Casa de citas
Adriana Harwicz
MARATE, AMOR
Lo que me salva esta noche y el resto no es para nada el amor de mi hombre ni de mi hijo. Lo que me salva es el ojo dorado del ciervo, mirándome todavía.
***
El murmullo de la autopista es un ruido cerebral, los autos que pasan como flechas son mis ideas.
***
Los días de lluvia en la ciudad la gente consume cine, teatro, restaurantes; en el campo, se cuentan anécdotas, creen que así combaten el hastío.
***
El primer momento fue puro dolor. Ese tipo de dolor que no se comparte ni con uno mismo. Estuve de luto mucho tiempo, pero en un momento tuve, como la viuda cuando pone la llave en la puerta de su casa, por primera vez, como cuando cena sin hablar, por primera vez, como la viuda cuando se acuesta sola, por primera vez, una tristeza excitante, salvaje.
***
Es adicto al aire libre, no sé qué le pasa con el puto cielo
***
¿Se da cuenta él? De todas las bellas y sanas mujeres que hay en la región se vino a enganchar conmigo.
***
Me pareció que el niño lloraba, pero todas las noches lo oigo llorar y cuando me acerco el silencio es total, como si se hubiera grabado un fragmento de su llanto y se reprodujera solo. Pero a veces no oigo nada. Estoy sentada en el sofá, a pocos metros de su cuarto, mirando un programa de intercambio de parejas, niñeras a medida, o pintándome las uñas, cuando mi querido se aparece con el calzón medio bajo y me dice: ¿por qué no deja de llorar?, ¿qué quiere?, vos sos la madre, tenés que saber. No sé qué quiere, le digo, ni la menor idea...
***
Esta imagen que crece en mí haciendo estragos. El horror de este deseo.
***
Él es mi hombre, el que sabe mirar mi tristeza infinita
***
Somos parte de esas parejas que mecanizan la palabra «amor» hasta cuando se detestan. Amor, no quiero volverte a ver. Ahí voy, digo, y soy una falsa mujer de campo con una pollera roja a lunares y el pelo florecido.
***
Somos parte de esas parejas que mecanizan la palabra «amor» hasta cuando se detestan. Amor, no quiero volverte a ver. Ahí voy, digo, y soy una falsa mujer de campo con una pollera roja a lunares y el pelo florecido.
***
Me gustaría tener de vecinos a Egon Schiele, Lucien Freud y Francis Bacon así mi hijo podría crecer y desarrollarse intelectualmente viendo que el mundo al que lo traje es algo más interesante que este abrir las lumbreras desde donde no se ve.
***
Pienso en los efectos paliativos que podría tener sobre mi vida escribir o tirarme de una ventana
***
Busco a alguien que pueda perturbarme como lo haría un animal moribundo. Y cuando deseo soy una vaca con la cabeza atorada. Y si deseo soy un ciervo entrando al bosque como lo haría un novio a la iglesia.

No hay comentarios:
Publicar un comentario