Predecir el futuro: de Homero Simpson a Gustavo Petro
Hay una cosa simple de entender: a más de la mitad de un mandato presidencial ya es posible proyectar la trayectoria con la que va a terminar.
Paola Ochoa
13 de octubre de 2024
Sí, ya sé que muchos de ustedes me vendrán con el cuento de que nadie puede predecir el futuro ni anticipar lo que está por venir y bla, bla, bla. Pero hay una cosa simple de entender: a más de la mitad de un mandato presidencial ya es posible proyectar la trayectoria con la que va a terminar. Más aún cuando se trata de un movimiento de caída libre con aceleración constante y jalonada por una fuerza de gravedad de contradicciones, negaciones, provocaciones y ausencia de gerencia.
Eslabones de una larga cadena de actuaciones que condicionan otras actuaciones y que determinarán de forma significativa el remate de estos dos años y el tipo de noticias que recibiremos en los veintidós meses venideros. Si el creador de ‘Los Simpson’, Matt Groening, fue capaz de predecir treinta y cuatro hechos globales –desde el covid, la presidencia de Donald Trump y las polémicas fiestas de Puff Daddy por tráfico sexual que hoy tienen temblando a Hollywood– basándose únicamente en “las estupideces pasadas de la humanidad”, se pueden predecir con ese mismo algoritmo cinco cosas por venir:
1. Los acuerdos entre los siete ministros del Gobierno y las comunidades de El Plateado servirán para las fotos de los diarios, pero no para solucionar el nudo gordiano del narcotráfico en esa zona del Cauca, fortín de las disidencias tras dos años de continuos fracasos en erradicación de hectáreas, con un promedio nacional de quince hectáreas sembradas erradicadas al día, apenas una cuarta parte de lo que se había comprometido el Gobierno. Seguiremos nadando en coca y en producción de clorhidrato de cocaína.
2. Habrá escasez de gas desde diciembre y durante los dos próximos años como lo vienen alertando los gremios energéticos del país desde hace rato, pese a que el Ministro de Minas y Energía afirma todo lo contrario y declara en medios que dichos campanazos “tienen el propósito de subir los precios y dejarles mejores rentas y mayores ganancias a las empresas”, dando a entender que son compañías ventajosas, tramposas y mentirosas, pese a que el Gobierno es quien les hace conejo con el impago de siete billones de pesos.
3. Se caerá la reforma pensional en la Corte Constitucional por algunas de las cuarenta demandas en su contra, incluyendo la falta de debate en la Cámara de Representantes y la pupitreada olímpica de aspectos cruciales para veintitrés millones de personas que quedarían bajo el paraguas de Colpensiones, tres millones que se quedan con ahorros en fondos privados y casi medio millón de colombianos por encima de las edades de jubilación que quedan en limbo jurídico en traslados por mala redacción de la ley que pupitrearon.
4. El presidente de Ecopetrol se queda en el cargo, no por exorcismo o conjuro esotérico de la Inteligencia Artificial, sino porque tiene el respaldo irrestricto de la Junta, donde la mayoría es cercana a Gustavo Petro, quien pierde menos expulsando a Armando Benedetti del gobierno –“si me caigo yo, nos caemos todos–” que dejando sin respaldo a quien fuera su gerente de campaña hace dos años. Continuará bajo fuego la acción de Ecopetrol y crecerán los costos de financiación en sus colocaciones de deuda, como acaba de suceder con la emisión de 1.750 millones de dólares en bonos en el extranjero que quedaron a medio camino y dejaron a los accionistas con los crespos hechos.
5. Seguirá el desabastecimiento de medicamentos y continuarán muriendo niños con enfermedades huérfanas, ante los cada vez mayores problemas económicos de farmacias e importadores de moléculas, recientes paganinis del shu-shu-shu con las intervenidas y quebradas Empresas Prestadoras de Salud, cuyos voceros siguen alertando de una serie de puntos peligrosos en la nueva reforma que se presentó al Congreso. Doble lastre por tener que tramitar otra reforma nefasta para la ciudadanía: la reforma laboral, que destruirá cientos de miles de empleos según las matemáticas del Banco de la República, gremios de la producción y centros de pensamiento.
Y punto.
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