Páginas

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Stephen King / El verdadero Raymond Carver

Raymond Carver

Stephen King

El verdadero Raymond Carver


Traducción de Joaquín Ibarburu  
The New York Times 
27 de mayo de 2010

El popular Stephen King escribe sobre una biografía de Carver y su relación con el editor Gordon Lish, quien al parecer es responsable de gran parte del famoso estilo carveriano. Y como anticipo, un cuento sin correcciones editoriales.

Raymond Carver, sin duda el cuentista estadounidense más importante de la segunda mitad del siglo XX, hace una temprana aparición en la exhaustiva –y en ocasiones extenuante– biografía de Carol Sklenicka [Raymond Carver. A Writer's Life, Scribera, todavía no traducida al español] a los tres o cuatro años de edad y con correa. "Claro que me veía obligada a tenerlo con correa", dijo mucho después su madre, Ella Carver, al parecer sin ironía alguna. La Sra. Carver podría haber tenido la idea adecuada. Al igual que los perplejos bebedores de clase media que pueblan sus relatos, Carver nunca parecía saber dónde estaba ni por qué se encontraba ahí. Una y otra vez me hacía pensar en un pasaje deFantasmas, de Peter Straub: "El hombre simplemente manejaba, distraído por esa interminable telenovela de subordinados de los Estados Unidos".

Donald Trump / Pocos impuestos, muchas deudas y 70.000 dólares en peluquería

El activista Mike Hisey, disfrazado como Trump vestido con un traje de prisión leyendo el 'Times'
frente a la puerta del diario neoyorquino, este lunes. Trump solo pagó 750 dólares de impuestos en 2016,
según el New York Times. 
FOTO: CARLO ALLEGRI


Donald Trump: pocos impuestos, muchas deudas y 70.000 dólares en peluquería

Breves conclusiones sobre los casi cuatro años de investigación del diario ‘The New York Times’ sobre las finanzas del presidente de EE UU


YOLANDA MONGE
28 de septiembre de 2020



A menos de 40 días de los comicios que podrían revalidar su cargo en la Casa Blanca, las revelaciones exclusivas del diario The New York Times sobre las finanzas de Donald Trump y su relación con el fisco dejan titulares que dibujan al presidente de Estados Unidos lejos del tiburón de los negocios que él se atribuye, exponen que se ha beneficiado impositivamente de sus bancarrotas y que debe más de 400 millones de dólares en préstamos que vencerán en los próximos años.

¿Quién lee a Cabaliere?

 


Foto cedida por Rafael Cabaliere, Premio Espasa de Poesía 2020
Foto cedida por Rafael Cabaliere, Premio Espasa de Poesía 2020

¿Quién lee a Cabaliere?

La polémica por el Premio Espasa de Poesía a la obra de un desconocido venezolano con un millón de seguidores en redes sociales alimenta el debate entre lo cultural y lo viral


FLORANTONIA SINGER
ALONSO MOLEIRO
Caracas - 28 SEP 2020 - 17:30 COT

Cuando hace dos semanas Rafael Cabaliere colgó un vídeo en redes sociales para confirmar que no era un robot, Vanina Artusa, una argentina de 54 años, soltera, madre de un hijo de 23 y dueña de un negocio de repostería en Buenos Aires, supo que era venezolano. “Por el acento en el vídeo lo deduje”, responde a través de la mensajería de Facebook. Desde hace dos años lo sigue en redes y derrocha likes en cada publicación del joven que acaba de ser premiado en la polémica tercera edición del Premio EspasaEsPoesía para autores menores de 35 años, que entrega la editorial española del Grupo Planeta. Artusa no sabe más que su nombre y tampoco es capaz de recordar muchas de sus poesías.

martes, 29 de septiembre de 2020

Virginie Despentes / “No tenemos que limpiar a Woody Allen para que su cine sea bueno”

La escritora francesa Virginie Despentes en Madrid.
Virginie Despentes en Madrid. FOTO DE ANDREA COMAS

“No tenemos que limpiar a Woody Allen para que su cine sea bueno”

