Si a la lucha contra el paso de los años se le suma la fama y la presión por aparentar que se es más joven de lo que en realidad se es, el resultado final da celebridades con aspectos irreconocibles. Esta búsqueda de la eterna juventud ha llevado a muchos famosos a convertirse en uno verdaderos adictos a la cirugía.
Hacemos un repaso a las imágenes de algunas celebridades a las que se les fue la mano con el botox, la cirugía o el maquillaje.
Demi Moore no se resigna en su lucha por lucir siempre joven. Hace unos años algunos medios informaron de que la actriz se había gastado más de 350.000 euros en retoques estéticos.
Melanie Griffith es otra de las actrices que ha reconocido ser adicta a los retoques estéticos en especial a las inyecciones de colágeno en sus labios y sus múltiples cirugías en pómulos y nariz.
Cher también ha buscado por todos los medios eliminar las arrugas de su rostro. Hace unos años, confesó que se había hecho al menos unas 20 operaciones.
Pero la celebridad que más cambió a lo largo de su vida fue Michael Jackson. El rey del pop fue más allá y no solo se retocó la nariz, la barbilla, las cejas y la boca, Jackson también se sometió a un proceso para blanquear su piel.
La actriz de El Diario de Bridget Jones Renée Zellweger lució irreconocible en una entrega de premios en Hollywood. La intérprete es famosa por cambiar su aspecto en cada película pero esa vez no fue una caracterización sino una cirugía en su rostro lo que llevó a cabo. Más tarde Zellweger aseguró que no se había hecho nada y que el cambio se debía solo a que llevaba una vida más saludable y era más feliz que nunca.
Uma Thurman no se sometió a una cirugía estética pero un mal maquillaje causó un gran revuelo en las redes sociales. El escándalo sobre su "nuevo rostro", llevó a la actriz a pronunciarse y defenderse de las críticas. "Creo que a nadie le ha gustado mi maquillaje", dijo al respecto en el programa de televisión Today, de la NBC. Allí también aprovechó la ocasión para asegurar que no se había sometido a ningún tipo de cirugía.
Meg Ryan ha cambiado tanto en 20 años que poco queda del rostro de la chica dulce de la cinta Tienes un e-mail. Ryan comenzó a coquetear con los retoques estéticos hasta llegar al punto de no retorno. Cejas, pómulos, labios, nada se parece a lo que fue.
Nicole Kidman se une al club de las "mal maquilladas", que encabeza Uma Thurman. La actriz, sorprendió hace unas semanas al público con un rostro notablemente cambiado que la prensa estadounidense atribuye al excesivo uso de productos cosméticos. La desafortunada elección de Kidman ha recordado una vieja adicción de la actriz: la cirugía estética y el uso de botox que ella misma ha llegado a lamentar.
Mickey Rourke en los ochenta fue sex symbol. Ahora, a sus 62 años, nada queda de aquella cara de chico malo que a tantas mujeres conquistó. El actor se volvió adicto al bisturí. Comenzó corrigiendo lo que él consideraba defectos de la vejez pero el resultado final ha sido un rostro completamente diferente.
La diseñadora Donatella Versace huye de la vejez, motivo por el que se rinde ante la continua intervención de la cirugía estética para intentar disimular el paso de los años. Con tantas operaciones a su espalda, Versace se ha convertido en uno de los íconos de botox y el colágeno.
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