viernes, 21 de marzo de 2025

Carlos Ciro / Almejar





Carlos Ciro
ALMEJAR



Hay un verbo precioso en portugués: _almejar_, que expresa un deseo intenso. Anhelar, ansiar, aspirar, son todos cognados que en ambas lenguas lo recogen, pero desvanecen en él la presencia del _alma_ a la que el sufijo _ejar_ parece llevar una y otra vez algo que se le escapa. Lo he encontrado muy poco en Pessoa, pero hoy releí este poema que toda traducción cercena, y que, justo en esa palabra, termina y recomienza:


Sei que nunca terei o que procuro

E que nem sei buscar o que desejo,

Mas busco, insciente, no silêncio escuro

E pasmo do que sei que não almejo.


Fernando Pessoa [119-36ar]

10-4-1927


(Acompaño una traducción si acaso literal, que persigue el sentido, incapaz de mayor musicalidad)


Sé que nunca tendré lo que procuro

y que tampoco sé buscar lo que deseo,

pero busco, inciente, en el silencio oscuro

y pasmo con lo que sé que no _anhelo_.*


Fernando Pessoa, 10-4-1927

Trad CC.


Subrayo la opción por _anhelo_, de preciosa etimología también, acaso coincidente en aquello que el alma y el hálito tienen de común origen; pero me quedo pensando en una palabra que ocasionalmente usaba mi padre. Un colombianismo de etimología acaso más prosaica, que el diccionario define como «Desear ardientemente algo que se añora»: _amalayar_.  Acaso en ese nudo de tiempo que se forma entre el deseo y la añoranza que extienden sus brazos en direcciones contrarias para reunirse en el presente, palpiten al unísono el verbo portugués y el colombiano.


FACEBOOK

No hay comentarios:

Publicar un comentario