La escritora francesa Virginie Despentes publica la última novela de su trilogía, 'Vernon Subutex', y reedita su ensayo feminista 'Teoría King Kong'




Patricia Gosálvez
Madrid, 15 de febrero de 2018

“Siempre me ha impresionado la similitud entre la parte promocional de mi trabajo y el acto de prostituirse”. Virginie Despentes lo escribió hace 12 años en su poderoso manifiesto feminista Teoría King Kong. Hace 27 fue prostituta. Trabajó en una tienda de discos, fue punki, durmió en la calle, fue violada a los 17 años cuando hacía autostop, es dj, bebió mucho, dejó de beber y se hizo lesbiana. Tiene una decena de novelas, muchos premios y tres películas dirigidas. Su trilogía Vernon Subutex, un diorama social sobre un viejo rockero convertido en gurú de una subcultura basada en las raves, ha vendido más de 500.000 copias. La tercera entrega se publica ahora en castellano junto a la reedición de Teoría King Kong. Despentes (Nancy, Francia, 1969) está de promoción. No le importa que le pregunten más sobre #MeToo (“una de las cosas más importantes de las que he sido testigo”) que sobre su novela. Aunque es francesa, dice “shit” todo el rato en inglés cuando habla en un perfecto castellano. Es generosa, optimista, risueña. Y hoy la mayoría de sus “clientes”, somos mujeres.

Virginie Despentes / “Francia está en caída libre”



La escritora francesa Virginie Despentes, en Madrid.
La escritora francesa Virginie Despentes, en Madrid. JAIME VILLANUEVA
Virginie Despentes: “Francia está en caída libre”

Revolucionó las letras de su país con 'Fóllame'. Ahora publica 'Vernon Subutex', una trilogía que habla del miedo colectivo a que la crisis nos afecte


Virginia Collera
19 de julio de 2016

"Pasados los 40, todo el mundo parece una ciudad bombardeada”, reflexiona Vernon Subutex. Sobre las ruinas de este hombre de clase media que frisa la cincuentena y ha perdido, en este orden, su tienda de discos, su subsidio y su casa, ha construido Virginie Despentes (Nancy, 1969) la trilogía —acaba de editarse el primer volumen en castellano— que la ocupa desde 2013. “Esta crisis nos ha enseñado que nos puede pasar a nosotros y, sobre todo, que nos puede pasar a cualquier edad. Solo después de publicar la novela me he dado cuenta de que esto se ha convertido en un miedo colectivo que todos compartimos de manera racional o irracional”. Tras dos libros de ensayo, Teoría King Kong (Melusina, 2007) y Apocalypse bébé (2010), Despentes —que carga con la etiqueta de enfant terrible de las letras francesas desde su debut en la narrativa con Fóllame— se planteó Vernon Subutex (Literatura Random House) como una novela corta. Pero, unos meses de escritura después, se encontró con más de 1.000 páginas que la crítica de su país ha saludado como una ambiciosa radiografía de la sociedad francesa actual. “Esta primera parte es un retrato de personajes deprimidos porque así es como yo veo Francia: creo que ahora empe­zamos a despertar, pero nos está costando entrar en el presente, dejar atrás el siglo XX y entrar en el XXI. Se han destruido empleos, empresas, las universidades no son lo que eran… Es una caída libre y nos sentimos mal. Hemos perdido nuestra identidad. Atravesamos un episodio de nostalgia colectiva porque el siglo pasado fue el último en el que Francia moló como país”.

Virginie Despentes / "Parece que la violación sólo es grave cuando la cometen pobres o refugiados"


Virginie Despentes

"Parece que la violación sólo es grave cuando la cometen pobres o refugiados"


La 'fille terrible' de las letras francesas vuelve con
'Vernon Subutex 1', la primera parte de una nueva trilogía,y habla sobre sexo, feminismo y la cultura 
de la violación 

