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sábado, 25 de marzo de 2023

Cinco relatos para empezar a leer a Ursula K. Le Guin


Ursula K. Le Guin


Cinco relatos para empezar a leer a Ursula K. Le Guin

Elías F. Combarro
1 de junio de 2019



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Ursula K. Le Guin.

Escribir esta sección me ha resultado, al mismo tiempo, difícil y placentero. Difícil porque escoger solo cinco relatos de Ursula K. Le Guin es una tarea prácticamente imposible. Su producción aúna cantidad y calidad como pocas, por lo que podrían hacerse varios artículos como este, todos ellos con cuentos de primer nivel. Es por ello que he decidido hacer un poco de trampa y, aunque he seleccionado solo cinco obras, no puedo resistirme a dejar caer algún que otro título un poco de tapadillo. Estoy seguro de que sabréis perdonarme cuando leáis los relatos.

Pero además de difícil, la tarea ha sido todo un placer. Para poder escoger, he tenido que releer cuentos que hacía mucho que no leía y he tenido la oportunidad de apreciarlos con nuevos ojos. Incluso volver a visitar aquellos cuentos que ya he leído muchas veces ha sido, una vez más, una experiencia extraordinaria. Espero que para vosotros también lo sea, tanto si aún no los conocéis como si aprovecháis la ocasión para releerlos.

Sin más preámbulos, vayamos con los relatos que he seleccionado.

Los que se alejan de Omelas

Esta elección estaba cantada. No puede haber una lista de los mejores relatos de Ursula K. Le Guin que no incluya “Los que se alejan de Omelas” (“The Ones Who Walk Away from Omelas”). Es más, me atrevo a decir que no puede haber una lista de los mejores relatos de ciencia ficción, en general, que no incluya este cuento.

Lo he leído muchísimas veces y me ha impactado en todas y cada una de las ocasiones. Y es que, aun conociendo el giro final, es imposible no sentirse conmovido por la sutileza y, a la vez, la crudeza con la que Le Guin plantea un dilema moral al que no podemos sustraernos de ningún modo, porque refleja la realidad que vivimos día a día.

Una obra de arte que no podéis perderos. Si solo leéis un relato de esta selección, que sea este. No os arrepentiréis.

Ha sido traducido al español en multitud de ocasiones, por lo que no debería ser difícil de encontrar. Su publicación más reciente, con traducción de Pedro Jorge Romero, es en la antología Obras maestras: La mejor ciencia ficción del siglo XX, seleccionada por Orson Scott Card y publicada por Nova.

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Portada de «El día antes de la revolución».

El día antes de la revolución

“El día antes de la revolución” (“The Day Before the Revolution”) es otro relato que no podía faltar en mi lista, sobre todo porque está protagonizado por Odo, la ideóloga de las teorías políticas que se nos presentan en esa grandísima novela que es Los desposeídos (podéis leer mi reseña del libro en este mismo número de SuperSonic). 

Este cuento nos presenta a Odo ya en su vejez, justo cuando su sueño de revolución comienza a hacerse realidad. Pero la gran maestría de Le Guin consiste en dejar a un lado los grandes sucesos que están aconteciendo a nivel político y social y centrarse en la figura de una anciana que reflexiona sobre su vida y su legado. Este cuento fue escrito hace más de cuarenta años, pero al releerlo me era imposible no pensar en él como una especie de biografía futura de la propia Ursula K. Le Guin. Un cuento hermoso y muy, muy personal.

Como “Los que se alejan de Omelas”, este relato también ha sido traducido en varias ocasiones, pero desde luego os recomiendo que os hagáis con la reciente edición de Nórdica Libros (traducción de Enrique Maldonado Roldán), que además incluye unas estupendas ilustraciones de Arnal Ballester.

