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lunes, 2 de mayo de 2016

Helmut Newton, sexo, belleza y transgresión

Helmut Newton y modelo

Helmut Newton

Sexo, belleza y transgresión

Una exposición efímera recoge algunas de las obras del icónico fotógrafo

CARLES GÁMEZ
Valencia 26 NOV 2015 - 10:32 COT

“Un fotógrafo que dice que no es un voyeur, es que es un idiota”. Esta frase de Helmut Newton condensaba una buena parte de la filosofía del fotógrafo y su complicidad íntima con sus modelos expresada en las impecables imágenes en blanco y negro realizó a lo largo de medio siglo. Una exposición efímera —hasta el próximo 28 de noviembre— en Londres bajo el nombre de Vintage Newton recoge algunas de las fotografías, ahora puestas a la venta en copias restauradas, más celebres del fotógrafo alemán. Imágenes transformadas en iconos por su carácter rupturista y transgresor que realizó entre 1974 y 1984 para las revistas de moda, principalmente para el Vogue francés, la edición donde pudo condensar sus fantasías con total libertad creativa.

Considerado como el padre o fundador del porno-chic, el erotismo atrezzado con lujo —y que Tom Ford ha llevado hasta sus límites más paródicos— sus fotografías con un fuerte contenido sexual transforman la imagen de la moda. Fetichismo, lesbianismo o sadomasoquismo son algunos de los fantasmas que Newton proyecta en sus trabajos para escándalo de editores, jefes de publicidad y anunciantes. Una combinación provocadora de sexo y moda que recibe fuertes críticas, acusándole de ofrecer una imagen exhibicionista de la sexualidad femenina. Newton se defenderá siempre de estas críticas manifestando que sus modelos retratan el poder y la fuerza femenina.


Elsa Peretti
Nueva York, 1975
Fotografía de Helmut Newton
Como Guy Bourdin, el otro fotógrafo que revoluciona con sus contenidos estéticos la imagen de la moda en la década de los setenta, sus trabajos no son ajenos a la nueva definición de la sexualidad femenina que se manifiesta en esa década. Su fotografía de dos mujeres, una desnuda, y la otra vestida con un elegante traje masculino, el célebre Le Smoking de Yves Saint-Laurent, es un ejemplo de esta impactante ambigüedad que invade la moda y la publicidad. Newton perturba y trastoca los tradicionales roles otorgados a cada sexo mostrando una poderosa Jerry Hall en la playa-en una imagen de 1975- combatiendo con la también modelo Liz Taylor como dos luchadores de Sumo o la diseñadora Elsa Peretti en una terraza de Nueva bajo una máscara de conejito de Playboy exhibiendo su desnudez en bañador sobre el fondo del skyline de Manhattan.





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