Marta Medina
12 de junio de 2016

Virginie Despentes mola. Mucho. Es como una roquera de verbo afilado, con sus tatuajes y sus vaqueros. Habla de “follar”, de Podemos, del Frente Nacional, de las violaciones, de lo humano y lo divino, dice coño, todo con un tono sorprendentemente suave y tranquila. Han faltado unas cañas.
Portada de 'Vernon Subutex 1', publicada por Random House
Portada de 'Vernon Subutex 1', publicada por Random House
Despentes es la 'fille terrible' de las letras francesas. La “chica extraña” que sale en televisión. No es una estrella del rock pero tampoco lo necesita: con su anterior novela 'Apocalypse bébé' -ganadora del prestigioso Prix Renaudot- vendió más de 200.000 ejemplares. Ahora presenta en España 'Vernon Subutex 1', la primera parte de una trilogía de sexo, alcohol, extrema derecha, música y 'couchsurfing' para vagabundos. Y sólo en Francia ya ha superado las 150.000 copias. Dice que hacer la promoción, que el tratar con los medios le “parece súper violento” y que “te puede destruir”, pero Despentes se abre de par en par, no elude ningún tema espinoso y mira a los ojos de manera clara.
Eso sí, ya ha desistido de leer lo que se publica o se dice de ella en las redes sociales. Desde que escribió y dirigió 'Fóllame' ('Baise-moi, 2001) se ha convertido en objeto de insultos, críticas voraces y "una ola de odio súper agresiva". Y lo que más lamenta es no haber encontrado el apoyo ni de la prensa de izquierdas ni de los medios más radicales. Pero hay que seguir escribiendo y metiendo dedos en las llagas más mojigatas.

lunes, 28 de septiembre de 2020

Enrique Vila-Matas / Explícame a Duras


La escritora Marguerite Duras.Marguerite Duras / Foto de Robert Doisneau

Explícame a Duras

'Las diez y media de una noche de verano' sigue siendo, sesenta años después, una novela extraña, aunque ya solo fuera porque transcurría en un enclave aragonés



Enrique Vila-Matas
6 de julio de 2020

El 7 de julio de 1960 —sí, san Fermín—, hace exactamente sesenta años, aparecía en Gallimard la novela Las diez y media de una noche de verano (Dix heures et demie du soir en été), de Marguerite Duras. Novela extraña, aunque ya solo fuera porque transcurría en un enclave aragonés. En circunstancias distintas a las de este año, habría podido organizarse hasta un ferrocarril —una especie de Transiberiano en miniatura, digamos que un Transdurasiano—, que saliera de Zaragoza y entrara en Pamplona en plenas fiestas para celebrar allí los sesenta años exactos del libro.

Marguerite Duras / El absoluto sólo se puede mirar

 



Marguerite Duras

Marguerite Duras: el absoluto sólo se puede mirar 


Sara Sefchovich
4 de abril de 2019

Un extracto del libro “El cielo completo: mujeres escribiendo, leyendo”, de Sara Sefchovich.

Marguerite Duras fue novelista, guionista y directora de cine en una época difícil para las mujeres. Nació en Vietnam en 1914 y se fue a Francia en 1932, pero esos años en la indochina francesa definieron mucho de su futuro trabajo. Estudió Derecho, Matemáticas y Ciencias Políticas, y su primer libro lo publicó en 1943. A ese le siguieron muchas obras, entre novelas, guiones y ensayos, que la pusieron en un lugar inédito en la cultura occidental.

Ante el dolor de los demás / Las lágrimas de Marguerite Duras

 

Marguerite Duras

Ante el dolor de los demás

Las lágrimas de Marguerite Dura

Regarding the Pain of Others. Tears of Marguerite Duras

BIOGRAFÍA DE MARGUERITE DURAS

Melina Balcázar Moreno* 

Acta poét vol.38 no.1 México ene./jun. 2017

*Université Sorbonne Nouvelle, e-mail: melina.balcazar.moreno@univ-paris3.fr


RESUMEN:

A lo largo de su obra narrativa y cinematográfica, Marguerite Duras explora las posibilidades de transformación —del sujeto, de la historia— que la emoción puede abrir. Una emoción que la autora quiere desbordante, excesiva, como una forma de insumisión contra el orden moral y social. Así, las lágrimas —las suyas y las de sus personajes— buscan decirnos algo más acerca del poder del pathos, mediante la relación que establece entre la muerte y el deseo.

