«Después de la caída», poesía estremecedora
Dennis Lehane es uno de los escritores más influyentes de Hollywood y del género negro
Hay muchas razones para celebrar la publicación de una nueva novela de Dennis Lehane (Biston, 1965). El escritor de «Mystic River» o «Shutter Island» (ambas llevadas con éxito a la gran pantalla) y coguionista de series como «The Wire o Boardwalk Empire», siempre suscita con su regreso a las librerías una promesa de interés, que en el caso de «Después de la caída» se ve satisfecha con creces, puesto que la historia contiene, además de los ingredientes fundamentales de una buena intriga, la huella inconfundible de su autor. Escogido por la revista «The Hollywood Reporter» como uno de los escritores más influyentes de Hollywood y ganador en 2017 del Premio Pepe Carvalho, Lehane nos cuenta en «Después de la caída» la vida de la reportera Rachel Childs, una mujer con tendencia a la agorafobia y obsesionada con la búsqueda de su padre, que la abandonó cuando todavía era una niña y cuyo nombre la madre de Rachel, alegando que con su silencio sólo pretende protegerla, se lleva a la tumba.
Nada es lo que parece
Sin embargo, basta con leer unas pocas páginas del libro para darnos cuenta de que nada es lo que parece. La identidad del padre desaparecido y la relación de Rachel con el detective al que contrata inicialmente para que la ayude con su investigación no son más que la excusa de Lehane para levantar un mundo de incertidumbres y recelos, salpicado por rotundos y puntuales momentos de un terror seco, tan gráfico como el de una viñeta de cómic incorporada de repente a la estructura de un relato tradicional; la clase de terror visual y casi onírico que, como ya ocurrió en «Shutter Island», añade a la trama ecos de una poesía estremecedora.
Con el trasfondo del terremoto de Haití de 2010 planeando sobre la acción y convertido en una sombra que «mancha» la vida privada de los protagonistas y la trasciende, «Después de la caída» nos plantea a partir de la relación conyugal entre Rachel y Brian, una brillante reflexión acerca de la confianza y la imposibilidad de llegar a conocer a nadie por completo, porque siempre hay secretos que se quedan, zonas sombrías del pasado que es mejor no visitar… y Lehane, cuya literatura, cargada de una capacidad de observación microscópica sobre la sociedad norteamericana, nada tiene que envidiar a la de sus compañeros de siglo Auster o Franzen, lo tiene muy claro.
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