miércoles, 9 de septiembre de 2020

Una larga charla con Picasso



Picasso ante un tapiz de 'Las señoritas de Aviñón', en La Californie (Cannes) en 1966. © Roberto Otero. Museo Picasso Málaga

Picasso ante un tapiz de 'Las señoritas de Aviñón', en La Californie (Cannes) en 1966. © Roberto Otero. Museo Picasso Málaga 

Una larga charla con Picasso

El museo malagueño renueva su colección permanente con 120 obras que desvelan el lado más íntimo del artista


MARGOT MOLINA
Málaga, 1 de junio de 2020


El Museo Picasso Málaga (MPM) ha presentado hoy la renovación de su colección permanente, el recorrido más íntimo por la prolífica carrera del artista de los seis que ha ofrecido desde su apertura en 2003. La propuesta parte de fragmentos de conversaciones entre Pablo Picasso y su entorno (otros artistas, amantes, esposas, periodistas o amigos) que presentan cada una de las 15 salas en las que se divide Diálogos con Picasso. Colección 2020-2023. Nueva etapa que coincide con la entrada de Málaga en la fase 2 de la desescalada de la pandemia y que comienza una semana después de que tanto el Picasso como el resto de museos malagueños reabrieran sus puertas al público dentro de una nueva normalidad que ha hecho que su presentación se haya realizado esta tarde online, aunque el museo está abierto desde esta mañana.

Desde un retrato de su hermana Lola fechado en La Coruña en 1894, cuando el artista tenía 13 años y firmaba P. Ruiz, con el que arranca esta nueva visión de la obra de Picasso en una sala dedicada al retrato bajo el título Damas y caballeros, hasta las incluidas en El niño sabio, con pinturas de 1970 a 1972, un año antes de su muerte. El proyecto museográfico, comisariado por Pepe Karmel, profesor de Arte de la Universidad de Nueva York, reúne 120 obras, seleccionadas entre las 162 de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte (FABA) y las 233 pertenecientes a la colección del museo malagueño. Un acuerdo entre la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía -que este martes aprobará en el Consejo de Gobierno una subvención nominativa para el MPM en 2020 de 4,3 millones de euros- y FABA han permitido la cesión de esas 162 piezas por tres años.

“Para nosotros no poder estar en la instalación de la exposición ha sido dramático porque el montaje es el culmen de dos años y medio de trabajo. El comisario se ha quedado en Nueva York y mi equipo de FABA en Bruselas, Lebrero ha sido el único que ha estado en las salas con su equipo y ha aceptado trabajar estos meses”, ha comentado por videoconferencia Bernard Ruiz-Picasso. “Ahora empezamos a trabajar en el 50 aniversario de la muerte de Picasso que se celebrará en 2023 en instituciones de todo el mundo, especialmente en el Museo Picasso de París”, ha añadido.

Entre las obras de la fundación del nieto del artista que pueden verse por primera vez en el Museo Picasso Málaga destaca la escultura cubista Copa de absenta (1914), un bronce pintado con óleo que se presenta custodiado por dos óleos sobre cartón y un cartoncillo en los que aparece la misma copa pero en dos dimensiones y que ilustra las palabras que los acompañan. “La escultura es el mejor comentario que un pintor puede hacer a la pintura”, dijo Picasso en una conversación con el pintor italiano Renato Guttuso en 1964. También visitan por primera vez el museo los lienzos Busto de mujer (1906), Mujer (1927), Bodegón con minotauro y paleta (1938) y el tapiz de Jacqueline Dürrbach realizado en 1958 a partir de Las señoritas de Aviñón, que el artista siempre conservó y que llega a Málaga tras una restauración. El fotógrafo Roberto Otero, en su libro Lejos de España. Encuentros y conversaciones con Picasso (1975), comenta cómo surgió una instantánea en la que el artista posa junto al tapiz en su casa de villa La Californie (Cannes) en 1966: “Un tapiz gigantesco de Les demoiselles d’Avignon parece llenar todo el ambiente. Le pido a Picasso que se coloque al pie de ‘las chicas’-como las llamamos familiarmente- pues quiero tomarle una foto. ‘Saldrá solamente tu cabeza en un rincón’, le digo al notar que de otro modo no entran ‘las chicas’ en el campo de la cámara. ‘Como si fuera una firma’, responde sin pestañear”.




Tapiz de Jacqueline Dürrbach según 'Las señoritas de Aviñón', de Picasso (1958) en el Museo Picasso Málaga.Tapiz de Jacqueline Dürrbach según 'Las señoritas de Aviñón', de Picasso (1958) en el Museo Picasso Málaga.
También vuelven a colgar en el palacio de Buenavista obras que habían formado parte de alguna de las cinco propuestas museográficas anteriores como los lienzos Susana y los ancianos (1955) o Naturaleza muerta con guitarra (1920).

Karmel, quien se ha puesto su “gorro de profesor de universidad”, ha hecho un breve repaso online por algunas de las obras que integran Diálogos con Picasso. “Las señoritas de Aviñón, de 1907, es la puerta de entrada de la geometría en el arte moderno. Picasso mezcla el pasado y el futuro, son figuras de la Grecia antigua con máscaras africanas. En obras posteriores, como Desnudo de mujer, de 1908, puede verse el triunfo absoluto de la geometría. Hay un estereotipo asociado al cubismo que dice que lo hace todo plano, pero aquí vemos el carácter tridimensional del cuerpo femenino. Parece un estudio de una escultura”, ha explicado el comisario, para quien el cubismo es “la mayor revolución del arte del siglo XX”.

La Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte prorroga hasta 2023 el préstamo de 44 pinturas, 49 dibujos, 40 obras gráficas, 10 esculturas, 17 cerámicas, 1 tapiz y 1 plancha de linóleo. Son 162 piezas con obras tan significativas como Las tres Gracias (1923), de su periodo más clásico y monumental o la escultura de bronce Cabeza de toro (1942), realizada con el manillar y el sillín de una bicicleta, una apuesta por el ready-made que marcó a generaciones posteriores. Como ya adelantó Apollinaire en el texto de un catálogo en 1918: “Picasso es el heredero de todos los grandes artistas. Cambia de dimensión, vuelve sobre sus pasos, retoma la marcha con un paso más firme, en constante crecimiento”.

“El desafío al mostrar el trabajo de Picasso es hacer justicia a su asombrosa diversidad al mismo tiempo que demuestra la unidad y coherencia de su trabajo. En pocos años, viajó desde el drama y la ternura de los períodos azul y rosa hasta el experimento cerebral del cubismo. Después de la Primera Guerra Mundial, inventó una nueva forma moderna de clasicismo. En las décadas de 1920 y 1930, iba y venía entre el cubismo, el clasicismo y el surrealismo. Después de la Segunda Guerra Mundial, inventó nuevos estilos para los cuales los historiadores del arte aún no han encontrado nombres. Es mejor conocido como pintor, pero también fue el mayor escultor del siglo XX. Y el mejor grabador”, asegura Karmel. El comisario ha presentado las 120 obras de esta revisión de la colección en 15 salas de forma cronológica y agrupándolas por temas, todas con retazos del pensamiento de Picasso que permiten al espectador compartir su intimidad.

“Cada grupo toca un tema tradicional como el cuerpo humano, el retrato o la naturaleza muerta. Una sala es un bestiario, con pinturas y esculturas de toros, pájaros y gatos. También hay una rica selección de sus dibujos narrativos, algunos ilustrando la comedia de Aristófanes, Lisístrata, otros relatando el mito del Minotauro”, ha apuntado el comisario.

EL PAÍS

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