Amy Winehouse acude al tribunal de Westminster, en Londres Marzo de 2009 |
No más desmayos en portada
Amy Winehouse, hospitalizada y lejos de los fotógrafos por orden judicial
NEREA PÉREZ Madrid 5 MAY 2009
Amy Winehouse no logra mantenerse mucho tiempo lejos de los médicos. La cantante inglesa fue hospitalizada ayer en la isla de Santa Lucía por un desmayo producido por una deshidratación, según ha informado su portavoz. Esta vez la culpa la han tenido las altas temperaturas de la isla caribeña, en la que Winehouse tiene una casa y pasa largas temporadas, y no los frecuentes excesos de la cantante, que la hacen pasar más tiempo en observación médica que sobre los escenarios.
Pero a partir de ahora la prensa lo va a tener más difícil para seguir sus problemas de salud sea cual sea su causa. La cantante ha ganado una batalla judicial contra los paparazzi, que deberán mantenerse, como mínimo, a 100 metros de distancia de su nuevo domicilio en Londres. La justicia inglesa le ha dado la razón en una querella interpuesta contra la principal agencia de fotógrafos que abastece a los tabloides ingleses, Big Pictures. Los periodistas de esta agencia y cualquiera que fotografíe a Winehouse en su casa, incluso en las de su familia y amigos, se enfrentará a acciones legales.
Esta decisión de la cantante de acudir a los tribunales refleja una tendencia de los famosos de denunciar a los fotógrafos cuando consideran que se vulnera su derecho a la intimidad, y no contra los periódicos que publican estas fotografías. La cantante Lily Allen y la actriz Sienna Miller también han interpuesto y ganado sendas querellas antiacoso contra los paparazzi.
En el caso de Winehouse, los tabloides ingleses han hecho un seguimiento prácticamente diario de sus juergas, problemas de salud y altibajos sentimentales con su marido -parece que por poco tiempo-, Blake Fiedler-Civil, desde que publicó su segundo disco. Fuentes cercanas a la cantante han dicho que la presencia de los fotógrafos pone en peligro su seguridad, según el diario inglés The Guardian:"Cada vez que sube a su coche es perseguida y zarandeada. Esto es peligroso para ella y para la gente que la rodea". La queja resulta algo paradójica, ya que, a juzgar por sus hábitos autodestructivos, Winehouse no parece la mayor defensora de su propia integridad física
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