Yoko Ogawa
HOTEL IRIS
Lucila Argüello
25 de mayo de 2020
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Juan Francisco González Sánchez
Traducción: Juan Francisco González Sánchez
Editorial: Funambulista
SINOPSIS:
Mari, una muchacha de diecisiete años que ayuda a su madre en la gestión de un modesto hotel familiar cerca de la playa, en la noche escucha los gritos de una mujer que sale medio desnuda de una de las habitaciones imprecando a un misterioso hombre de avanzada edad. Este, imperturbable, le manda callar con unas palabras tajantes. La autoridad con que las pronuncia tiene el efecto de un hechizo en la joven, que se siente inmediata e irresistiblemente atraída por él. Algunos días después, lo encuentra por casualidad y siente la necesidad de seguirlo. El hombre es un traductor del ruso con un pasado oscuro —su mujer murió en circunstancias extrañas— que vive en una solitaria villa de una isla casi desierta. A partir de ese encuentro, nace entre ellos una turbia relación, y la casa del hombre se convierte en un inquietante lugar de transgresión íntima.
Yoko Ogawa, una de las novelistas más leídas en Japón, se adentra esta vez en el oscuro territorio de la psicología sexual, que, como les ocurre a los personajes del libro, perturba y atrae o bien provoca repulsión en el lector.
«Yo misma no tenía claro cuál era el significado de ese «perdón, por favor», pero se trataba, al menos, de un grito, de una expresión de mi angustia. Ahora, finalmente, he llegado a comprender lo que significaba: era una manifestación, desde el fondo de mi alma, del anhelo de ser perdonada…»
OPINIÓN:
Esta es mi tercera novela con la premiada escritora japonesa Yoko Ogawa. Antes leí La fórmula preferida del profesor y El embarazo de mi hermana.Esta vez Yoko Ogawa me dio una gran sorpresa, porque con su estilo delicado e impecable, su forma sencilla, clara y hasta poética de describir detalles de momentos y personajes, la historia que relata en esta novela corta es de un tema un tanto tabú, pero que ya había sido en parte explorado por el premio Nobel de Literatura japonés Yasunari Kawabata en La casa de las bellas durmientes ... donde un varón otoñal tiene la costumbre compulsiva de yacer con adolescentes dormidas o más bien anestesiadas, en una casa especializada en esta filia ...
En Hotel Iris, la protagonista, una jovencita, es presa de otra filia: el masoquismo, al encontrarse con un traductor del ruso que podría ser su abuelo, acusado de depravación por una prostituta ebria, en una violenta y escandalosa escena en una habitación del hotel propiedad de su madre, donde ella es recepcionista, y enamorarse ciegamente de él, un sádico dominante.
Pero qué estilo más elegante el que utiliza Ogawa para describir escenas que de otro modo serían muy repugnantes ... y que habilidad para contar la delicada transición entre la vida de ellos, como personas normales que ignoran su problema, y que se comportan en forma tranquila y normal, y su transformación al momento del encuentro erótico, sexual y amoroso ... sí, amoroso ... porque a pesar de su relación peligrosa y rayando en sangrienta tragedia al momento de practicar su filia, la desigual pareja se ama tiernamente y anhelan verse a escondidas.
Como siempre, Yoko Ogawa no no me ha decepcionado, ha manejado magistralmente, con la elegancia que le caracteriza, este escabroso tema erótico, como un thriller psicológico, lleno de incógnitas y misterios, personajes oscuros, tenebrosos, pero al mismo tiempo simplemente humanos con sus traumas, llenos de soledad y anhelos de ternura ... Hotel Iris me ha encantado y la recomiendo, como las anteriores.
Lucila Argüello
No hay comentarios:
Publicar un comentario