domingo, 5 de abril de 2020

Mauricio Vargas / ¿Hasta cuándo?



Giancarlo Dani (@dani_giancarlo) | টুইটার
El distanciamiento social según Emilio Giannelli


¿Hasta cuándo?

Si la cuarentena va hasta junio, el hambre y la destrucción de empleo serán peores que la pandemia.


Mauricio Vargas
5 de abril de 2020


Está claro que la severa cuarentena decretada por el Gobierno para enfrentar la pandemia de covid-19, y que en principio va hasta el 13 de abril, tendrá que ser prorrogada unas semanas. Aunque la cifra de contagios va muy por debajo de la proyección inicial de las autoridades –que apuntaba a decenas de miles para este fin de semana–, es pronto para decir que la amenaza está controlada. Sería irresponsable levantar, dentro de apenas ocho días, el confinamiento de millones de colombianos en sus hogares.



Algunos sostienen, con cierta razón, que los contagios están subestimados debido a que el país empezó haciendo pocos exámenes, unos cuantos centenares diarios. Desde el 1.° de abril, las pruebas pasaron a miles por jornada, y seguirán en aumento, lo que elevará la cifra de contagios comprobados a niveles más realistas. Aun así, el impacto de la pandemia en el país está muy lejos de los pronósticos. Prueba de ello es el número de muertes, un dato mucho más fácil de verificar: con un total de contagios similar al de Colombia, Argentina registra dos veces más decesos; México, con un poco más de enfermos, suma tres veces más.


El porcentaje de muertes en el país era este viernes del 1,63 % sobre el total de contagios, cuando el rango mundial ronda el 5,4 %: algo estamos haciendo bien. Lo primero, que la cuarentena comenzó pronto, cuando los contagios sumaban cerca de 400. Con una población similar a la de Colombia, el Gobierno de España decretó el confinamiento con más de 5.000 casos. Lo segundo, que muchas clínicas y hospitales del país vienen aplicando, en pacientes muy afectados, terapias que han dado buenos resultados en China, Francia y varias naciones más, como la combinación de hidroxicloroquina y azitromicina, experimentada por el médico francés Didier Raoult.

Pero el éxito del confinamiento depende también de medidas sociales, como la entrega de mercados en los hogares más pobres, pues con hambre nadie se queda en casa. Aparte de los mercados, que van bien, la batería de auxilios a los estratos 1 y 2 es enorme: mantenimiento y reconexión del servicio de agua, sin pago; prohibición de desahucios para arrendatarios caídos en su mensualidad; dinero extra para 2,6 millones de hogares de Familias en Acción; 750.000 pesos extra para más de medio millón de Jóvenes en Acción; alivios en créditos de vivienda popular, y mucho más.

Pero el Gobierno se ha quedado corto en el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa. El anuncio de una línea de crédito inicial de 150.000 millones de pesos, en un país con millón y medio de esas compañías, las deja con unos 100.000 pesos a cada una: una ridiculez. Urge hacer muchísimo más, pues ahí está la clave del empleo. La terquedad del equipo económico que se niega a usar los recursos monetarios con que cuenta (reservas, crédito del Banco de la República, crédito ‘stand by’ del FMI) para alimentar el aparato productivo destruirá cientos de miles de empresas y millones de empleos, un tejido económico que será muy difícil reconstruir si no frenamos ya su implosión.

El drama económico y social puede llegar a ser más grave que la crisis sanitaria por el coronavirus, y durar varios años. Equivocarse en esto traerá más muertos por hambre y miseria que la pandemia misma. Aunque es evidente que la cuarentena debe continuar después del 13 de abril, sería un gravísimo error llevarla, tan radical como está, hasta junio. Primero, porque la destrucción de empleo adquiriría magnitudes de catástrofe. Y, segundo, porque si tras dos meses de confinamiento los contagios no ceden, habrá que preguntarse si la cuarentena está dando resultado. Es temprano para decidir estos asuntos, pero es bueno empezar a debatirlos y preparar los pasos para un desmonte gradual del confinamiento.

EL TIEMPO




No hay comentarios:

Publicar un comentario