miércoles, 14 de enero de 2015

Una hora de Internet en Cuba cuesta cuatro dólares y medio

Un hombre accede a Internet desde una de las oficinas habilitadas. / AP

Internet cubano a precios del “imperio”

Pese a todo, la tasa de conectividad es la más baja de América Latina

La ventana a la web se ha abierto en la isla este martes

MAYE PRIMERA Miami 5 JUN 2013 - 04:18 CET

“Una hora de Internet equivale más o menos a lo que gasto en una semana en comer”, explica el bloguero cubano Henry Constantin al otro lado de la línea del teléfono. El mismo teléfono celular que aún utiliza para navegar a ciegas en Internet porque el dinero no le alcanza para visitar alguno de los 118 centros públicos de conexión a Internet que este martes ha inaugurado el Gobierno de Raúl Castro en toda la isla, y por pura precaución. Porque una de las reglas establecidas por el Estado para el uso de estas salas dice claramente: “No usar para realizar acciones que puedan considerarse (…) como dañinas o perjudiciales para la seguridad pública, la integridad, la economía, la independencia y la soberanía nacional”. Y los mensajes que publica Constantin en su blog y en su cuenta de Twitter  han sido considerados como eso: dañinos y perjudiciales.
Constantin vive en Camagüey: la capital de la provincia centro-oriental de Cuba que lleva el mismo nombre, donde ayer comenzaron a operar cinco nuevas salas de Internet administradas por la estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa). Allí se ofrecen tres tipos de servicios, con tres tarifas: una hora de navegación en internacional por Internet cuesta 4,5 pesos cubanos convertibles, que equivalen a 4,5 dólares estadounidenses; una hora de navegación por la intranet nacional, con activación de correo electrónico internacional, 1,5 pesos convertibles; y una hora de navegación en la intranet nacional, son 0,60 pesos convertibles.
“Uno pasa en bicicleta y ve que el público que hay allí es mínimo. Esos precios solo los puede pagar quien tiene familiares o amigos en el extranjero que les envíen dinero para recargar las tarjetas”, sigue Constantin. El servicio funciona a través de tarjetas de prepago que expiran en 30 días o mediante la contratación de una cuenta internacional de correo webmail que almacena hasta 50 megabytes de información siempre y cuando sea recargada al menos cada dos meses. “Lo que hace la mayoría es aprovechar la opción del correo electrónico, que tiene un precio menor que el de navegación. Pero hay que usar el servicio con reservas, porque se sabe que estos lugares están controlados por el Estado”.
Todavía hay sitios prohibidos. Desde que el Gobierno de los hermanos Castro admitió las conexiones a Internet desde hoteles y oficinas de correo, hay páginas de Internet que permanecen bloqueadas a la consulta. Revolico.com es una de ellas: una plataforma cubana, creada inicialmente para promocionar la compra-venta de equipos usados de computación, donde ahora se anuncian desde ventas de zapatos hasta ofertas de gimnasios. Sin embargo, ayer los cubanos pudieron navegar por las ediciones electrónicas de diarios internacionales y de blogs locales anteriormente vedados, como la edición electrónica del diario cubano-americano El Nuevo Herald y los portaleswww.vocescubanas.com y www.desdecuba.com, que alojan los blogs de decenas de cubanos disidentes, unos más modestos, como el de Henry Constantin, y otros que han alcanzado popularidad global, comoGeneración Y, escrito la ciberactivista Yoani Sánchez. “#Cuba A pesar d altos precios, letra chica en el contrato e imposibilidad d acceso doméstico, hay q ocupar estas pequeñas grietas en el muro”, escribióYoani Sánchez en su cuenta de Twitter, luego de visitar la sala de conexión habilitada en la calle 17 de El Vedado, en La Habana.
Aunque la tasa de conectividad de Cuba es la más baja de América Latina (3%), Internet se ha convertido en un nuevo campo de batalla política para los cubanos durante los últimos años. “Con Internet hay que hacer como pidió el Che que hiciéramos con las universidades: pintarla de negro, de mulato, de obrero y de campesino. (…) Un objetivo del Gobierno norteamericano es impedirnos el acceso a estas tecnologías y limitarnos los recursos financieros para obtenerlas, mientras gasta decenas de millones de dólares en facilitárselos a la quinta columna que alimenta aquí para que usurpe la expresión de los cubanos”, decía este martes el bloguero pro-castrista Iroel Sánchez en una entrevista con el diario oficial Juventud Rebelde, a propósito de la publicación de su libro titulado Sospechas y disidencias: una mirada cubana en la red. La obra es un compendio de entradas que Iroel Sánchez ha publicado en su blog, La pupila insomne, desde julio 2010 y hasta tres veces por día. El autor comparte la tesis del Gobierno de los hermanos Castro, que ha atribuye limitaciones de conectividad de la isla al embargo económico que mantiene Estados Unidos en su contra desde la década de los sesenta del siglo XX y que blogueros como Yoani Sánchez o como Henry Constantin son financiados por “el imperio”.
La ventana a la web que se ha abierto en Cuba este martes, sostiene el Gobierno, ha sido posible gracias al tendido de un cable submarino de fibra óptica, de 1.600 kilómetros de largo y a un costo de 70 millones de dólares, que conecta a Cuba con Venezuela y Jamaica. La instalación del cable terminó en febrero de 2011, pero este comenzó a funcionar el pasado 24 de enero. Según dijo el viceministro de Comunicaciones de Cuba, Wilfredo González, al día siguiente de anunciar la apertura al público de los centros de conexión que abrieron sus puertas este martes, las únicas limitaciones al uso privado de internet en Cuba responden a razones “tecnológicas y financieras”.

