Alvaro Pombo presenta 'El héroe de las mansardas', premio Herralde de novela
EL PAÍS
Madrid 22 DIC 1983
Con su aspecto de capitán Acab, entrado en peso y algo benevolente, por ello, hacia todo tipo de ballenas, barbado y patriarcal, el autor santanderino no pronunció grandes ni pequeños discursos, y se limitó a expresar su deseo de que todos los periodistas le traten muy bien, "ahora que soy reina por un día".
En el transcurso de un almuerzo informal -un cuscús para celebrar que el héroe de su libro se llama Kus-Kús-, Álvaro Pombo presentó en Madrid su novela El héroe de las mansardas de Mansard, que resultó ganadora del primer Premio Herralde de esta modalidad. Al mismo premio había concurrido con El hijo adopivo que resultó finalista.
Jorge Herralde, de Anagrama, que ha instituido el premio que lleva su nombre, dijo que se congratulaba porque el galardón "ha ido a parar a una de -las mejores novelas que he leído nunca".
El héroe de las mansardas de Mansard es la historia de un niño de la alta burguesía del Norte, una especie de gnomo peligrosamente insertado en el mundo de los adultos, y está escrito en un castellano que combina el lenguaje cotidiano con el lenguaje culto. Además del personaje central, aparecen una serie de personajes; también principales, como una extravagante tía Eugenia; Julián, un criado de pasado equívoco; la abuela Mercedes y su amigaMari Carmen; Manolo, un mozo de La Cubana, excelente semental, de asidua visita a tía Eugenia...
En la novela, en opinión de un miembro del jurado que la galardonó, se entremezclan la ironía y el humor; el lenguaje culto y el cotidiano, especialmente en determinados monólogos hiperrealistas; la elipsis y la redacción periférica. En ellas aparecen temas como el robo, el chantaje, la traición y el ménage a trois.
Álvaro Pombo, nacido en Santander en 1939, es licenciado en Filosofia por la Universidad Complutense de Madrid y es B. A. Philosophy por el Bribed College de Londres, ciudad donde residió durante doce años. Ha publicado tres libros de poemas: Protocolos, Variaciones (premio de poesía El Bardo, 1977) y Hacia una constitución poética del año en curso, así como dos obras de narrativa, Relatos sobre lafalta de substancia y El parecido. El escritor confiesa que le marcaron José L. Aranguren y el existencialismo de Jean Paul Sartre.
* Este articulo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de diciembre de 1983
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