Gustavo Petro |
Predicciones 2024
La economía se debatirá entre estancamiento y recesión. Y las cifras de violencia seguirán al alza.
Mauricio Vargas
31 de diciembra de 2023
Advertí que Petro pondría en riesgo sus mayorías en el Congreso si no moderaba el contenido de sus reformas, que al petrismo le iría mal en las elecciones de octubre y que, en materia de paz total, las sanguinarias acciones de las mafias regionales, alimentadas por el mar de coca en el sur y el oriente, elevarían los homicidios y masacres. Y así fue.
Vamos con 2024. Veo difícil que el Gobierno recupere sus mayorías en el Congreso, más allá de imponerse en algunas votaciones en la Cámara, con tanta mermelada repartida por el mininterior, Luis Fernando Velasco. En el Senado, el padrino de la jalea la tiene más complicada.
El costo de esa sucia operación está a la vista: el escándalo por una licitación de $ 86.000 millones en Findeter muestra que en esa entidad que Velasco entregó a un puñado de representantes liberales ya empezó el saqueo. Con esa política de compra de congresistas, el Gobierno del cambio se asoció con algunos de los peores corruptos de la política de siempre. Vienen más escándalos.
La economía se debatirá entre el estancamiento y la recesión. Las amenazantes acciones de la Dian y del mintrabajo contra empresas privadas, que vemos en estos días, frenarán aún más la inversión que viene cayendo feo, lo que derivará en 2024 en un aumento del desempleo. El PIB apenas crecerá en torno al 1,3 % el año que viene.
También seguirán mal –e incluso empeorarán– los indicadores de violencia. El Eln, las disidencias de las Farc y las demás bandas asesinas continuarán burlándose del Gobierno y de sus cacareados ceses del fuego –que solo cumple la Fuerza Pública– mientras las poblaciones más afectadas quedan a merced de los criminales que se sienten cómodos con la política del Presidente y de su mindefensa. Homicidios y masacres cierran 2023 por encima de 2022, y el secuestro subió 70 %: esas curvas seguirán al alza en 2024.
En el plano internacional hay que prever que a las elecciones de noviembre en Estados Unidos no pueda llegar el republicano Donald Trump, por cuenta de sus enormes líos judiciales. Si quedase por fuera, el demócrata Joe Biden –de 81 años y quien dice que busca la reelección para atajar a Trump– también se retiraría. Ambos partidos barajarían de nuevo.
La guerra en Ucrania se moverá entre el estancamiento actual –si la ayuda occidental a Kiev se mantiene– o un avance ruso –si esa ayuda sigue decayendo–. En Medio Oriente, tras el criminal asalto de Hamás, que no respetó bebés, ni ancianos ni mujeres, la respuesta israelí ha sido devastadora, sin consideración por la población civil. La presión interna y externa sobre el primer ministro, Benjamín Netanyahu, terminará por frenar su embestida vengativa en la que asoman crímenes de guerra.
Y aquí cerquita, en Venezuela, María Corina Machado ganará las elecciones si el régimen chavista le permite inscribirse, y si la campaña y la votación son medianamente limpias. Todo eso depende de la presión internacional que ejerzan Washington, la Unión Europea y algunos gobiernos latinoamericanos. Y depende de si Maduro, en su desespero, se aventura en una guerra con Guyana por el Esequibo, lo que cambiaría todo el escenario. ¡Feliz año para todos los lectores!
No hay comentarios:
Publicar un comentario