martes, 21 de enero de 2014

El lobo de Wall Street / Un bróker millonario al que no le iba mal

'El lobo de Wall Street'

un bróker millonario al que no le iba "mal"

Por: 
El País, 9 de nero de 2014
TWOWS-06922 (Medium)
“No me va mal”, contesta Jordan Belfort. Es cierto, pero no basta. Así que ante la insistencia de su curioso vecino en conocer su sueldo se ve obligado a concretar más: gana 72.000 dólares. Al mes.
La secuencia que os proponemos en exclusiva más abajo es bastante representativa de lo que narra la nueva película de Martin Scorsese, El lobo de Wall Street, y de las vivencias del bróker que la protagoniza, interpretado por Leonardo DiCaprio. El filme, que dura 179 minutos y se estrena en España el próximo 17 de enero, es la quinta colaboración entre el actor y el director, que recientemente ha anunciado que le quedan dos películas más, antes de retirarse. Por lo pronto, su nueva obra cuenta la historia real de Belfort, que empezó con 24 años con un contrato de telefonista en la agencia de brókeres LF Rothschild, y acabó embriago de Wall Street –y no solo-, desafiando los límites humanos de la riqueza y la ilegalidad.

“Belfort pasa de las acciones especulativas y la honradez, al lanzamiento indiscriminado de empresas en Bolsa y la corrupción. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de la agencia bursátil Belfort le valió el mote de El lobo de Wall Street", explica la sinopsis de la película. A partir de ahí, empieza a fluir un río de trampas legales, drogas, prostitutas, villas, helicópteros y Ferraris, que él mismo contó, años después, en una autobiografía titulada como su mote y en la que está basado el guion de la película de Scorsese.
Por mucho que aquí no desvelemos más detalles sobre el epílogo del sueño imposible de Belfort, no es tan difícil de imaginar. De momento, baste con saber que la película ha arrasado en su camino por Estados Unidos, hasta el punto de ser comparada por algunos críticos con Uno de los nuestros. A ver qué opina la taquilla española. Y, claro, los Oscar.


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