Palabras clave: duelo; emoción; imagen; genocidio; Duras; Sontag

La muerte de Yann Andréa, el compañero de Marguerite Duras

 



La muerte de Yann Andréa, 

el compañero de Marguerite Duras

“Me ha ocurrido esta historia a los sesenta y cinco años con Y. A., homosexual. Es sin duda lo más inesperado de esta última parte de mi vida, lo más terrorífico, lo más importante". Duras.


María Teresa Priego Broca
15 de julio de 2014

"Si mañana me muero o me mato, usted hará un pequeño libro en quince días, estoy seguro". Ella responde: “No diga eso, Yann, se lo suplico. No diga: un pequeño libro. Diga: un libro".

Yann Andréa



 

Yann Andréa, el último compañero de Marguerite Duras, quien vivió con ella desde 1980 hasta la muerte de Duras en 1996, murió este 10 de julio, su cuerpo  fue encontrado en su departamento de París. Tenía 63 años. Cuando comenzaron a vivir juntos él tenía 28 y ella 65. Ese hombre que en realidad se llamaba Yann Lemée, y a quien Duras le inventó un segundo nombre: “Andréa”, y hasta un apellido, en uno de los libros que escribió por y para él: “Yann Andréa Steiner”. Marguerite –de nacimiento- se apellidaba Donadieu, retiró su apellido paterno y eligió un sustituto también 

Siri Hustvedt / Las Pandoras de la pandemia


Un hombre cruza con un retrato de su madre, fallecida por covid, entre las miles de banderas colocadas junto a la base del obelisco de Washington como homenaje a las víctimas del coronavirus, el pasado 22 de septiembre.
Foto de Michael Reynolds

Las Pandoras de la pandemia

Los déspotas buscan un enemigo mitológico a quien culpar del coronavirus. Sin embargo, si algo hemos aprendido de la pandemia es que la acción colectiva es lo único que puede cambiar las cosas


SIRI HUSTVEDT
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
26 SEP 2020 - 17:30 COT

A principios de abril, cuando la ciudad de Nueva York estaba casi totalmente paralizada, oía día y noche las sirenas de las ambulancias. Leía las noticias de que habían llevado camiones frigoríficos para albergar los centenares de cadáveres que salían de los hospitales a diario. Leía sobre los sepultureros que no daban abasto para enterrar los cuerpos. Pensaba en todas las personas que lloraban a sus muertos, por culpa de un virus completamente indiferente a su dolor.

domingo, 27 de septiembre de 2020

Annie Ernaux / Una mujer / La infancia de mi madre es más o menos esto

 




La infancia de mi madre es más o menos esto

Annie Ernaux narra la historia de su progenitora en 'Una mujer', donde confiesa sus sentimientos encontrados respecto a ella: amor, odio, culpabilidad y, antes de su muerte, un apego visceral por la anciana enferma en la que se convirtió. 'Babelia' adelanta un capítulo


Annie Ernaux
22 de septiembre de 2020

Yvetot es una ciudad fría, construida sobre una meseta expuesta al viento, entre Rouen y Le Havre. A principios del siglo XX, era el centro comercial y administrativo de una región enteramente agrícola, en manos de grandes latifundistas. Mi abuelo, carretero en una granja, y mi abuela, tejedora a domicilio, se instalaron allí después de unos años de casados. Ambos eran originarios de un pueblo vecino, a tres kilómetros. Alquilaron una casita baja con un corral, del otro lado de las vías del tren, en la periferia, en una zona rural de límites imprecisos, entre los últimos cafés junto a la estación y los primeros campos de colza. Mi madre nació allí, en 1906, la cuarta de seis hijos. (Su orgullo cuando decía: "Yo no he nacido en el campo".)

Cuatro de los hijos no salieron de Yvetot en su vida, mi madre pasó allí tres cuartas partes de la suya. Se mudaron cerca del centro, pero nunca llegaron a acostumbrarse. "Íbamos a la ciudad" para misa, la carne, los giros que había que enviar. Ahora, mi prima tiene un piso en el centro, atravesado por la nacional 15 por la que circulan camiones día y noche. Le da un somnífero a su gato para que no salga y no lo atropellen. El barrio en el que mi madre pasó su infancia está muy solicitado por la gente de ingresos elevados, debido a la tranquilidad que reina en él y a las casas antiguas.

