Lars von Trier: el director imprevisible
¿Es el danés uno de los más grandes directores vivos? ¿O un provocador, un cineasta siempre dispuesto a dar un paso más en busca del escándalo?
CANAL TCM Madrid 3 DIC 2012 - 11:00 CET
Para unos, es uno de los más grandes directores vivos que existen
en la actualidad, un analista de la sociedad en la que vivimos. Para otros, en
cambio, se trata tan solo de un provocador, un cineasta siempre dispuesto a dar
un paso más en busca del escándalo. “Las películas de Lars siempre son
polémicas. Él es polémico”, apunta Lauren Bacall, una de las actrices que
intervienen en Manderlay.
“Pero todo lo que hace es interesante. No siempre estoy de acuerdo, pero merece
la pena”.
Lars von Trier comenzó a destacar gracias a largometrajes
como Europa y
se consagró con la Palma de Oro del Festival de Cannes que logró con Bailar en la oscuridad. En
1995 agitó las aguas de la cinematografía mundial con la presentación del
Manifiesto Dogma 95, una corriente que propugnaba un cine más cercano a la
realidad, prescindiendo de luz eléctrica, música y cualquier elemento
sospechoso de falta de naturalismo. Unos preceptos que él mismo fue poco a poco
olvidando pero que han dejado en su obra una huella que se puede rastrear en
títulos como Dogville y
Manderlay, dos filmes que reflejan su particular visión de los
Estados Unidos.
A lo largo de diciembre, TCM Autor dedica un ciclo a este creador
contradictorio. Un agitador de conciencias que ejerce fascinación en buena
parte del público y también sobre los actores. Estrellas como Nicole Kidman,
Björk o Lauren Bacall se han puesto a sus órdenes en proyectos muy alejados del
cine convencional. Tal vez, porque todos suscriben lo que Willen Dafoe, que trabajó
en Manderlay y Anticristo, dijo en una
ocasión: “No me importa hacer el tonto, pero sólo si lo hago para un genio”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/11/29/videos/1354209497_765684.html
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