Gustavo Petro y un deprimente final en su discurso ante la ONU: en medio de sillas vacías se dirigió al mundo
Como había ocurrido en 2023, fueron más los lugares sin público en la intervención del presidente de la República, en la que llamó la atención su peculiar mención del conflicto político y social en Venezuela, en el que se abstuvo de condenar a la dictadura de Nicolás Maduro
Como se volvió costumbre, la intervención del presidente de la República, Gustavo Petro, en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se ha convertido, año tras año, en objeto de discusión en las redes sociales. Y no solo por el contenido de sus afirmaciones, sino además por la poca acogida que tuvo su presencia en el espectro internacional, a juzgar por la ausencia de espectadores durante su participación en la Asamblea General número 79 del organismo.
Petro, que empezó su intervención a las 11:20 a. m., y que tuvo 15 minutos para dirigirse al planeta, siendo el séptimo mandatario que tomaba el micrófono, no solo dio de qué hablar por su tibia mención al grave problema político en Venezuela, su reivindicación por la lucha palestina, la mención a una Paz Total, global, sin hablar de los problemas del país, y sus mensajes sobre el cambio climático, la Amazonía y la “la extinción de la humanidad”. También por su pobre convocatoria.
En efecto, en la transmisión oficial se vio cómo en el discurso del primer mandatario, que se efectuó en la sede de la organización, en Nueva York (Estados Unidos), eran más las sillas vacías que los presentes que atendieron la presencia de Petro en el recinto. La gran mayoría de los lugares estaban desolados, lo que no pasó desapercibido por sus críticos en redes sociales, que señalaron la poca influencia que tendría en la escena internacional, teniendo como evidencia estas imágenes.
“En medio de ese poder de la humanidad convertida en conciencia actuante, aparecerán nuevos gobiernos, nuevos liderazgos. Si la vida vence su extinción, ya no será la oligarquía global la que gobierne el mundo, será derrocada para construir una democracia global. Una nueva historia está por comenzar”, fue la manera en la que Petro culminó su discurso, el mismo que inició con un fragmento de su hija, Antonella. Y, acto seguido, se notó cómo fueron pocos los aplausos que recibió.
Gustavo Petro y un balance agridulce en su participación en la Asamblea de la ONU
Así como ocurrió en 2023, la acogida de sus palabras fue más bien poca, aunque en aquella ocasión se hizo viral la determinación del equipo de comunicaciones de la Presidencia, que al parecer editó el video en el que el primer mandatario intervino en la asamblea y le agregó un sonido de aplausos que correspondía, en realidad, a la recepción del discurso dado en ese entonces por el mandatario estadounidense Joe Biden.
Además de la controversia por la poca presencia de espectadores en el salón hacia el que se dirigió Petro, también causó polémica por algunos de sus señalamientos y, del mismo modo, por llamativas omisiones. “Señoras y señores presidentes del mundo: en este recinto la capacidad de comunicación de un presidente depende de la cantidad de dólares que tenga en su presupuesto”, fue una de las afirmaciones que no cayó bien en las redes sociales.
Como tampoco fue bien recibido que se refiriera a los bloqueos económicos a dictaduras como en Cuba y Venezuela, y no a la represión a la que han sometido estos gobiernos a los ciudadanos; en especial, cuando Maduro está en la mira por el consumado fraude en las elecciones del 28 de julio. “Ese 1% más rico de la humanidad, la poderosa oligarquía global, es la que permite que se tiren bombas a las mujeres, ancianos y niños de Gaza, del Líbano o de Sudán; o se bloqueen económicamente los países rebeldes que no encajan en su dominio, como Cuba o como Venezuela”, destacó el jefe de Estado, por lo que fue blanco de señalamientos.
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