Annie Ernaux / “Escribir no sirve si no se llega al fondo de la verdad”

 



Annie Ernaux: “Escribir no sirve si no se llega al fondo de la verdad”

BIOGRAFÍA

La escritora francesa publica 'Memoria de chica', obra en la que reconstruye el verano en el que perdió la virginidad en la Francia puritana de 1958


Alex Vicente

28 de septiembre de 2016


A punto de cumplir 18 años, Annie Ernaux (Lillebonne, Francia, 1940) se alejó por primera vez de sus padres, modestos tenderos normandos, para trabajar como monitora en un campamento. Nunca ha dejado de pensar en aquel verano, porque en él aconteció una de las experiencias más cruciales de su vida: nada más llegar, perdió la virginidad. Vivió su primer amor y su primer rechazo. Y terminó lanzándose a los brazos de otros chicos, por lo que fue tratada “como una puta”, entre otras vejaciones. La leyenda corrió como la pólvora. Hasta tal punto que, el verano siguiente, el campamento prefirió no renovar su contrato.

Si la ficción ha muerto… ¿Todo está permitido?

 


Si la ficción ha muerto… ¿Todo está permitido?


¿Tiene límites la novela? Si todo es novela, ¿nada lo es? ¿Puede una novela no ser imaginativa? Asistimos desde hace tiempo al auge de la literatura transgénero, que disuelve los géneros o se los salta, que ataca ciertas convenciones, como el narrador omnisciente o el modelo clásico -decimonónico- de novela, que tanto placer ha deparado a los lectores. Y todo en un contexto en que la literatura de lo “real” -pónganse aquí tantas comillas como se quiera- gana terreno en las mesas de novedades. Escritores, críticos y editores tercian en un debate apasionante y, probablemente, sin fin

Alberto Gordo
20 de mayo de 2016

Al comienzo de una de sus novelas, Graham Greene advertía: “Esta es una obra de ficción. Ninguna de las personas que aparecen en ella se asemeja a ninguna persona viva o muerta, etc., etc. Londres no existe”. David Shields utilizaba en Hambre de realidad esta cita jocosa para hablar del carácter híbrido de la novela, un género, venía a decir, que surgió (de Defoe a Flaubert, de Cervantes a Dickens) como una imperfecta mezcla de documentos realistas, un poco de historia y autobiografía encubierta. Después, seguía el escritor en resumen apresurado, Henry James impondría que la novela, como “producto artístico”, debía ser enteramente imaginativa, a lo que algunos escritores de la posmodernidad (los más audaces, se entiende: Naipaul, Sebald) habrían respondido con una “necesaria” vuelta a la novela híbrida, en la que “el material que no es ficticio se ordena, moldea e imagina como ficción”.

sábado, 26 de septiembre de 2020

Christine Angot / «Una novela cien por cien autobiográfica puede ser falsa, y a la inversa»

 


Christine Angot. Foto: Jean-Luc Bertini / Flammarion

Christine Angot: «Una novela cien por cien autobiográfica puede ser falsa, y a la inversa»

Christine Angot / The Challenge of “L’Inceste” and “The Incest Diary”



Fernando Díaz de Quijano
9 de junio de 2017

En medio del prolongado debate sobre el auge de la autoficción, llega a España Christine Angot (Châteauroux, 1959) para promocionar su última novela publicada en nuestro país, Un amor imposible (Anagrama), ganadora del Prix Décembre 2015. La autora francesa practica la autoficción desde hace más de veinte años, convirtiendo una biografía marcada por el incesto en el ámbito principal de su universo literario. En 1999 irrumpió con escándalo en el panorama editorial francés con El incesto y en 2012 añadió leña a la controversia con Una semana de vacaciones, una versión incluso más cruda que la anterior de las relaciones sexuales que mantuvo con su padre desde la adolescencia.

