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jueves, 3 de diciembre de 2020

Jo Nesbø / Diez consejos

Jo Nesbø


Jo Nesbø

Diez consejos

 

1. No hay días de trabajo normales

Donde Nesbø cuenta una dinámica de trabajo que suele variar dependiendo de donde esté. «Hoy me levanté a las 4 de la mañana. Fui a un sitio fuera del hotel, tomé café y trabajé hasta las 8. Después fui al gimnasio del hotel y luego desayuné con mi agente. Haré entrevistas hasta las 4 de la tarde, luego iré al aeropuerto y volaré de regreso a Oslo. Trabajaré en el avión, probablemente durante 5 horas. Escribir es lo que hago cuando no tengo otras cosas que hacerNo tengo reglas, y me levanto dependiendo de lo que hice la noche anterior.

2. Escribir en cualquier sitio

«Escribo en todas partes, pero los mejores lugares son los aeropuertos y los trenes. Cuando estás sentado en un tren o esperando un avión, solo tienes un tiempo limitado para escribir. Eso te hace sentir que ese tiempo es precioso y hay que aprovecharlo. Si te levantas por la mañana y dices que vas a escribir durante 12 horas, no lo sientes. A mí me gusta saber que voy a hacer todo lo que pueda en solo 1 o 2 horas».

3. Tener un plan perfecto

«Si tienes una buena historia para empezar, estará bien sin importar cómo la escribas. Me gusta tener la confianza de que conozco la historia, que cuando empiezo a escribir, la he trabajado una y otra vez. Así que no tengo la sensación, después de la primera página, de que soy un creador de historias, un cuentacuentos. La historia ya está allí, no lo estoy inventando a medida que avanzo. Es entonces cuando también te siente seguro de decirle a tus lectores: «Ven y acércate, porque tengo esta gran historia. Así que solo relájate y confía en mí». Así me siento cuando leo las obras de grandes escritores».

4. Entrar fuerte con una historia

«Los norteamericanos son los mejores para presentar sus historias. En las primeras páginas de un libro tienen una manera descarada de exagerarlas. Es una tradición. John Irving lo hace, y Frank Miller, el novelista gráfico, tiene la misma forma de manipularte para ir pasando las páginas. Me encanta eso. Y podría ser cualquier cosa que haga que tus lectores quieran seguir leyendo. No puedes pensar en términos de reglas. Solo usa ese sentimiento que tienes en las tripasSi la idea de un comienzo te fascina y también suena a reto, estás en el camino correcto».

5. Usar tu vida

«Es bueno recurrir a experiencias de la vida real. Cuando escribo un libro como Headhunters, utilizo el género negro pero también uso temas de mi propia vida. He hecho muchas cosas diferentes. Fui oficial de las fuerzas aéreas. Hago música. Trabajé como corredor de bolsa durante muchos años. Así es como tuve la inspiración para Headhunters. Cuando fui analista financiero, me entrevistaron esos cazadores de talentos. Lo que me ayuda para mis libros es que tengo una vida, por lo tanto, puedo narrar sobre las de otros».

6. Escribir lo que haya, lo que se tenga

«No se trata de intentar escribir un libro superventas, sino de escribir lo que se tiene. Y si hay suerte, puedes compartir tu gusto por contar historias con un gran público. No tenía idea de que mis historias llegarían a tantos lectores. Pensé que eran más para unos cuantos. Así que me sorprendí cuando me di cuenta de que tenía tanta gente en casa».

7. Dejar que el título fluya por sí mismo

«No hay reglas cuando se trata del título de una novela. Las ideas vienen de diferentes maneras. Con El muñeco de nieve, la novela empezó con el título. Pensé que sonaba muy bien como título. Y luego se me ocurrió lo que ese título implicaba en términos de la historia. Ese fue el comienzo. En otros casos, es lo último que hago y a veces me viene cuando estoy a mitad del libro. Como dije, no hay reglas. Headhunters era obvio debido al doble significado. Me vino bastante rápido.

8. El mejor trabajo creativo no se siente como trabajo

«Mi trabajo escribiendo libros es algo que haría gratis. Algunos de los mejores escritores no solo en Noruega, sino en el resto del mundo, tendrían otros trabajos además de escribir. Pero para muchos trabajar es la mejor parte del día cuando hacen lo que realmente quieren hacer.

9. Atracar ideas

«¿Que si robo de otros libros? Claro. Y si soy un ladrón, puedo decirte que estoy robando pero no puedo decirte a quién. Bueno, está bien, a Mark Twain. Tom Sawyer y Huckleberry Finn. Esos fueron libros y personajes geniales. Para mí escribir es una reacción a la lectura. Es el mismo reflejo que tienes cuando estás en una mesa con amigos. Alguien contará una historia, luego otro contará otra distinta, luego el siguiente. Entonces tú tienes que contar algo nuevo también. Crecí en un hogar donde tuve  experiencias maravillosas tanto siendo oyente como lector. Ahora es mi turno».

10. Escribir para uno mismo

«Cuando estoy escribiendo, me estoy imaginando a un solo lector, yo mismo. Para mí, escribir no se trata de visitar a las personas, se trata de invitar a las personas a donde tú estás. Y eso significa que debes saber dónde es. Cuando llegas a un cruce de caminos, si piensas dónde querría el lector que fuera, entonces estás perdido. Tienes que preguntarte a ti mismo qué te haría querer levantarte mañana y terminar esa historia. A veces la historia señalará la dirección, pero por supuesto, eres tú como escritor el que decide. Sin embargo, otras veces es el propio libro el que puede llevarte a ti, el que vive por sí mismo».


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