POEMAS
***
II
Está muerta.
Nosotros somos felices.
Todo comienza con la puerta verde que se abre.
El insospechado suceso sostiene del futuro
el segundo primero.
Si lo fortuito no hubiera adivinado la vida,
sería realidad este sueño oscuro, este sueño.
Mas oye la puerta,
se abre,
impersonal,
intacta,
y cae,
tela de araña.
Está muerta.
Nosotros somos felices.
***
V
Así que no eres tú.
—dijiste—
No puedes ser tú
pues no es tu sombra atravesada.
Son dos lánguidas horas muertas,
en un jardín bajo gardenias recostadas.
Y es la piedra quien te grita mientras giras
la cabeza hacía la orilla de Alegranza.
***
XVI
Un día hermoso
en el país de los elfos.
El lagarto de mármol serpentea en la voz.
La niña de acero,
de boca blanca,
sin permiso del roble,
abre una flor.
Tarde ha caído
la mano a las manos,
la incipiente primavera entra en erupción.
De ojos puntiagudos y cabello lacio,
la niña canturrea en alemán su canción.
Was ist das so weit.
Was ist das,
Was passiert mit dem Herz…
Was mit Herz ist los…
…
Zarandea el arbusto,
sus ramitas quinceañeras,
estrangula con sus manos la hoja contra el mentón.
Was ist das so weit.
Was ist das,
Was passiert mit dem Herz.
Was mit Herz ist los…
Un rabilargo en el tronco
abre su pico feroz,
se traga marzo de un bocado:
La niña, el roble, la flor.
Was ist das… Se oye a lo lejos
Was ist das so weit,
Was passiert mit dem Herz,
Was mit Herz ist los…
***
XVIII
No existe este hombre,
ni esta mujer.
Están en el Atlántico,
no existen,
pero tal vez…
Son la piel que trota en este caballo.
Todo lo que imagino está cubierto por oscura Ondina.
No existe tiempo, ni voz.
No existe este hombre,
esta mujer,
estos caballos.
Pero actúan.
Y es posible que ustedes lo vean.
Una mano asciende en el mar.
Nos pide auxilio
la negra música del Atlántico.
***
XXIX
Todo desaparecerá,
pensó la abeja.
En su cromática lineal la última noche vestiría de azul.
Exuvia recién planchada.
Todo desaparecerá.
Se despedirá de todas las plantas.
Dónde quedarán los hombres,
los seres temblorosos de dos patas.
Todo desaparecerá,
pensó la abeja
Soy un animalito,
condenado a su indefinición.
Todo desaparecerá,
pensó la abeja.
Sobrevoló el final del mundo,
tiempito de oro,
tango de verano sin flores
para una íntima y solitaria danza.
Andrea Bernal, de nombre completo Paula Andrea González Bernal (Madrid, 1985), es profesora de filosofía y poeta. Su primer libro Los pájaros (2013) es presentado por la poeta Raquel Lanseros, y los escritores Julio Llamazares y Antonio Colinas en Madrid y Salamanca. En 2016 se publica Adiós a la noche y en 2019 Todo lo contrario a la belleza. Su último poemario es Nominalismos, publicado en 2022. Asimismo, ha publicado algunos poemas en inglés en la revista Adelaide de Nueva York y en distintas revistas de poesía española como Estación de Poesía. También ha participado en años sucesivos en el Congreso Internacional de Poesía Iberoamericana Fray Luis de León. Actualmente colabora escribiendo crónicas en periódicos de Lanzarote y La Palma y ejerciendo su labor docente.
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