Todas las canciones hablan de Félix
Se presenta en Madrid la novela póstuma de Félix Romeo: 'Noche de los enamorados' el acto se convirtió en un homenaje de sus amigos
La muerte del escritor Félix Romeo (Zaragoza, 1968–Madrid, 2011) conmocionó a buena parte del mundo de las letras españolas. La presentación de su novela póstuma, Noche de los enamorados (Mondadori), sirvió para rendir homenaje ayer en la librería madrileña La Buena Vida a una personalidad irrepetible e inclasificable.
Noche de los enamorados –que sale acompañado de ¡Viva Félix Romeo!, un volumen que recoge algunos de los textos que sus amigos escribieron tras la muerte del escritor– cuenta la historia de Santiago Dulong, el compañero de celda de Romeo en la cárcel de Torrero en Zaragoza. Romeo estaba condenado por un delito de insumisión. Dulong, falangista y católico, había matado a su mujer. Unos meses después de su primer encuentro, que se produjo el 14 de febrero 1995, Dulong fue sentenciado a un año y un mes de cárcel por imprudencia temeraria y malos tratos. Noche de los enamorados, que Félix Romeo entregó a su agente poco antes de su muerte, es una indagación en torno a las vidas de Dulong y su esposa, María Isabel Montesinos, y una reflexión sobre la justicia, las palabras y la dignidad. “Un libro perturbador, incómodo, valiente, fascinante”, en palabras de Martín Casariego, que emparentó la novela con Amarillo (Plot, 2008), donde Romeo escribía sobre el suicidio del escritor Chusé Izuel.
Entre los asistentes a la presentación estaban muchos de sus grandes amigos: escritores como Ignacio Martínez de Pisón, la narradora y periodista Lara López, Amaral, Fernando Trueba (que dirigió la película Salida del insumiso Félix Romeo de la cárcel de Torrero), Marcos Giralt, Gabriela Wiener, Ramón González Férriz, o los editores Manuel Borrás, Claudio López de Lamadrid, Andreu Jaume y Miguel Aguilar. Martín Casariego hizo un repaso por la literatura de Romeo, poblada de “personajes desarraigados, periféricos. Con su literatura no buscaba agradar, sino que buscaba remover”. La narradora Aloma Rodríguez –que leyó un texto del escritor, “Por qué escribo”- habló de la influencia de Romeo en varias generaciones de artistas: “nos hizo mejores y más felices: nos recomendó libros, nos habló de escritores, de músicos, de películas, de discos, nos llevó a restaurantes nuevos, a bares, nos compró chucherías, discutimos con él, y, aunque no tuviera razón, siempre consiguió que pensáramos las cosas desde otro punto de vista, nos hizo sentirnos importantes y demostró que casi todo puede ser tema literario si se hace bien y con honestidad”. David Trueba señaló que “todo lo que ha escrito era fruto de una terrible prueba de autocrítica y despojamiento de la literatura entre comillas, hasta llegar a Noche de los enamorados, un libro demoledor y abrasivo donde no sobra ni una sola palabra”. Para Trueba, se trata de una especie de Cara B de la idea del amor de Romeo: “Félix Romeo era un hombre que vivía permanentemente en el día de los enamorados. En este libro estudia lo que sucede ese día cuando llega la noche. A él, que era un enamorado del amor, le intrigaba cómo el sentimiento amoroso puede transformarse en algo miserable y ruin. Como sucede a menudo, al escribir un libro aparentemente muy alejado de él, que trata personajes sórdidos, escribió sobre sí mismo. En Noche de los enamorados Félix está presente en cada análisis y en cada emoción”. El libro refleja también algunas de sus obsesiones: “Recuerdo que, cuando lo condenaron, una de las cosas que más le molestaban era lo mal redactada que estaba la sentencia. En todo, en su propia sentencia o en la telebasura, creía que siempre hay un espacio para hacer las cosas bien. Y Noche de los enamorados es un cuestionamiento del sistema judicial español y de la forma en que los periódicos cuentan los crímenes”. Una de las ideas centrales del libro es que María Isabel Montesinos no solo fue asesinada por su marido, sino que fue condenada por los medios y por los encargados de la investigación: exprostituta, alcohólica y desamparada, parecía que su marido solo hubiera acelerado un inevitable proceso hacia la destrucción. “El libro habla de lo mal que se condena en España, de cómo se escribe de sucesos, y también es un intento de contar las cosas como son, luchando contra las definiciones y las categorizaciones”, explicó David Trueba, que dijo que esperaba que Romeo estuviera oyendo lo que se decía en alguna parte: “No creo en el espiritismo ni en la vida después de la muerte, pero creo en Félix. Y me parece que la muerte es poca cosa para él. Hoy, todos los libros y todas las canciones hablan de Félix Romeo”.
* Daniel Gascón (Zagaroza, 1981) es autor de La vida cotidiana (Alfabia) y El fumador pasivo. Es coguionista de la película de Jonás Trueba Todas las canciones hablan de mí. Colabora en Letras libres y en el suplemento Artes & Letras de Heraldo de Aragón. Ha traducido a autores como William Faulkner, David Vann, Christopher Hitchens y Sherman Alexie.
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