El poeta Charles Simic, en Nueva York.PASCAL PERICH
La sabiduría de Charles Simic
“Todo, por supuesto, es un espejo si lo miras el tiempo suficiente”, escribió el poeta, fallecido el lunes a los 84 años
Esta es una breve antología de versos y aforismos de Charles Simic: “1. Mi corazonada de que el lenguaje es inadecuado para hablar de la experiencia es en realidad una idea religiosa, lo que se denomina teología negativa. 2. El mundo siempre es viejo. No hay nuevos sucesos porque la conspiración es eterna. 3. ¿Cómo llegamos a conocer al Otro? Estando locamente enamorados. 4. Ars poetica: tratar de hacer reír a tus carceleros. 5. El lugar idóneo para enseñar escritura creativa es una librería de segunda mano. 6. Nuestros conservadores y liberales sueñan por igual con la censura. Su ideal, aunque no se den cuenta, es la China de Mao. Solo unos pocos libros en las librerías y las bibliotecas, y todos transmitiendo un mensaje honesto, saludable. 7. También la Gestapo y la KGB estaban convencidas de que lo personal es político. Su otra profesión de fe era la virtud por decreto. 8. Un poema es como robar un banco: la idea es entrar, dar una voz, hacerse con el botín y salir. 9. Aspiro a crear una especie de no género hecho de ficción, autobiografía, ensayo, poesía y, por supuesto, ¡chistes! 10. Estados Unidos es el único país del mundo donde una mujer rica con sirvientes puede hacerse pasar por una mujer oprimida y no ser objeto de pitorreo. 11. Cómo matar la poesía innata de los niños, tal es el orden del día secreto de un congreso sobre educación primaria. He conocido maestros que temen la poesía igual que un vampiro teme la cruz. 12. He aquí una ley férrea de la historia: la verdad se sabe justo en el momento en que a nadie le importa una mierda. 13. Todo, por supuesto, es un espejo si lo miras el tiempo suficiente. 14. La luna esta noche es como el culo de una joven novia que se pone en cuclillas para mear. 15. Un altar que honra al dios de la oportunidad. / Lo hermoso, advierte, / se encuentra accidentalmente y no sin codiciarse. / Lo que es hermoso se pierde con facilidad. 16. También, una vez, escuché el sollozo de un niño. / Tan cerca, que llegué a pensar, / por un momento, que era yo quien sollozaba.” Charles Simic nació en Belgrado en 1938, emigró a Estados Unidos en 1954 y ha muerto esta semana en New Hampshire. Fue poeta, ensayista, traductor y editor. Sus libros —poemarios como El mundo no se acaba o Acércate y escucha, selecciones como Antología poética, misceláneas como El monstruo ama su laberinto, memorias como La vida de las imágenes— pueden leerse en Vaso Roto y Visor. Le han traducido Jordi Doce y Nieves García Prados, entre otros.
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