Una hora de Internet en Cuba: 4,5 dólares

El Gobierno cubano anuncia la ampliación del acceso público a la Red con la apertura de 118 nuevos centros de conexión, que comenzarán a operar el 4 de junio

Con un mes completo de salario, un cubano medio podrá conectarse cuatro horas y media



Un local con acceso a Internet para turistas, en La Habana. / AP (ARCHIVO)







Una hora de navegación internacional por Internet: 4,5 pesos cubanos convertibles (4,5 dólares estadounidenses). Una hora de navegación nacional por Internet, con activación de correo electrónico internacional: 1,5 pesos convertibles. Una hora de navegación nacional: 0,60 pesos convertibles. Estas son las tarifas que cobrarán los 118 nuevos centros de conexión estatales que comenzarán a operar en Cuba el próximo 4 de junio, como parte del plan de ampliación del acceso público a Internet anunciado este martes por el Gobierno de Raúl Castro. Así, con un mes completo de salario, un cubano promedio podrá comprar cuatro horas y media de conexión a la Red.
El oferta de estos centros de conexión incluirá el acceso a casi todos los servicios que permitan la velocidad de conexión -de dos megabits- y las regulaciones establecidas por el Gobierno en la resolución número 182, publicada el pasado lunes 27. Habrá acceso a salas de chat, redes sociales, descarga y envío de archivos en diversos formatos, consulta de sitios web, acceso a correos electrónicos internacionales; pero quedan exceptuadas las llamadas de voz. Las cuentas internacionales de correo que ofrece la estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) estarán bajo el dominio @nauta.cu: un servicio de webmail con capacidad de almacenaje de 50 megabytes; la información que se envíe a través de ellas estará disponible para el usuario solo durante dos meses posteriores a la última recarga de saldo de la cuenta. Las nuevas salas serán administradas por la estatal Etecsa, que gestiona los 200 centros de conexión que ya funcionaban en hoteles y oficinas de correo.
La noticia de la ampliación del acceso público al ciberespacio fue recibida con reservas por los ciberactivistas cubanos, que han hecho de las redes sociales su tribuna. “Ahora, con 1/3 del salario mensual, compramos 1 hora de mala #Internet”, escribió este 28 de mayo el bloguero Henry Constantin a través de su cuenta de Twitter @constantincuba. En Cuba, el salario promedio de un ciudadano no supera los 20 dólares y con estas tarifas, un mes de sueldo alcanza para comprar cuatro horas y media de Internet. “¿Si pudiera guardar estos kilobytes? ¿Si pudiera llevarme en un bolsillo un trozo del ciberespacio? :-0”, fue el mensaje de la bloguera Yoani Sánchez, quien este miércoles volará de regreso a La Habana luego una gira de 80 días por América y Europa, a propósito de los costos y las restricciones que prevé la ampliación del servicio.
El acceso a la Red desde hogares, teléfonos móviles o computadores portátiles aún no será posible, aunque está en los planes de futuro, según el Gobierno. “Está previsto que los cubanos puedan tener conexión en sus casas, pero la prioridad inicial, en las actuales circunstancias, la tendrán los puntos de acceso colectivos, para lograr con menos inversiones llegar a un mayor número de personas”, ha dicho el viceministro de Comunicaciones de Cuba, Wilfredo González, en una entrevista publicada este miércoles por el diario oficial Granma. Según González, las únicas limitaciones al uso privado de internet en Cuba responden a razones “tecnológicas y financieras”.
Lo que hay, aseguran las autoridades cubanas, es solo posible gracias a la puesta en funcionamiento, el 24 de enero pasado, del cable submarino de fibra óptica que conecta a Cuba con Venezuela y Jamaica. El tendido del cable, de unos 1.600 kilómetros de largo, tuvo un costo de 70 millones de dólares y culminó en febrero de 2011. En agosto de 2012 comenzó a emplearse en forma experimental para llamadas telefónicas y conexiones de Internet, de acuerdo a la información ofrecida por Etecsa. Las autoridades cubanas nunca dieron explicaciones sobre la demora en el inicio de operaciones, pero sí advirtieron: “Cuando concluya el proceso de pruebas, la puesta en operación del cable submarino no significará que automáticamente se multipliquen las posibilidades de acceso (a Internet en Cuba)”.
El Gobierno cubano ha atribuido las limitaciones de conectividad de la isla al embargo económico que mantiene Estados Unidos en su contra desde la década de los sesenta. Hasta ahora, además de los centros de conexión habilitados en hoteles y oficinas de correos, solo había acceso a la red desde las escuelas y los institutos científicos, y apenas algunos profesionales autorizados por el Gobierno –médicos, periodistas, entre ellos-- gozan del privilegio de navegar desde sus casas; en el caso de los médicos, con limitaciones de acceso. Así, por ejemplo, de acuerdo a cifras oficiales, unos 68.000 especialistas de la salud pueden consultar desde sus hogares la intranet pública de salud de Cuba a Infomed. Lo que indican estudios independientes es que Cuba se sitúa en el último puesto de América Latina, con una tasa de 3% de conectividad a la red internacional.



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