lunes, 2 de noviembre de 2020

A Sean Connery le encantaba salir de noche

Sean Connery
Golfinger, 1964




Celebridades

"A Sean Connery le encantaba salir de noche con su cuadrilla de Marbella, pero su mujer no le dejaba solo ni para ir al cuarto de baño"

Olivia Valère, leyenda de la Costa del Sol e íntima amiga suya, recuerda al fallecido Sean Connery. "Era un gran señor", nos cuenta. "Hasta hoy, he creído que era inmortal".



Paloma Simón
31 de octubre de 2020

"Es triste que una persona tan fuerte, tan excepcional, un hombre hecho a sí mismo, haya tenido un final así. Tendemos a creer que las figuras como él son inmortales, pero no es así", reflexiona Olivia Valère desde Marbella. La conocida empresaria acaba de conocer el fallecimiento de su amigo Sean Connery a los 90 años de edad. Enfermo de Alzheimer, el actor escocés ha muerto en Bahamas, donde residía desde hace varios años. "Su estado se había agravado tanto en los últimos tiempos que apenas podía salir de casa. Con lo que le gustaba salir...", lamenta Valère. "Sus dos pasiones eran la interpretación y el golf".

Sean Connery

Golfinger, 1964 


Valère, dueña de la mítica discoteca marbellí que lleva su nombre, evoca los años en los que Connery, muy popular por su papel como el agente 007 en varios títulos de la saga, pasaba varios meses al año en Marbella. Allí, el intérprete escocés formaba parte de la "Marbella linda", como la denomina la empresaria. Personajes como el magnate francés Henri Roussel, padre de Thierry, el que fuera marido de la malograda Cristina Onassis, y a quien Adnan Khashoggi compró el terreno –1.000 hectáreas– sobre el que edificó su mansión Al-Baraka; o el barón Hubert von Pantz y su mujer, Terry. "Lo pasábamos fenomenal, a Sean le encantaba salir. Estábamos siempre juntos", nos cuenta Valère. "Pero su mujer, Micheline Roquebrune, era tremendamente celosa. No le dejaba solo ni para ir al cuarto de baño, para evitarle tentaciones. Si cayó, solo él lo sabe. Era muy discreto", recuerda entre risas esta francesa afincada en la capital de la Costa del Sol desde mediados de los años ochenta.



Valère también relata con humor cómo Micheline se ocupaba absolutamente de todo, de la agenda de Connery –cuyo último trabajo en el cine se remonta a 2012– a las finanzas, hasta el punto de que el actor apenas llevaba dinero encima. "No le dejaba más de cien euros en cash", cuenta la llamada reina de la noche marbellí quien, por cierto, organizó la boda del hijo de Connery, Jason. "Voy a llamarle ahora mismo para darle el pésame y para decirle que quería mucho a su padre. He conocido a mucha gente, pero a poca tan excepcional como Sean Connery".

Sean Connery y Micheline Roquebrune durante una fiesta en Marbella.

La empresaria recuerda de forma especial la noche en la que el protagonista de Los InmortalesEl nombre de la rosa o Los intocables, por citar tres títulos de su extensa filmografía, cenó con Camilo José Cela. "Congeniaron al instante, porque Sean tenía una cultura inmensa". Valère y Connery coincidieron en persona por última vez hace cinco años, en Nueva York. El actor estaba ya muy enfermo, pero su muerte ha sorprendido a la que fuera su gran amiga. "Hasta hoy, he creído que era inmortal".

Sean Connery y su mujer Micheline Roquebrune (izq) en Marbella en el cumpleaños de Adnan Kashoggi, 24 de julio de 1985

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