Graham Greene publica 'El décimo hombre', su novela inédita

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Londres 5 MAR 1985

Una novela inédita de Graham Greene, escrita hace 41 años en Hollywood y extraviada en los archivos de la productora Metro Goldwyn Mayer (MGM), será publicada a finales de este mes en el Reino Unido.El décimo hombre es una historia de cobardía y castigo, con los ingredientes habituales en la literatura del escritor británico, de 80 años, que ha declarado no recordarla cuando, en 1948, restó siete números al título y escribió El tercer hombre.

El décimo hombre se desarrolla en una ciudad francesa de provincias ocupada durante la II Guerra Mundial. Cuando dos soldados alemanes mueren en una acción de la resistencia, el mando alemán replica ordenando la ejecución de uno de cada diez rehenes locales. Éstos tienen que escoger a la víctima entre ellos. Cuando lo echan a suertes, un abogado rico coge el palito más corto, que decide su selección, y con angustia ofrece todos sus bienes al prisionero que tome su lugar ante el pelotón de fusilamiento.

Su oferta es aceptada por un oficinista pobre, que pide un contrato legal transfiriendo la casa y la cuenta corriente del abogado a su madre y hermana. El momento culminante llega cuando el abogado, liberado, pero empobrecido, llama a la puerta de la casa que cambió por su vida.

El pecado y la duda

A igual que -la mayor parte de las 22 obras anteriormente escritas por . Greene, El décimo hombre estudia el alma de un individuo torturado por el sentido del pecado, la duda y la desesperanza. Según cuenta Greene, escribió el libro cuando trabajaba para la MGM, con un contrato "casi de esclavo", en la creación de historias susceptibles de ser llevadas al cine. Casi 40 años después, en 1983, cuando hacía una visita de negocios a California, el editor inglés Anthony Blond se enteró de la existencia del manuscrito, de 30.000 palabras, y consiguió los derechos. Viajó a Antibes para negociar con Greene, y al principio se opuso, pero después accedió a su edición conjunta en la editorial de Blond y en la suya habitual, la Bodley Head. Según ha dicho, prefiere en muchos sentidos El décimo hombre al tercero.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de marzo de 1985

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