El incesto y Christine Angot

 

Christine Angot

El incesto 

y Christine Angot

La controvertida autora francesa publica 'Una semana de vacaciones'

La novela recoge, filtradas por la literatura, las relaciones sexuales que, de adolescente, mantuvo con su padre

Elena Hevia 

Barcelona, 19 de febrero de 2014


Incluso en un país que ha dado al mundo los más grandes libertinos como es Francia, una figura como la de la escritora Christine Angot (Châteauroux, 1959) puede resultar incómoda. Angot, que hasta los 14 años respondía al apellido materno, Schwartz, adoptó entonces el de su padre, ausente hasta el momento, que no solo tuvo a bien reconocerla sino también iniciarla personalmente en la sexualidad. Ese hecho marcó a fuego a la autora que relató la experiencia en Incesto, una novela sin adornos estilísticos -«hubo quien habló de vómito»- que convulsionó la escena literaria francesa en 1999 y dividió tajantemente a los defensores de su valor y a los detractores, por su afán de exhibicionismo.

Christine Angot / Un amor imposible / Reseña

 

 «Un amor imposible», de Christine Angot

Laura Freixas

Christine Angot nació en Francia en 1959, hija de Rachel Schwartz, una mujer soltera, judía, de clase media-baja, y de Pierre Angot, miembro de la alta burguesía católica. En Un amor imposible, Angot cuenta la historia de ambos desde antes de su nacimiento. Pierre advierte a Rachel de que nunca se casará con ella, pues no es digna, en términos sociales, económicos y étnicos, de ingresar en su familia, y no reconoce tampoco a Christine. Ésta, marcada por la infamante mención “de padre desconocido” en el Registro Civil, solo ve a Pierre fugazmente en los primeros años de su vida. Pero cuando tiene catorce, el padre -que entre tanto ha formado una familia con una mujer, ella sí, rica y respetable– reaparece en su vida: la reconoce y la invita a pasar fines de semana con él. Durante los cuales, mantiene una relación incestuosa con ella.

viernes, 25 de septiembre de 2020

“Ya no soy yo” / Los últimos días de Robin Williams


Robin Williams en una imagen promocional tomada en 2013, un año antes de su fallecimiento. En vídeo, el tráiler del documental 'Robin's Wish'. Getty Images


“Ya no soy yo”: los últimos días de Robin Williams, un genio que se estaba rompiendo por dentro

El actor se suicidó solo seis meses después de empezar a notar los síntomas de la demencia con cuerpos de Lewy, una enfermedad que nunca supo que padecía. Un nuevo documental nos introduce en la última época de uno de los cómicos más brillantes de la historia


Juanjo Villalba
22 de septiembre de 2020

“¿Puedes imaginarte el dolor que debió sentir cuando se dio cuenta de que su mente se estaba desintegrando? Y además debido a algo desconocido”, dice Susan Schneider Williams, la viuda de Robin Williams, en el nuevo documental que narra los últimos meses de su vida, Robin’s Wish, dirigido por Tylor Norwood.

Rachel Weisz y Daniel Craig, un matrimonio obsesionado con la discreción




Rachel Weisz y Daniel Craig


Rachel Weisz y Daniel Craig, un matrimonio obsesionado con la discreción

La actriz británica, que acaba de producir su primera película, se declara feminista y se niega a hablar de su marido


María Salas Oraá
Madrid, 29 de noviembre de 2018


El matrimonio formado por los actores británicos Daniel Craig y Rachel Weisz es uno de los más reservados de Hollywood y se caracteriza por mantener una férrea defensa de su intimidad, algo cada vez menos frecuente entre las celebrities, propensas a publicar constantes detalles sobre su vida. Ni él, famoso mundialmente por dar vida al último James Bond, ni ella, ganadora de un Oscar por El jardinero fiel (2005) y protagonista de Ágora (2009), tienen redes sociales. Ambos combinan el éxito en sus carreras y las entrevistas constantes en los medios de comunicación con su intención de preservar su privacidad, especialmente para proteger a la hija que tienen en común, de solo tres meses.