Nueve vidas

Con este relato he dudado bastante. ¿Cuál incluir? ¿”Nueve vidas” o “Más vasto que los imperios y más lento”? Ambos son de los más celebrados de la bibliografía de Le Guin y tratan temas parecidos. En “Nueve vidas” (“Nine Lives”), una tripulación de una nave en la que participan varios clones de la misma persona. En “Más vasto que los imperios y más lento” (“Vaster Than Empires and More Slow”), una expedición espacial que incluye a una persona con una capacidad empática fuera de lo común.

En los dos casos, las particularidades de los protagonistas plantean dificultades de adaptación que Le Guin explora con esa capacidad magistral que poseía la autora para desarrollar a sus personajes al mismo tiempo que exploraba tropos clásicos de la ciencia ficción, como el viaje espacial o el primer contacto. Difícil elegir, pues, entre los dos (¡leed ambos!), pero me quedo con “Nueve vidas”, puesto que me sigue pareciendo uno de los cuentos que mejor ha tratado el tema de la clonación.

Ambos relatos (y, en realidad, también los dos anteriores que he incluido en el artículo) se pueden encontrar en la recopilación Las doce moradas del viento, con traducción de María Elena Rius. El libro fue publicado en la segunda época de la colección Nebulae en dos volúmenes en los años ochenta y, posteriormente, en un único tomo (Edhasa, 2004) que creo que aún se puede encontrar en librerías.

El poder de los nombres

Hasta ahora, los relatos que os he propuesto se enmarcan más bien dentro de la ciencia ficción. Pero Le Guin cultivó casi en la misma proporción la fantasía, así que una selección de sus relatos quedaría coja si no incluyera un cuento de este género.

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Portada de Las doce moradas del viento.

¿Y qué mejor historia para escoger que una ambientada en el universo de Terramar? “El poder de los nombres” (“The Rule of Names”) no solo es un estupendo cuento de fantasía con magos y dragones, sino que captura perfectamente la esencia de la saga (quien la haya leído sabrá a qué me refiero con tan solo leer el título del cuento). No os dejéis engañar por el comienzo aparentemente típico, porque el relato esconde mucho más. Como un nombre.

Podéis encontrar “El poder de los nombres” también en Las doce moradas del viento.

El furtivo

“El furtivo” es, quizá, el menos conocido de todos los cuentos que he incluido en mi selección, pero precisamente por eso me parece interesante destacarlo. Muestra cómo Le Guin era capaz de reinventar historias contadas una y mil veces (algo que también hace, por ejemplo, en “La versión de la esposa”), siempre aportando algo nuevo.

En “El furtivo”, Le Guin revisita el escenario de un cuento clásico, conocido por todo el mundo, y precisamente gran parte de su encanto es ir descubriendo, junto con el cazador furtivo que protagoniza la historia, qué es ese curioso lugar escondido con el que se ha tropezado. Pero las sorpresas no acaban ahí, porque el final del relato no es precisamente el que nos podríamos esperar. Una visión diferente y muy interesante, en la línea de la especial inteligencia y sensibilidad de la autora.

Según mis datos, la única traducción al castellano de este cuento (“The Poacher”, en el inglés original) se debe a Ana Quijada Vargas y se encuentra recogida en Las llaves del aire, recopilación publicada por Minotauro en 1998.

Sé que estos cinco relatos no son sino una muy pequeña muestra de la maravillosa producción de ficción corta de Ursula K. Le Guin y pido perdón porque sin duda habré omitido muchos de los relatos favoritos de los que conocéis a la autora. Pero mi objetivo es recordar su gran obra, acercándola un poco a quien quiera empezar a conocerla. Y, sobre todo, celebrar que sigue viviendo entre nosotros gracias a su enorme y extraordinario legado.

Elías F. Combarro (Colaborador): Elías F. Combarro es un apasionado lector de ciencia ficción y fantasía. Escribe en Sense of Wonder y en SuperSonic y participa en Los VerdHugos.

LA NAVE INVISIBLE



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