Patricia Highsmith |
Concentración
de especialistas y escritores en la discusión sobre novela policiaca y cine en
el certamen donostiarra
Excepto animación, de todo hay en San
Sebastián. Si el desarrollo del Festival de Cine ofrece pocos alicientes
cinematográficos y escasos estímulos mundanos, en sus apartados más
tangenciales puede decirse, que se mueve con mayor animación. La mesa redonda
sobre Novela policiaca y cine supuso ayer, al menos, un esfuerzo de
concentración de figuras internacionales de relieve, o la organización de los
concursos Internacional de Vídeo y de Vídeo Vasco. Destaca también Soldados de
plomo, película transparente 3, bien realizada del actor español José Sacristán
convertido en director de cine, que ha concurrido en la sección de Nuevos
Realizadores.
Patricia Highsmith |
La
presencia estelar de Patricia Highsmith -que habló muy poco, en parte porque no
la dejaron y en parte porque es así de su natural-, la contribución de
personajes como Fernando Savater, Samuel Fuller, Jorge Martínez Reverte, Monte
Hellman, el historiador Julian Symons, Juan Tebar, Vicente Molina Foix,
Francisco García Taibo, Guillermo Cabrera Infante, Román Gubern, Andreu Martín
o Juan Madrid... Todo ello dio un carácter fallero al encuentro, pero restó
oportunidad y, sobre todo, tiempo para desarrollar las pocas ideas interesantes
y auténticamente relacionadas con el motivo de la reunión que surgieron como
brotes aislados entre el alarde de erudición inútil que supuso en general la
mesa redonda.
Ricardo Muñoz Suay actuó como presentador, y Manuel Vázquez Montalbán lo hizo en calidad de moderador, ejercitando el último sus dotes de humorista resignado en cuanto momento le fue posible. Las intervenciones más brillantes, y también las más acertadas, estuvieron a cargo de Savater, Molina Foix y Gubern. El primero diferenció al detective, tanto de novela como de película -aunque confesó su preferencia por el cine negro, por encima de la literatura del mismo género-, en dos tipos: aristado y redondo, definiendo tanto los méritos profesionales como las características físicas. De alguna manera estaba distinguiendo entre el héroe hammetiano a lo Spade o Marlowe y el tipo más paternal y frustrado, más interiorizante, que podría representar el Gene Hackman de La noche se mueve.
Por
su parte, Molina Foix y Gubern incidieron, particularmente, en la aportación
que el cine ha supuesto para una iconografía de lo negro,con especial hincapié en la
contribución que la fotografía en blanco y negro, de luces y sombras, la de
oscuros y tinieblas, aportó a unas películas que fueron, básicamente, un
documento urbano. Patricia Highsmith -que durante el acto recibió el Euskadi de
Plata que le otorgaron los libreros vascos- aprovechó para explicar que nunca
conoció personalmente a Hitchcock, a pesar de que Extraños en un tren fue adaptada para el cine por el
maestro del suspense; también
dijo que el cine debe nutrirse de historias y que eso pone una esperanza para
los escritores, aunque aconseja a éstos que introduzcan en sus contratos una
cláusula previa que les permita controlar el guión.
Samuel Fuller |
Samuel
Fuller, que ha sido periodista y novelista policiaco también, se refirió a su
propia experiencia como director, al hecho de que Hollywood suele comprar
novelas interesantes para tratarlas después como si de páginas en blanco se
tratara -es decir, traicionándolas-, y al placer que le produjo participar
mínimamente como actor en una película, El amigo americano, de Wim Wenders, en donde
interpretó un pequeño papel. Andreu Martín se quejó de que el cine adapte
novelas policiacas en lugar de pedir a los escritores guiones originales, y
Guillermo Cabrera Infante, después de contar que para él primero fue la imagen
que el verbo, se remontó a su más tierna infancia para referir que su primer
recuerdo cinematográfico está relacionado con Cara cortada, la obra maestra de Howard Hawks,
con Paul Muni en el papel de Scarface.
No hay comentarios:
Publicar un comentario