viernes, 26 de septiembre de 2014

Brigitte Bardot / Y Dios creó a la mujer


Carles Gámez
Brigitte Bardot
BIOGRAFÍA
Y Dios creó a la mujer

Cartel Y Dios   creó a la mujer

El 28 de noviembre de 1956 se estrenaba en Francia la película Y Dios... creó a la mujer de Roger Vadim. La piedra angular en la que descansa el mito Brigitte Bardot. El filme proyectó mundialmente el nombre de la actriz como personaje mediático, versión “con ella llegó el  escándalo” y  Roger Vadim, su director, apuró hasta el máximo los límites de la censura de la época. Bardot  se convierte en objeto de  controversia y adoración a partes iguales. Se había ganado la partida a una Francia pudorosa que se disponía a exportar la  nueva estrella libertina, juvenil y sin complejos. Los franceses ya contaban con otro icono después de La Torre Eiffel y el General De Gaulle. Desde entonces, el modelo de belleza femenina que encarna ha sido imitado por la moda, la publicidad y la música.

Brigitte Bardot tarjeta postal de los años sesenta  Foto Sam Levin

Bardot  forja el mito erótico de la mujer-niña,  el erotismo Sex-kitten  y las jóvenes de todo el mundo imitan su melena  al viento, su labios-morritos-rouge  y sus ojos perfilados de negro carbón. Un estilo que no era otro que el de una mujer libre, que dejaba la virtud guardada en el armario  y encontraba en las arenas de Saint-Trópez,  el paraíso perdido, sexo, bikini y cha-cha-cha. Y que a pesar de esa imagen de hedonismo y superficialidad,  seguía creyendo en el misterio del amor: “Cada vez que me enamoro creo que será para siempre” dejaba  dicho a modo de sentencia.


Mientras el estilo BB se extiende desde las zapatillas bailarinas Repetto a las faldas de Vichy, la pantalla comienza a nutrirse con una nueva ola de jóvenes aspirantes a estrellas oxigenadas  que repiten el modelo BB. Roger Vadim, que para algo había estado su fabricante y exportador, intenta  repetir la fórmula, sin éxito, en la figura de Annette Stroyberg  y prolongarla con Catherine Deneuve y Jane Fonda, pero las voluntarias acaban rebelándose .

Mylenedemongeot
(Mylene Demongeot, uno de los primeros clones de BB)

 De la misma Francia, actrices como Mylene Demongeot  o Mireille Darc afloran como esa cara b del mito que separa cruelmente  el original de la copia. Al otro lado del Atlántico, desde Hollywood, mientras arrecian los cantos de sirena sobre la estrella francesa, una espumosa Ann-Margret, versión pelirroja, emerge como Miss Sex kitten capaz de robarle todos los planos al mismísimo Elvis Presley en Viva las Vegas con sus movimientos de cadera rugiendo como un motor de la Fórmula 1.

Margret
(Ann Margret y Elvis en Viva Las Vegas!)

 El mito BB  acabará contaminando hasta la virginidad formal  de un icono como la muñeca Barbie que adopta su famosa cabellera como signo de los nuevos tiempos. Para entonces, BB, ya ha merecido las atenciones de una escritora intelectual como Simone de Beauvoir y la puesta a punto de su  “choucroute” capilar se sigue  desde todos los observatorios mediáticos  y salones de peluquería con la misma atención que la muerte del Papa Juan XXIII o el lanzamiento del cohete  Sputnik al espacio. Bardot reafirma el mito de la mujer-niña  y las  nuevas lolitas se pasean triunfalmente  por la pantalla. Catherine Spaak sube la temperatura ambiental en la Italia del boom económico y Stefania Sandrelli, en versión latina, se constituye en el deseo prohibido del macho meridional.

Los sucedáneos BB se multiplican rapidamente. En Alemania, Elker Sommer,  Suecia,  Britt Ekland, Inglaterra, Carol White, y  hasta detrás del Telón de Acero, Olinka Berova, aunque ya con las formas algo musculadas que imponen las mujeres prehistóricas como Raquel Welch o diosas inmortales, Ursula Andress. La aportación española a la causa BB  recaerá en una efervescente  Marisol, libre ya del corsé infantil, y mito erótico del tardofranquismo. O en  versión más cartoon, la última señora  de Xavier Cugat, Charo Baeza, La Chica Cuchi-Cuchi, capaz de mover las tetas y tocar la guitarra clásica para asombro de turistas de Las Vegas.

