Jo Nesbø deja descansar a Harry Hole y se pone bíblico en ‘El reino’, su nueva novela

Antonio García Ruiz
8 de mayo de 2021

No se trata de que el rabiosamente popular escritor noruego Jo Nesbø haya abandonado la oscuridad nórdica de las novelas de la serie del detective Harry Hole, sino que se toma un breve descanso para contar la igual de oscura historia de dos hermanos antaño cercanos pero separados tanto tiempo que se han convertido en casi perfectos extraños. El, con el permiso de Henning Mankell, icono más destacado del nordic noir presentó hace unos días y en formato de rueda de prensa virtual e internacional la publicación en español de El reino.

En esta novela deja (sólo provisionalmente) el género negro y sus estereotipos pero no abandona el thriller, que forma parte inextricable de toda su obra y, pudiera ser, de su propia vida. Lo más importante son las historias y no cómo se etiqueten literariamente, alega Nesbø (Oslo, 1960), para quien el género «no es tan importante, solo es el punto de encuentro para el autor y el lector, un marco para una historia».

El escritor noruego Jo Nesbø.

En El reino nos encontramos con una obra independiente de la franquicia del atormentado Harry Hole, un listado en el que se encuentran títulos destacados como El heredero, Sangre en la nieve e incluso su propia versión de Macbeth. El autor noruego parte para la creación de El reino de una conversación con su padre veinte años atrás y aborda una narración centrada en la pasión y la ambición humanas, con frecuencia caminos que desembocan en la tragedia. Eso es justo lo que ocurre en El reino, en la que asistimos al reencuentro de dos hermanos separados años atrás, uña y carne entonces y ahora casi antagonistas, erosionado su vínculo por el tiempo y la distancia.

La trama de ‘El reino’

Jo Nesbø sitúa la historia de los hermanos Roy y Carl en la Noruega rural y de montaña, un lugar aparentemente idílico en el que, apunta el autor evocando su propia experiencia, «al cabo de un tiempo tienes un sentimiento claustrofóbico, sobre todo cuando eres joven y sientes que no puedes escapar de la percepción de quién eres que tienen los vecinos». Es la base de esas miradas y del juicio constante de los que te rodean lo que trufa buena parte del relato de El reino y que, según Nesbø, es la motivación de la huida de muchos a la gran ciudad, buscando el anonimato y la ruptura de esa obligada sensación de pertenencia a un grupo que puede llegar a ser opresiva.

Carl, el hermano que abandonó el rebaño años atrás tras la muerte de sus padres y en pos de sus estudios en Estados Unidos, vuelve al pueblo convertido en un triunfador hombre de negocios que alberga la ambición de construir un hotel en los terrenos que fueran de la familia. Ello remueve aristas del pasado y motiva el enfrentamiento cainita con su hermano Ray, que aún vive en el pueblo, donde desarrolla una existencia más frugal, aislada y aparentemente sencilla.

Jo Nesbø no niega el arraigo de la obra en la tradición literaria y la inevitable referencia a los hermanos bíblicos Caín y Abel, sino que más bien la asume al plasmar a unos parientes con una relación más que complicada cuyo trágico pasado y los planes del recién llegado no hacen sino enturbiar aún más. La atmósfera claustrofóbica del entorno pequeño y rural, las envidias, rencores, recuerdos y dramas no tardarán en aparecer en el supuesto paraíso aunque Nesbø, curiosamente, muestra cierto optimismo al recordar que esas tragedias que marcan la historia «forman parte del pasado».

El escritor asume así, y confiesa, que la tragedia siempre ha sido elemento sustancial de su narrativa y de su forma de trabajar y que, si bien El reino puede sufrir el lastre del estilo y las expectativas que conllevan el éxito de las novelas de Harry Hole, siempre intenta hacer algo diferente, plantearse nuevas preguntas y mostrar así su «amor a la narrativa», motivación principal que le llevó a convertirse en escritor.

Evolución como escritor

El autor reflexionó en la rueda de prensa virtual sobre la evolución de su forma de escribir, que comenzó basada en los argumentos, que marcaban el desarrollo de la trama y la construcción de los personajes. Posteriormente, siguió el escritor de Oslo, se movió hacia potenciar el peso de los personajes porque cree «que es el autor quien controla los mandos. A medida que he ganado experiencia hay una cierta lógica con los personajes que no puedes planear cuando estás haciendo el argumento, es como si los personajes cobraran vida cuando empiezan a hablar y a andar».

Esto se refleja en las diferentes formas de narrar que usa para, por ejemplo, la serie de Harry Hole y las novelas ajenas a ella. En las primeras cuenta la historia en una tradicional tercera persona, mientras que en las llamadas independientes como El reino gusta de experimentar con una primera persona narrativa con la que consigue entrar más «en la mente del personaje» y alejar al lector de la figura de un narrador en el que no sabe si puede confiar. Todo casa con la personalidad poliédrica y la vida intensa del propio Jo Nesbø, que le ha llevado a estar formado como economista, trabajar como agente de bolsa, jugar al fútbol, componer música y ser el cantante de Di Derre, su propia banda de rock.

El reino de Jo Nesbø ha recogido multitud de alabanzas de la crítica desde su publicación original y ya está disponible en las librerías españolas editado por Reservoir Books, desde donde describen el libro como «una obra de madurez, completa y total». El autor de Oslo ha vendido más de 50 millones de ejemplares de sus novelas y ha sido traducido a más de 50 idiomas por todo el mundo. Ha llegado al punto vital en que reconoce que «la popularidad te corrompe de un modo u otro. Su gusto es adictivo y dulce».

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