misma Margarita, que fue la primera, y Karen Coeman, en México. Un absoluto privilegio. Luego, cuando le dije que guarapo y herrería van juntos, Margarita me detuvo para que le explicara los misterios de la fermentación, la supia, la panela y el calabazo. Le pregunté si nunca había bebido guarapo y confesó que no. María tampoco. Asombrado, confirmé una terrible equivocación: confié en editoras que no son guaraperas. La damas vienen del whisky y el dedo parado. Pero ya es demasiado tarde para volver a empezar.


2

En ‘El dragón viejo’, el viaje del herrero y su pequeño hijo es la síntesis de los numerosos viajes que hicimos durante mi infancia a vender herradura y herramientas a los pueblos cercanos a Málaga. Pero la noche en casa del maestro Manuel y su negra es inventada. Dejé la interpretación al antojo del lector: o el padre y la negra se pasaron la noche atendiendo el parto de la perra o haciendo perradas. Yo me inclino por la primera opción. Margarita, Silvia, las Marías y el resto me trataron de ingenuo y se burlaron en mi cara. Hoy ya no sé qué pensar. 


3

Lo cierto es que si ‘El dragón viejo’, es la primera historia de ‘Muertas de amor’, la negra es otra de las muertas, y apoyaría la versión de las mujeres que anoche se burlaron de mi ingenuidad. Voy a preguntarle a la misma negra. Le voy a decir que se ponga la mano en el corazón o donde sea y que me diga la verdad. 


Bogotá, 24 de abril de 2024



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