lunes, 27 de julio de 2015

Alejandro Cartagena / Camino del trabajo

Alejandro Cartagena

Camino del trabajo

Alejandro Cartagena capturó a los que comparten vehículo para ir a San Pedro (México)


Foto de la serie 'Carpoolers'. / ALEJANDRO CARTAGENA
Cuando su familia se estableció en México, procedente de República Dominicana, Alejandro Cartagena, nacido en 1977, era un adolescente que mitigaba el dolor del desarraigo mirando álbumes familiares durante horas. Esa memoria del pasado le sirvió de "anestesia contra el desprendimiento", recuerda. Fue su primer acercamiento a la imagen. Después, por mera curiosidad comenzó a acudir a talleres de fotografía hasta que encontró a un maestro, Gerardo Montiel Klint, que le "hizo despertar" y renunciar al trabajo que tenía entonces en un restaurante familiar en el que hacía de todo. "Detestaba los problemas con los clientes. Eso, mejor lejitos".


La inmersión definitiva en la fotografía llegó cuando entró a trabajar en la Fototeca de Monterrey, la ciudad donde vive. Allí pasó un lustro sobre todo escaneando negativos e imprimiendo fotos. "Fue una formación no buscada del todo, pero efectiva", subraya. Solo de Eugenio Espino-Barros engulló su obra completa, unas 3.000 imágenes a lo largo de un año.
Quizás por su pasado de joven aislado en un país extraño, sus primeros disparos fueron autorretratos. "No sabía quién era, ni qué hacer. Estaba en crisis". De ahí se abrió a fotografiar paisajes y a hacer retratos. "Fue la búsqueda del otro para formarme como ser humano". Así llegó hasta Carpoolers, que fue parte de un extenso proyecto que principió en 2006 sobre los suburbios de Monterrey, entre ellos el de San Pedro, "una ciudad rica a la que acuden a diario muchos trabajadores".


Carpoolers —plasmado en un fotolibro que puede verse en la Biblioteca Nacional hasta el 4 de octubre en la exposición Los mejores libros de fotografía del año, dentro de PHotoEspaña— es una colección de imágenes realizadas en 2011-12 sobre una forma rápida y barata de ir y volver de trabajar. "Donde viven estas personas no hay metro, ni llegan camiones de transporte y es peligroso". Para lograr su objetivo, Cartagena se situaba entre las 7 y las 9 de la mañana en un puente para peatones que cruza la avenida principal de San Pedro, y esperaba el paso de las furgonetas para sacar medio cuerpo al vacío. En esta imagen, dos de los individuos miran distraídos mientras el tercero consulta su móvil.


De su oficio a Cartagena —participante en más de 100 exposiciones en todo el mundo— le interesa "saber cómo viven las personas", pero en este caso buscó un tema que le era conocido: "Traía esta idea en mi cabeza porque de chiquito lo veía con mi abuelo. Él era dueño de una de estas camionetas".


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