viernes, 29 de abril de 2011

Así comienza / El guardián entre el centeno


THE CATCHER IN THE RYE
By J. D. Salinger

If you really want to hear about it, the first thing you'll probably want to know is where I was born, and what my lousy childhood was like, and how my parents were occupied and all before they had me, and all that David Copperfield kind of crap, but I don't feel like going into it, if you want to know the truth. In the first place, that stuff bores me, and in the second place, my parents would have about two hemorrhages apiece if I told anything pretty personal about them. They’re quite touchy about anything like that, especially my father. They’re nice and all —I’m not saying that—but they’re also touchy as hell. Besides, I’m not going to tell you my whole goddam autobiography or anything. I’ll just tell you about this madman stuff that happened to me around last Christmas just before I got pretty run-down and had to come out here and take it easy. I mean that´s all I told D.B. about, and he´s my brother and all. He´s in Hollywood. That isn’t too far from this cumbry place, and he comes over and visits me practically every week end. He’s going to drive me home when I go home next month maybe.  He just got a Jaguar. One of those little English jobs that can do around two hundred miles an hour. It cost him damn near four thousand bucks. He´s got a lot of dough, now. He didn´t use to. He used to be just a regular writer, when he was home. He wrote this terrific book of short stories, The Secret Goldfish, in case you never heard of thim. The best one in it was “The Secret Goldfish.” It was about this little kid that wouldn´t let anybody look at his goldfish because he’d bough it with his own money. It killed me. Now he’s out in Hollywood, D.B., being a prostitute. If there´s one thing I hate, it´s the movies. Don´t even mention them to me.



J. D. Salinger
BIOGRAFÍA 
EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO
Traducción de Triunfo Arciniegas

Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue mi desastrosa infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás mierdas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso, si quieren saber la verdad. Primero porque esas cosas me aburren y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si me pusiera a revelar sus intimidades. Son muy delicados con estos asuntos, sobre todo mi padre. Son buena gente y todo, no digo que no, pero también más delicados que un demonio. Además, no crean que voy a contar mi maldita autobiografía con pelos y señales. Sólo voy a hablarles de una cosa de locos que me pasó durante las Navidades pasadas, antes de que me quedara tan ido y tuviera que venir  aquí a reponerme un poco. A D.B. tampoco le he contado más, y eso que es mi hermano y todo. Vive en Hollywood. Como no está muy lejos de este antro, suele venir a verme casi todos los fines de semana. El me llevará  a casa cuando salga de aquí, quizás el mes próximo. Acaba de comprarse un Jaguar, uno de esos cacharros ingleses que alcanzan las doscientas millas por hora como si nada. Le costó cerca de cuatro mil malditos dólares. Ahora está forrado el tipo. Antes ni pensarlo. Cuando vivía en casa era sólo un escritor común y corriente. Por si no saben quién es, les diré que ha escrito El secreto del pez dorado, un libro de cuentos fenomenal. El mejor de todos, precisamente “El secreto del pez dorado”, trata de un niño que tiene un pez y no se lo deja ver a nadie porque se lo ha comprado con su dinero. Me mata esta historia. Ahora D.B. está en Hollywood prostituyéndose. Si hay una cosa que odie en este mundo es el cine. Ni me lo nombren.


DE OTROS MUNDOS
La venganza de Peggy Salinger
El guardián entre el centeno sigue cautivando después de cincuenta años
La biografía de Salinger escrita por su hija retrata a un iluminado entregado a sí mismo
Rodrigo Fresán / Para Jerome, con amor y sordidez
Benjamín Prado / Adoptados
La revista malagueña Zut publica dos relatos inéditos de Salinger
Salinger / Thomas Pynchon / Cormac McCarthy / El talento de la evasión
El atronador silencio de Salinger
Salinger demanda al continuador de su novela
El juez da la razón a Salinger en su denuncia por plagio
Salinger / La intimidad como arte
Salinger / El aire del New Yorker
Salinger / El miedo a hacerse adulto
Salinger / Adiós al gran enigma de las letras estadounidenses
Charlie Chaplin le quitó la chica a Salinger
El cine cuenta la vida de Salinger
David Trueba / Sin salinger
Salinger / La ternura entre el centeno
Dulce y desconocido señor Salinger
El paulatino viraje al negro de Salinger
Enrique Vila-Matas / Salinger y los nuevos tiempos
Así comienza / El guardián entre el centeno
Kenneth Slawenski / Salinger podía ser intratable
Salinger / Nueve cartas
Salinger / Las zonas oscuras
Salinger / Escribir para sí mismo
Cinco volúmenes inéditos de Salinger verán la luz a partir de 2015
Elsa Fernández-Santos / Lo nunca visto en Salinger
Eduardo Lago / Asedio a la fortaleza de Salinger
Salinger / Bioficción
Tres cuentos inéditos de Salinger, filtrados en internet
A los cuatro años de la muerte de Salinger / Este muerto está muy harto
Salinger / Todos los agujeros negros
Salinger / Si quieres que te busquen, escóndete
Ni Guerra y paz ni Cincuenta sobras de Gray / Los libros más influyentes según Facebook
One-hit wonder / Embrión de un catálogo de casos literarios
Secretos de los libros únicos de un autor / Treinta eclipses memorables
Salinger / ¿Cuándo demonios vas a crecer de una vez?
Autor de culto / Un secreto de dioses
Salinger / Cómo se engendra un monstruo
Salinger por Salinger
Salinger y otros nueve desconocidos
Oona y Salinger / Dos atractivos personajes
Frédérick Beigdeber / El escritor que odia a los viejos
Salinger / Un joven enamorado






No hay comentarios:

Publicar un comentario