NANCY SINATRA

Los encantos de la estrella francesa, el triunvirato juventud, seducción y libertad, también se dejaron escuchar en el microsurco.Nancy Sinatra, después de someter a sus cabellos a una sesión de oxigenamiento forzoso, recoge el estilo  BB y se pasea en botas y minifalda con el permiso de Papá Sinatra. No será la única referencia. En dúo con Lee Hazlewood replicaban-véase Some Velvet Morning-la épica romántica de la pareja Bardot-Gainsbourg de Bonnie and Clyde.
Tendría que llegar el káiser Lagerfeld y los hedonistas años ochenta para  el revival  del neobardotismo. Lagerfeld  ejerciendo sus dotes de pigmalion y agente publicitario inocula el virus BB en la modelo Claudia Schiffer- que junto con las campañas de la firma de vaqueros Guess- renace  como heredera del mito-estilo BB en las pasarelas de Chanel.  Hasta Elle McPherson no se  pudo sustraer del poderoso reflejo de la luna BB y aparece en la portada de Playboy repitiendo  la célebre fotografía  de Jicky Dussart con la estrella en pantis y de piernas cruzadas. La misma fotografía que la colaboradora de Tele 5, Terelu Campos, ha dejado inmortalizada  para el anuario del kitsch ibérico.



Instaurado el neobardotismo  mientras su progenitora  se dedicaba a la  causa de los derechos de animales y alguna que otra salida de tono, temporada tras temporada la marca Bardot asoma  el eye-line y la melena despreocupada  en las páginas de las revistas de moda y campañas de publicidad. Fotógrafos, estilistas y directores de arte echan mano  de la marca global BB como fuente eterna de  juventud, sensualidad e inspiración. La Brigitte Bardot precursora del neo-hippie-chic de Saint-Trópez y la Bardot sixtie, minifalda y maxi-botas de Roger Vivier, como amazona de los años Swinging London; Bardot como esencia de lo parisino y joie de vivre en el cuerpo juvenil de la modelo bielorrusa Maryna Linchuck para el espot Miss Dior Chérie realizado por Sofia Coppola. En la banda sonora se puede escuchar Moi, je joue cantado por Brigitte Bardot.


 Para el espot de Le Rouge de Chanel la creadora Bettina Rheims  rinde tributo sin ningún complejo creativo a la película Le Mépris, el film que supuso el encuentro imposible entre el director Jean-Luc Godard y el mito BB. La modelo Julie Ordon es en esta ocasión la encargada de repetir la famosa escena de obertura del film en la que Bardot  declamaba  desnuda las partes de su cuerpo ante un enamorado Michel Piccoli. Para el  espot del  perfume Shalimar de Guerlain, Natalia Vodanova  juega por su parte  con ese atrezzo tan querido por la estrella, sábanas, amantes y desnudez, mientras se escucha la elegía amorosa Initials BB escritas por Gainsbourg a raíz de su ruptura sentimental. El perfume de un mito que también se puede rastrear  más allá del “rouge” de labios, en otro icono rebelde y de  voltaje sexual, Kate Moss, lejos ya de aquella adolescente bulímica de las primeras campañas de Calvin Klein,  y ahora  con más carne que hueso.

Laetitia Casta como BB en Gainsbourg (vida heroica)

A falta de un biopic sobre el fenómeno BB, la modelo Laetitia Casta se metió en la piel  de la estrella  para la película Gainsbourg (Vida de un héroe) de Joann Sfar y salió, a pesar de la prueba, bastante airosa de la inmersión. No nos podemos  imaginar lo que hubiera sido,  por poner un ejemplo, Pamela Anderson dando vida y otros destacados atributos físicos a la estrella mientras exclamaba aquello de Shebam! Pow! Blop! Wizz! de la canción  Comic Strip. O sí,  con dirección, en este caso a cargo de John Waters.

Lara Stone para campaña Louis Vuitton

Entre las últimas candidatas  al  Gran Álbum Bardot señalemos a la modelo Lara Stone (en la foto), que cuando deja aparcado su lado más gótico,  es capaz de ponerle cara y actitud  al mito, en una campaña publicitaria para Gaultier o portada de la revista W. Otro tanto sucede con la cantante y otras cosas, Pixie Lott, que después de una sesión de estilismo, podría pasar  entre las más jóvenes candidatas a la corona BB. O la modelo Anja Rubik para las campañas H&M. Hasta un producto made in Usa como Jennifer Aniston es capaz de transformarse  y  recoger   algo del espíritu BB- dentro de sus posibilidades que no son muchas-  para la portada de la revista Allure.

Ryle

De momento, del  efecto Bardot nadie parecer estar  a salvo. La nieta de Elvis Presley, Riley Keought,  no ha dudado en aparecer en camiseta marinera y look BB para la revista Dazed and Confused y la reina  Beyonce, antes de caer en las manos de Thierry Mugler, hacia otra tanto en el disco B’day. Hasta Kylie Minorgue reconocía su deuda  con la estrella francesa como influencia carnal en su disco Body Language. Y apuntemos en la lista de las últimas –peroxidación aparte-  a la colombiana Shakira que igual un día de estos nos aparece subida en una  Harley-Davidson a ritmo de  cumbia mientras Gerard Piqué declama las excelencias del amor físico. Y por tirar un poco para casa,  un recuerdo para Patricia Conde y las tardes de aquel Se lo que hicisteis donde tributaba con su desparpajo, melena-choucroute y ojos carbón,  homenaje televisivo y popular  al mito BB. Aunque a lo mejor, ni lo sabía.



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