Triunfo Arciniegas
PAMELA ANDERSON
49 AÑOS
En cuestión de días Pamela Anderson ajustará el medio siglo. Por ahora, por esta noche, sigue con sus bellos 49. Todas las mujeres saben cuánto cuesta conservar la belleza. Y creo que la belleza requiere de inteligencia. Relacionar la belleza con la estupidez es simplemente una estupidez. Pensar que si una mujer es bella seguramente será tonta no sólo es una agresión contra dicha mujer sino contra la misma belleza. Hay tontas feas y tontas bonitas, eso es todo. La belleza va por su propio camino y tiende a la perfección.
La hice uno de mis personajes de La sirena de agua dulce. Pamela Anderson es un afiche en el cuarto de un adolescente. Y en este mundo de ficción se opone a la sirena en el desarrollo dramático de la historia. Lejanas e inasibles, sumergidas ambas en las profundas aguas del deseo, criaturas de la imaginación, del mismo rango de los ángeles o los demonios, de los unicornios o los dragones, nos habitan y nos definen.
Porque eso es para todos los hombres, una ficción. La actriz y modelo norteamericana Pamela Anderson es de carne hueso para su amante. Una dulce e imprescindible presencia para los suyos, en su mundo de virtudes y defectos, mañana, tarde y noche. Para los demás, una ficción, pero tan cierta y tan profunda como Emma Bovary, Anna Karenina o Susana San Juan.
Así que festejo los 49 de Pamela Anderson, y sus inminentes 50. Festejo su belleza, festejo que siga en la fiesta de la vida y le deseo toda la felicidad del mundo. Como si de una reina se tratara, este humilde súbdito desea larga vida a la hermosa.
Bogotá, 9 de mayo de 2017
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